La diócesis de San Lorenzo confirmó este martes el fallecimiento del presbítero José María Velasco, excura párroco de la iglesia Virgen de la Candelaria de Capiatá, quien tuvo una destacada labor pastoral en la lucha contra la corrupción, por la que incluso afrontó procesos judiciales.

“La Diócesis de San Lorenzo comunica el sensible fallecimiento del padre José María Velasco, quien en la madrugada de hoy ha vuelto a la casa del Padre”, expresa el comunicado en el que además se informa que el velatorio será en la misma parroquia donde ejerció su trabajo durante 25 años.

Se invita a toda la comunidad a acompañar en este momento de oración y de despedida al conocido pa’i Velasco. Su deceso se produjo tras haber estado internado por un cuadro de neumonía en el Instituto de Previsión Social (IPS), según publicaciones en redes sociales.

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El padre Velasco nació en Salamanca, España, el 12 de marzo de 1937 y gran parte de su misión pastoral en nuestro país la cumplió en la ciudad de Capiatá, donde en el año 2013 fue querellado por algunos dirigentes políticos de la zona, a quienes acusó por presuntos hechos de corrupción tanto en la comuna como en un club deportivo.

Otra de sus recordadas movilizaciones es la que impulsó en noviembre de 2004 cuando junto con los pobladores denunció el derrame de agroquímicos sobre la ruta PY02 por empresas locales.

Su administración se caracterizó por constantes y multitudinarias marchas ciudadanas, además de utilizar el teatro para denunciar hechos de corrupción de las autoridades del citado municipio. Incluso en plena pandemia del covid-19, el polémico pa’i Velasco había sido imputado por celebrar misa violando las restricciones sanitarias que prohibían las aglomeraciones de personas por temor al contagio masivo del coronavirus.

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El 18 de octubre último se comunicó que el padre Velasco se acogió al retiro, siendo reemplazado por su par Rober William Gerding Piris. Velasco tuvo una relación cercana con el ya fallecido sacerdote jesuita, también de origen español, Francisco de Paula Oliva, más conocido como pa’i Oliva, a quien frecuentaba para compartir algunos encuentros junto con pobladores de los bañados de Asunción.

La feligresía capiateña lo recuerda como un gran luchador contra la corrupción y la injusticia social.