“Estoy muy esperanzada en poder conseguir un donante para Milan”, dijo Andrea Ovelar, madre de Milan Alexander López Ovelar, el niño de cinco años que este jueves pasado fue conectado al corazón artificial en espera de un trasplante cardíaco. Comentó a La Nación/Nación que el pequeño evoluciona favorablemente y no presenta rechazo a la máquina, aunque las 72 horas del posoperatorio son cruciales en su recuperación clínica.
Todos los gastos que demandan el nuevo tratamiento son absorbidos por el Hospital Pediátrico “Niños de Acosta Nú”, aclaró la joven mamá, cuyas fuerzas están centradas ahora en conseguir el dador del órgano que posibilite dar una nueva oportunidad de vida al menor. Destacó que se logró completar satisfactoriamente el cupo de donantes de sangre que se requería para las transfusiones sanguíneas propias de un procedimiento quirúrgico de alta complejidad. Es por ello que de momento no hay pedido de donación ni financiera ni de medicamentos, conforme expresó.
“Milan está bien, pero son horas muy críticas todavía, por eso no puedo decir que está muy bien ni está muy mal”, señaló Andrea en diálogo con La Nación-Nación Media. Relató que el procedimiento de colocación del corazón artificial duró aproximadamente cinco horas y concluyó alrededor de las 16:00 horas del día de ayer jueves.
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La mujer afirmó que en este nuevo proceso, las 72 horas posteriores a la cirugía serán decisivas para el paciente. Un equipo multidisciplinario se ocupa del monitoreo constante del niño portador una miocardiopatía que aguarda ahora una implantación cardíaca.
“La primera evaluación que me dieron los médicos es que las 72 horas son críticas y que no podemos decir que está bien o está mal, pero él muy fuerte. Ahora mismo no necesitamos nada, solo el donante y estamos a la espera de eso”, aseveró entre sollozos la desesperada madre.
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