Monseñor Amancio Benítez, de la diócesis de Benjamín Aceval, presidió este domingo la misa central de Caacupé y en su homilía instó a la feligresía a reforzar la espiritualidad y llevar a la práctica en los hechos cotidianos la palabra de Dios.
“Dios nos habla sobre la vocación y principalmente meditaremos sobre cuatro elementos de la vocación. Primero oído atento a la escucha de la palabra de Dios, docilidad para formarse y dejarse guiar, encuentro vital con Cristo y después, disponibilidad para hacer la voluntad de Dios”, dijo.
El obispo amplió su reflexión sobre la necesidad de prestar atención a la palabra de Dios. “Eso nos hace más falta, hay muchos ruidos en nuestra cabeza y en nuestro corazón, tanto ruido interior como exterior, preocupaciones. Hay muchas cosas que impiden que escuchemos la palabra de Dios en este tiempo”, sostuvo.
Cumplir con la misión
Al aludir a la vocación aclaró que el llamado divino no es solo para la formación de sacerdotes y monjas, sino también se refiere a la vocación de los laicos. “El Señor nos llama a todos desde el bautismo y desde el momento mismo del nacimiento ya nos llama a la vida. Y con el bautismo recibimos el santo crisma, agua y al Espíritu Santo y nos dice el pa´í que somos: sacerdote, profeta y rey”, mencionó.
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Luego de este sacramento, cada persona es convocada a ejercer distintos servicios. “A algunos nos llama a ser sacerdotes, pero a cada uno nos llama a través del bautismo y debemos sentirnos vocacionados para la misión. Y para ello debemos saber escuchar al primer elemento: oído atento a la palabra de Dios”, remarcó.
El celebrante manifestó que en ocasiones se busca culpar al otro de los fracasos en la vida. “Muchas veces dicen: nos hace falta la vocación sacerdotal y de religiosas. Y nosotros también algunas veces queremos hablar mal de ustedes. Y no debe ser así, nosotros debemos procurar cumplir nuestra misión y nuestra vocación. Necesitamos de cristianos, que bautizados asuman la misión en la casa, en la familia, en la educación, en la política”, señaló con vehemencia.
El prelado expresó que muchas personas no demuestran con su ejemplo de vida que efectivamente están cumpliendo una misión en la sociedad. “Entonces falta ese elemento: oído atento a la escucha de la palabra de Dios. Necesitamos jóvenes, papás, mamás, atentos a la palabra de Dios para que todos podamos cumplir nuestra misión. Muchas veces nos equivocamos porque no escuchamos a Dios, prestamos atención a cualquier otra cosa y eso debemos analizar en el día”, puntualizó.
En su peculiar forma de expresión -de un sermón en español y guaraní- monseñor Benítez exhortó a los fieles a dejar de lado el “chisme y el vyroreri” para centrarse en practicar la palabra de Dios.
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