Gustavo Jara Villalba era muy consciente del riesgo que corría todos los días cuando emprendía viaje al tomar su turno en horas de la noche como conductor de la plataforma de transporte. Tamara Michel, la viuda del joven asesinado, reveló que su marido a diario le daba un beso y le decía “puedo no volver”, consciente del riesgo que corría.
No obstante, el amor que tenía por su familia hacía que, pese al peligro, salía todas las noches a rebuscarse por el pan de cada día, a modo de ofrecer un mejor futuro a su familia, según comentó Tamara Michel, en comunicación con 1080 AM.
“Trabajaba mucho para que a sus hijos no les falte nada. Todos los días me decía: dame un beso porque no sabemos si hoy vendré”, confesó la mujer, al recordar que hablaba con su marido del trabajo que hacía, ocasiones en la que le comentaba que muchas veces había personas que pedían transporte para comprar droga. “Él se percataba de que algunos se subían para ir a comprar drogas, entonces él les pedía que se bajen, porque les decía que no se meterá en esos problemas”, dijo.
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El joven fue asesinado en la madrugada de este sábado último de dos disparos de arma de fuego, uno en el abdomen, lado izquierdo, y otro en el vientre, lado izquierdo, ambos sin orificio de salida. El hecho ocurrió en la zona de Villa Elisa. La viuda del joven lamentó la decisión de los malvivientes, pues aseguró que no había necesidad de matarlo.
El día de la tragedia
Habitualmente Gustavo llegaba alrededor de las 6 de la mañana para llevar a los niños al colegio. El trágico día, Tamara escuchó ruidos en el portón y vio a su mamá llorando al entrar, dándole la terrible noticia. “Escucho que golpean el portón, entra mi mamá llorando, me dice: ‘le dispararon a Gustavo, mi vecina dice que le mataron”, recordó con impotencia.
Agregó que tras escuchar esto, salió corriendo a buscarlo, tiempo en el que también le llama la Policía. Ella esperaba que no sea su marido la víctima fatal del terrible hecho. “Todavía no creo, no puedo creer la saña como le mataron”, lamentó.
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