Por Sara Valenzuela
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El comisario Gustavo Ruiz Díaz, jefe del grupo Lince, en conversación con La Nación/NaciónMedia afirmó que desde la creación del equipo motorizado Lince, la gran demanda ha generado a su vez un importante desafío en materia operativa dentro de la Policía Nacional, ya que mantener un equipo táctico de este nivel y con las características del mismo implica no solo recursos económicos, sino que también una calidad de recursos humanos considerable.
Ruiz Díaz explicó que desde la toma de mando del presidente Santiago Peña, mucho del compromiso se tornó hacia la seguridad, designándose a varias autoridades tareas en torno a restablecerla, irguiéndose uno de los ejes principales sobre el fortalecimiento y la intención de triplicar la cantidad de agentes para que estos puedan abarcar aún más territorio y puedan cumplir tareas de prevención y patrullaje a nivel barrial, potenciando así la seguridad en los principales barrios y ciudades de todo el país.
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“Para nosotros era algo atípico tener a más de 600 hombres como postulantes, y claro era gestionar un espacio mucho mayor, era gestionar también toda la logística en cuanto a indumentaria, las motocicletas que son de alta cilindrada, todo esto lo comunicamos al ministro del Interior, quien personalmente se encargaba de recibir los informes y delegar estas gestiones”, indicó Ruiz Díaz.
En cuanto al reciente egreso de los nuevos Lince, el comisario señaló que conforme avanzaba el entrenamiento ya se iban evaluando en diferentes reuniones cuáles eran las zonas donde serían necesarios los refuerzos, ya que esto también debía ser sometido a un estudio de campo, teniendo en cuenta el índice de criminalidad y los registros de mayores eventos de inseguridad según la temporada.
“Consensuamos que Central debía ser la zona a reforzar porque todos los hechos delictivos en su gran porcentaje estaban ocurriendo en dicha zona y con base en eso, empezamos a mapear dónde se podrían ubicar los equipos para hablar con las autoridades municipales”, subrayó Ruiz Díaz a La Nación.
El jefe de los Lince destacó que detrás del gran trabajo que se vio representado en la puesta en marcha de aumentar la cantidad de efectivos en las calles, también existió el trabajo sin descanso de un grupo humano altamente calificado que dio un 110 % de sí mismo en cada jornada laborar, desde los instructores, hasta las cocineras y encargados de cuartel que prestaron sus servicios durante los meses de entrenamiento.
Nuevos reclutas
En cuanto al grupo de agentes que llegaría a triplicar la cantidad del equipo ahora disponible, el comisario Ruiz Díaz indicó que el reclutamiento se iniciará con los jóvenes egresados de la Academia de Policía que ya han hecho sus servicios en operativos como el de Caacupé y el de Año Paha, además de sumarse aquellos policías jóvenes que se encuentran sirviendo en las diferentes comisarías del país y sean aptos para sumarse a este equipo especializado.
Enfatizó que el entrenamiento que comenzará a mediados del mes es altamente exigente y competitivo y que muchos de los postulantes en algunos casos desisten a mitad del curso o sufren lesiones que los dan de baja, motivo por el cual naturalmente deben de reclutar nuevos agentes para llegar al cupo establecido y necesario.
“La ciudadanía está muy contenta desde la puesta en operación del refuerzo de operativos, y se ve el trabajo de prevención, de aprehensión y también ya recibimos varios pedidos de refuerzo en diferentes zonas del país y eso creo que es porque el servicio es bueno y la gente nos quiere en sus comunidades, por lo que seguiremos trabajando para fortalecer la confianza porque esto genera en nosotros un compromiso también que tenemos que sostener”, finalizó el jefe del grupo Lince.
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