Un equipo paraguayo de aficionados a la astronáutica que integra el Club de Ciencias y Tecnologías Espaciales (CCTE), de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Asunción (Fiuna), despegó el cohete Urutau-1 en Tatuí, en el estado de San Pablo (Brasil), y ganó un premio a la innovación por este proyecto. El ingeniero Jorge Hiroshi Kurita Nagasawa, tutor oficial de los jóvenes, destacó el respaldo obtenido de parte del Estado y habló de que el sector privado patrocine este tipo de iniciativas científicas.
En entrevista con La Nación-Nación Media, el catedrático comentó que se trata de un concurso que se hace cada año en el vecino país y esta es la tercera vez que Paraguay participa. “El año pasado participó el grupo de la Facultad Politécnica y este año es de la Facultad de Ingeniería. Y en ambos casos siempre trajimos premios. Realmente el Paraguay es un país donde las capacidades están instaladas y es simplemente motivar nomás a la juventud a participar en concursos como éstos”, señaló.
Kurita explicó que el certamen se hace a nivel mundial, un desafío latinoamericano del espacio. “Es un concurso donde van y participan inclusive gente de China, Rusia (este año no fue), y muchos países del mundo participan y la mayoría son latinoamericanos. Y Paraguay está presente siempre con un equipo”, resaltó.
Involucrar al sector privado
El profesor Kurita refirió que existen varias categorías, entre cohetes de 500 metros y de tres kilómetros, de combustión líquida e híbrida. “Inclusive a partir de este año ya incluyen satélites. La idea es que los chicos vengan con un prototipo de satélite y esto presentan y concursan para el mejor satélite del evento. Entonces, es un concurso que abarca muchas cosas, pero entre ellos el lanzamiento de cohetes”, detalló.
El investigador recordó que en las dos ediciones anteriores, la participación de nuestro país se dio con cohetes de “muy pequeño porte”, de 500 metros. “Pero este fue un gran desafío realmente para el país, porque esta clase de motores de cohete ya es más serio, ya casi profesional. Entonces, estos chicos se animaron a pesar del gran desafío y paradigma que hay que Paraguay no es un país espacial, no es un país que construye vehículos espaciales como Brasil y Argentina que están en proyectos serios de construcción de lanzadores”, puntualizó.
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“Tecnología muy autóctona”
Con mucha motivación los chicos construyeron el cohete de tres kilómetros, “y es realmente algo histórico”. “Y es un orgullo que Paraguay haya conseguido que vuele el cohete. Efectivamente el cohete voló y llegó a más de 1.200 metros de altitud y tuvo tecnología muy autóctona, desarrollada en Paraguay y eso le encantó al jurado”, indicó.
Por otro lado, el ingeniero Kurita valoró el apoyo estatal a este tipo de eventos científicos, y abogó para que las industrias también se sumen como patrocinantes de los proyectos. “Los chicos ahora están volviendo de allá (Brasil), ellos recibieron apoyo de Conacyt (Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología) y de Itaipú. No fue fácil pero se consiguió. Sí hace falta más apoyo del sector privado, que tiene que involucrarse más porque el país va a crecer con el sector privado. Tenemos que dejar de estar dependiendo del Estado”, puntualizó.