Luego de una jornada de trabajo, dos pescadores de la ciudad de Areguá notificaron a través del Sistema de Emergencias 911 sobre el hallazgo de restos óseos humanos al costado de la ruta Ypacaraí – Areguá, a la altura del kilómetro 37.
Ambos sujetos que pasaban por la zona aseguraron divisar primeramente un cráneo humano, y cuando se acercaron al lugar, se percataron de que había otros restos óseos envueltos en una bolsa de plástico, además de otros restos que no lograron identificar.
“Cuando llegamos confirmamos que se trataban de restos óseos humanos, y lo que nos percatamos a simple vista y se notificó también a los forenses, porque algunos de los huesos aparentemente fueron quemados. Así también, alrededor de los mismos había algunos restos como botellas y otros que también serán procesados”, comentó el comisario Pablo Salcedo en conversación con el canal de noticias NPY
Podés leer: Ayolas lucha sin tregua ante la crecida del río que no cede debido a las lluvias
Luego de la recolección e inspección preliminar de los restos óseos en el sitio del hallazgo, los agentes de criminalística los derivaron a la Morgue Judicial de la ciudad de Asunción para iniciar con los trabajos forenses y así lograr obtener más datos respecto a si se trataría de un hombre o una mujer, e inclusive, determinar el tiempo y la causa de muerte.
El comisario interviniente remarcó que hasta el momento no se ha logrado identificar de quién sería el cuerpo y que tampoco se cuenta con algún reporte de persona desaparecida en la comisaría de la zona, por lo que estarán realizando un trabajo de investigación en las zonas aledañas para lograr determinar si se podría tratar de alguna persona reportada recientemente como desaparecida o raptada en algún otro punto.
Dejanos tu comentario
Hallan restos óseos en un cerro de la ciudad de Acahay
El día de ayer miércoles, agentes del Ministerio Público y de la Policía Nacional llevaron adelante una intervención en la zona del cerro Ñua’i, en el distrito de Acahay, luego de recibir la denuncia del hallazgo de restos óseos en el lugar.
Se sospecha que los mismos pertenecerían al ciudadano Funciano González, de 65 años, quien se encuentra desaparecido desde hace tres meses, según el informe policial.
La desaparición del hombre fue denunciada luego de que el mismo no regresara a su hogar tras participar de una fiesta de 15 años, a la que acudió en la casa de uno de sus vecinos.
Según los testigos, en la oportunidad habría ocurrido una pelea en la que Funciano y otro hombre fueron protagonistas. En su momento, el hombre fue investigado y su casa allanada tras la denuncia de desaparición de Funciano.
En inmediaciones de donde fueron hallados los restos óseos, fue encontrada una mochila en donde estaban los documentos de identidad de Funciano González, motivo por el cual sus familiares sostienen que es casi seguro que tras atacarlo en la fiesta, lo llevaron hasta esa zona para acabar con su vida y abandonar el cuerpo.
Por su parte, la médica forense Mercedes Montiel confirmó que los huesos hallados en su mayoría pertenecerían a la zona de las manos y brazos, así como otras partes de la zona superior del cuerpo.
Solicitó la remisión de los restos óseos a la morgue judicial para continuar con los estudios correspondientes, de manera a obtener mayores datos.
En cuanto al fiscal del caso, Alcides Espínola, ordenó que continúen los trabajos de búsqueda y reconocimiento del área para descartar que existan más restos esparcidos por la zona boscosa o que se encuentren más pertenencias del hombre en el lugar que puedan proporcionar pistas de lo ocurrido.
Lea también: Docentes se movilizan por la reposición de rubros
Dejanos tu comentario
Investigadoras paraguayas redescubren una especie de hongo desaparecido hace más de un siglo
Por Lourdes Torres - Periodista - lourdes.torres@nacionmedia.com
El Consejo Nacional de Ciencias y Tecnología (Conacyt) informó sobre un importante hallazgo que lograron las investigadoras paraguayas Michelle Campi, Yanine Maubet, y Brenda Veloso, tras una jornada de campo en la granja ecológica Ñandu’a, Itá, situada en el departamento Central.
Allí han reencontrado una especie de hongo que se tenía como desaparecido hace más de un siglo y considerado como una leyenda en los círculos de la micología paraguaya. Se trata del hongo denominado “Rickiella edulis”.
El redescubrimiento de esta especie se dio este miércoles, 10 de abril de 2024, tras 127 años de la última vez que se ha registrado su hallazgo. En conversación con La Nación/Nación Media, MSc. Michelle Campi comentó que este hongo había sido descubierto por primera vez en Paraguay por Carolo Spegazzini.
Su descubrimiento se había registrado en 1897 en la compañía Guarapí, del distrito de Yaguarón, en el departamento de Paraguarí. Tiempo después, no se volvieron a reportar otros hallazgos. Spegazzini es considerado el padre de la micología de Paraguay y Argentina.
