La Armada Paraguaya reportó este martes el hallazgo de dos cuerpos sin vida en el río Paraguay, que corresponden a dos pescadores, padre e hijo, que habían desaparecido la tarde anterior tras haber zozobrado la embarcación en la cual se encontraban de pesca en la zona de Piquete Cue. Se trata del propietario de la lancha, Heriberto Jara, de 35 años, y un menor de 13 años, que anoche eran buscados intensamente tras el accidente.
De acuerdo al relato de los testigos, cuatro hombres se encontraban pescando en el riacho Pucú, en zona de Limpio, cuando por aparentes problemas técnicos de una lancha, al querer cambiarse de lugar de pesca, los pescadores cayeron al agua. Dos de ellos no lograron salir, mientras que los otros, tras largos minutos, lograron llegar a la orilla y pedir ayuda.
Podés leer: Ycuá Bolaños: 19 años de una tragedia que marcó al Paraguay
“El hecho se produjo cuando quisieron cambiar de punto de pesca y no les estaba arrancando el motor y de ahí que el dueño estiró tan fuerte que inclinó para un lado el bote y todos se fueron para un mismo lado y se hundió la embarcación en el mismo lugar en el que estaban y nadie tenía salvavidas”, comentó Wenceslao Ortiz, poblador de la zona quien trabajó en la búsqueda de los cuerpos a la 1020 AM.
Ya en horas de la noche y tras varias horas de búsqueda se logró dar con la embarcación, y posteriormente con el cuerpo del dueño de la misma quien estaba desaparecido, minutos después se dio con el cuerpo de su hijo, el joven de 13 años. Se presume que ambos quedaron atrapados bajo la embarcación y ya no lograron levantarla a tiempo antes de ahogarse
Lea también: Llevan atención oftalmológica a niños de todo el país
Según Ortiz, en el relato que hicieron los hombres que se salvaron mencionaron que ninguno de los cuatro sabía nadar a cabalidad, pero que salieron a flote en gran medida gracias a los bidones de agua que encontraron en el riachuelo, así también destacaron que por más que ellos buscaron a su alrededor a las dos personas que los acompañaban en ningún momento ellos salieron a la superficie.
Wenceslao Ortiz manifestó que la zona en que los hombres se encontraban pescando es una zona de corrientes tranquilas y donde normalmente la gente va a pescar, esa zona tiene aproximadamente 10 metros de profundidad, motivo por el que cree se dio el hallazgo rápido de los cuerpos y también las otras personas sobrevivieron a pesar de no saber nadar.