Familiares, vecinos y amigos de María Ramona Cardozo, la embarazada que habría sido hallada sin vida en el cerro Cristo Rey de Caacupé, ofrecieron este domingo una misa en su homenaje para pedir por el descanso de su alma. La celebración eucarística fue en el mismo lugar donde se hallaron los restos humanos que serían de la mujer desaparecida, mientras se aguarda la imputación por feminicidio de su exnovio y principal sospechoso, el funcionario policial Víctor Cantero.

Blanca Cardozo, hermana de la fallecida, clamó justicia para el responsable del asesinato de la mujer que cursaba el séptimo mes de embarazo. “Siempre en el lugar donde fallece una persona hay que dejar una cruz. Y es lo que nosotros hicimos para que pueda tener el descanso que el espíritu necesita. Y en conmemoración a eso bendecimos esta cruz y pusimos el nombre de mi hermana y el de su bebé Ángel David”, comentó a Telefuturo.

Te puede interesar: Conductor sufre amputación y acompañante fallece en fuerte choque

Los familiares aguardan que el Ministerio Público culmine las investigaciones, confirme la identidad y entregue los restos de la difunta para que puedan darle sepultura. La madre, la abuela, los tíos y primos de María Ramona Cardozo acudieron al lugar para participar de la eucaristía. Llegaron hasta ahí en un bus especialmente fletado para el traslado de la gente. En cuanto a los estudios científicos, Blanca dijo que aguardan el resultado del ADN para completar el procedimiento y retirar los restos de la mujer.

En un nuevo rastrillaje realizado el jueves último en el cerro, con la ayuda de perros rastreadores, los investigadores encontraron un cráneo humano, cabellos y prendas de vestir que se presumen serían de la mujer de 37 años, que había desaparecido el 1 de julio pasado.

Si bien los propios familiares reconocieron las prendas, el médico forense del Ministerio Público, Pablo Lemir, insistió en contar con los resultados de la prueba de ADN para posibilitar la identificación de los restos. Las investigaciones se llevan adelante por dos unidades fiscales, de Emboscada y Caacupé, y los indicios apuntan hasta el momento sobre el agente policial.

Leé también: Familia luqueña podría perder su casa por deuda de lavarropas