Tras más de un siglo, tiempo en el que se consideró desaparecido del radar científico paraguayo, el hallazgo de estas investigadoras categorizadas en el Programa Nacional de Incentivo a los Investigadores (PRONII) del Conacyt resulta sumamente importante.
Le puede interesar: Fiscalía destruye 2.550 kilos de carne argentina de contrabando
Michelle Campi explicó que Spegazzini lo llamó “Rickiella edulis”. Edulis significa comestible. “Desde esa vez en Paraguay nunca más se reportó, mientras que, en Argentina y Brasil, recientemente hablaron de que se creía extinta a esta especie”, explicó.
En Brasil hubo poquísimos registros y lo mismo en la Argentina, donde se lo catalogó como una especie en peligro de extinción. Además de que el factor más determinante para eso, es que no se tiene más el hábitat, por lo que se estima que hay como unos 2000 individuos, que es recontra poco para la ciencia”, indicó.
Ante esta situación, Campi explicó que sus colegas de Brasil le alentaron a llevar adelante una investigación, así que con el apoyo de la doctora Larissa Trierveiler Pereira, junto con su equipo brasileño, y en colaboración con su equipo paraguayo, iniciaron la tarea. El proyecto fue denominado “Estudio poblacional, caracterización molecular y conservación ex situ de especies de hongos comestibles sudamericanos en peligro de extinción Rickiella edulis”.
“En el marco de este proyecto, yo no sabía cómo empezar a buscar el hongo, entonces fuimos hasta el Brasil, estuvimos en febrero, donde nos mostraron cómo es y cómo buscarlo. Volvimos a Paraguay, comenzamos la búsqueda por el Alto Paraná, Ybycu’i, (Paraguarí) y Central, pero no encontramos nada por la sequía que tuvimos”, relató.
Este equipo de investigadoras trabaja en el laboratorio de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (Facen), que aprovechando el paro universitario decidió viajar hasta la granja ecológica Ñandu’a , ubicada en Itá, departamento Central. Allí, este miércoles 10 de abril del 2024, lograron registrar el hallazgo de la especie del hongo Rickiella edulis, tras 127 años de su último registró.
Este hongo ahora recibe el nombre popular de “Quesito Suizo”, que le puso la investigadora brasileña Larissa Trierveiler, por su aspecto al queso gruyere, explicó la profesional paraguaya.
Siguiente paso de la investigación
“Capaz ahora tengamos que ampliar la recategorización, el grado de amenaza de la especie, porque ahora ampliamos la distribución y eso es algo sumamente importante para todas las personas que trabajamos con la lista roja en el neotrópico”, comentó la investigadora.
Agregó, que además, “esto motivará al propietario del lugar a conservar el lugar, diciendo que en el lugar hay una especie en peligro de extinción. De ahora en más nos tocará aislar la cepa, estudiar al hongo vivo que servirá como reservorio genético, que nos servirá en el laboratorio para reproducir”, precisó.
Este importante hallazgo no solo revive la leyenda de un hongo perdido, sino también impulsa la cooperación internacional en la conservación de especies nativas y el estudio de los hongos en regiones no exploradas. Además, el proyecto contempla la conservación ex situ, el cultivo, el estudio morfológico y análisis molecular para su correcta clasificación taxonómica.
“El redescubrimiento, sin duda alguna, es un aporte al conocimiento de distribución de la Rickiella edulis que durante tanto tiempo fue considerada extinta en Paraguay. Los esfuerzos cooperativos internacionales entre micólogos del neotrópico, afianzan las estrategias de conservación de especies nativas y ayudan al desarrollo del estudio de los hongos en regiones antes no exploradas”, concluyó.
Las claves
*Tres investigadoras paraguayas redescubren una especie de hongo que se tenía por desaparecido en Paraguay.
*La investigación se llevó a cabo por aliento de colegas brasileños encabezado por la Dra. Larissa Trierveiler Pereira.
*El hallazgo permitirá ampliar la recategorización del grado de amenaza de la especie, lo que motivará a los propietarios de reservas naturales privadas contar con mayor apoyo para la conservación del lugar.
*La cooperación en la investigación a nivel internacional, afianzan las estrategias de conservación de especies nativas.
Siga informado con: Detienen a sospechoso del asesinato de un hombre en Limpio
Dejanos tu comentario
Inaugurarán en Areguá “Cómo hacer de un territorio un refugio”
El Centro Cultural del Lago inaugurará la exposición de cerámica “Cómo hacer de un territorio un refugio”, de Trama colectiva, el domingo 7 de abril, a las 11:00 horas. Obras de Gisela Rainero, Leila Buffa, Virginia Barberis, Verónica Fernández Torales, Ayelén Van Humbeeck, Valentina Coscia y María Paz González Mendoza podrán apreciarse en el espacio ubicado en Fulgencio Yegros 855 y Mariscal López, en Areguá.
Siete alfareras integran el grupo Trama, que realiza su primera exposición. “Transitamos la práctica alfarera como un acto político, utilizando nuestro arte para comunicar, para reclamar, para resistir, para celebrar. Este oficio es nuestra forma de estar y transitar en este mundo, también es nuestro refugio”, refirieron en una nota de prensa.
Respecto al concepto de la muestra, expresaron: “Para empezar a reconocer nuestro territorio partimos desde nuestros cuerpos y luego miramos hacia afuera, a aquello que nos vincula con el entorno y la relación que tenemos con él. ¿Puede esta relación transformar y resignificar nuestro concepto de territorio? Habitamos el paisaje a través de nuestros sentidos, de nuestro cuerpo, y hacemos uso de la experiencia para reconocernos en lo individual y lo colectivo. El cuerpo como territorio, nos sostiene y nos identifica.
Lea más: Exposición “Abrazoderío” reunirá a trece artistas en Artística
Gisela Rainero
Nacida en Argentina, el 25 de junio de 1984. Obtuvo su título de Licenciada en Turismo en 2005. Inició sus estudios de cerámica en un taller particular donde durante 4 años aprendió diversas técnicas de baja y media temperatura. Años más tarde dictó clases en ese taller. En el 2013 inició sus estudios como Técnica Ceramista en la Escuela Municipal de Lomas de Zamora, donde durante 4 años profundizó en conocimientos de modelado manual y torno, hornos y horneadas, decoración, historia y tecnología de los materiales.
Realizó cursos de cerámica precolombina, “Aerófonos, Esmaltes cristalinos”. En el 2018 se mudó a Paraguay, donde se adentró en las técnicas ancestrales, modelado manual y quemas con fuego, de la mano de ceramistas locales. Actualmente trabaja en su taller en Melgarejo y dicta talleres de modelado manual de piezas utilitarias.
Leila Buffa
Nació en Asunción el 15 de mayo de 1986. Obtuvo su título de Marketing en el 2008 y se inició en la cerámica en el año 2013, mientras vivía y trabajaba en Nueva York, donde se concentró en técnicas de torno y alta temperatura. En el 2015 regresó a Paraguay con la intención de seguir su aprendizaje en el rubro. A finales del 2016 montó su propio taller y empezó a trabajar de manera independiente y autodidacta, enfocando su trabajo exclusivamente en el modelado a mano. En agosto del 2018 inició su aprendizaje con las técnicas ancestrales y quemas con fuego, traspasado por la maestra Azul Cian (Argentina) y desde entonces se dedica a la práctica, investigación y transmisión de estos saberes desde su taller en el centro de Asunción.
Virginia Barberis
Nacida en Johannesburgo (Sudáfrica), el 11 de abril de 1990 y nacionalizada argentina en 1997, donde residió hasta el 2017, año en el que vino a Asunción. En el 2015 recibió el título de arquitecta en la Universidad Nacional de Córdoba. En el 2017 llegó a Paraguay para una pasantía en el Gabinete de Arquitectura. A principios del 2019 participó de su primer taller de cerámica de técnicas tradicionales y despertó interés y la posibilidad de un camino alternativo a su profesión.
Desde entonces decidió dejar en pausa la arquitectura y dedicarse a la práctica del oficio de la alfarería con las técnicas de modelado manual, moldeado con el cuerpo y quemas a fuego de baja temperatura. En el 2022 fue la ganadora del Premio Jajapo para jóvenes artesanos emergentes, impulsado por el Instituto Paraguayo de Artesanía (IPA). Actualmente trabaja y da clases particulares en su pequeño taller montado en su casa en el barrio Trinidad de Asunción.
Lea también: “Rêverie”, el ensueño sinfónico que cierra la trayectoria del Trío Blue
Verónica Fernández Torales
Nacida en Asunción el 20 de junio de 1990. Estudió ingeniería ambiental en la Universidad Nacional de Asunción (UNA), concluyendo sus estudios en el 2016. En el 2021 participó en el Taller Intensivo de Cerámica Saberes Ancestrales, dictado por la maestra ceramista Leila Buffa. Además, ha participado de otros talleres de cerámica con las maestras Ediltrudis y Carolina Noguera, con Maestras del Colectivo de Kambuchi Apo, aprendiendo el modelado manual, a través de técnicas ancestrales y quemas con fuego. Así también, en el 2023 participó del taller de cerámica creativa, impartido por la ceramista/escultora y grabadora Marithé Zaldívar.
En el 2022 ganó el Premio Jajapo para jóvenes artesanos emergentes, impulsado por el Instituto Paraguayo de Artesanía. Actualmente, colabora con el espacio/taller Jardín Mainumby, del ceramista Marcelo Constantino, como asistente de taller y ofreciendo clases para principiantes. En el 2024 empezó como aprendiz en el taller Anagama del ceramista Rufino Godoy, especializándose con la técnica del torno alfarero.
Ayelén Van Humbeeck
Nacida en Asunción, el 28 de octubre de 1993. Cuenta con una década trabajando en comunicación y gestión cultural. En el 2019 se acercó por primera vez a la cerámica modelada a mano con técnicas originarias. En un viaje de ida, continúa su práctica y exploración a través del seudónimo Lumbre. Con objetos desde lo utilitario, hasta lo ornamental, con técnicas ancestrales y quemas con fuego.
Valentina Coscia
Nació en Asunción, el 12 de febrero de 1997. En el 2017 tomó su primera clase de cerámica, y desde entonces continúa su formación con talleres y cursos sobre saberes alfareros de la mano de artistas y maestras locales. Con intenciones de profundizar en el oficio, tomó clases de escultura en 2019 en Florencia (Italia), y en 2021 en Bilbao (España), donde aprendió nuevas técnicas para trabajar arcillas de alta temperatura. Actualmente, de vuelta en Paraguay desde el 2022, trabaja con técnicas precolombinas, modela a mano piezas utilitarias y escultóricas, y lleva a cabo quemas con fuego usando diversos métodos.
María Paz González Mendoza
Nacida en Coronel Oviedo, el 11 de junio de 1999. Estudiante de Trabajo Social en la Universidad Nacional de Asunción. A finales del 2022 participó de un taller gratuito de cerámica precolombina con Leila Buffa y Virginia Barberis, en el marco de las actividades en un centro cultural. Desde ahí viene aprendiendo de forma autodidacta y también en el taller de Leila.
Dejanos tu comentario
Perú: identifican cráneo de delfín de 16 millones de años
Paleontólogos peruanos y extranjeros presentaron ayer miércoles el cráneo de un delfín gigante que vivió hace 16 millones de años en los ríos de la Amazonia de Perú. “Tuvimos la suerte de encontrar el cráneo casi completo de un delfín amazónico que vivió hace 16 millones de años en esta región”, dijo a la AFP el paleontólogo Rodolfo Salas-Gismondi, del Museo de Historia Natural de la Universidad Nacional de San Marcos, en Lima.
Salas señaló que el hallazgo ocurrió en el 2018 a orillas del río Napo, en la región Loreto, pero la confirmación de las pruebas de antigüedad se retrasó por la pandemia de covid-19. “Es un éxito porque nos permite conocer a un animal que no sabíamos que existía en la Amazonia”, en especial porque se trata de una región donde es muy difícil buscar fósiles, destacó el experto.
El descubrimiento se publicó este miércoles en la revista científica estadounidense Science Advances. Según el investigador peruano se trata de un delfín gigante, cuya longitud es de entre 3 y 3,5 metros. El “Pebanista Yacuruna”, como le bautizaron sus descubridores, tenía una cresta facial que solamente lucen los delfines de la India. Se trata de estructuras óseas sobre el rostro, usadas como barreras sonoras.
“Es un delfín bastante grande. Más que cualquier delfín de río que se haya descubierto hasta la fecha”, explicó Salas. Otras características que resaltan en el fósil son las grandes inserciones musculares en el cráneo para la mordedura y el hocico alargado, con muchos dientes. Según Salas, “es probable que este delfín haya tenido ancestros marinos en todo el océano y que hayan incursionado en la región amazónica y en la India”.
Aporte para la biodiversidad
Hace 16 millones de años la Amazonia peruana era muy distinta a lo que es en la actualidad. Gran parte de la planicie amazónica estaba cubierta por un gran sistema de lagos y pantanos denominado Pebas, donde vivían delfines de gran tamaño. El sistema Pebas incluía ecosistemas acuáticos, semiacuáticos y terrestres (pantanos, planicies inundables) y se extendía entre lo que ahora son Colombia, Ecuador, Bolivia, Perú y Brasil.
Lea también: Crisis humanitaria sin precedentes agobia a Sudán
“Es un gran descubrimiento. Es un aporte muy grande para la paleontología y muy importante para entender la biodiversidad actual”, dijo a la AFP el director del francés Instituto de Investigación para el Desarrollo (IRD), Bruno Turcq.
Un investigador del IRD participó en el descubrimiento. La expedición conformada por paleontólogos peruanos, estadounidenses y franceses fue auspiciada por la National Geographic Society. Los primeros cetáceos evolucionaron a partir de animales terrestres, hace unos 55 millones de años.
Fuente: AFP