El albergue de la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN) ubicado en la Costanera de Asunción acoge a diario a centenares de personas en situación de calle. Allí se ofrece un lugar donde resguardarse del frío y alimentación a los beneficiarios de la asistencia estatal.
Rubén Cuevas, coordinador de la SEN, mencionó que mientras se mantenga la baja sensación térmica estos sitios de hospedaje transitorio seguirán abiertos. También se tienen albergues en Limpio y San Lorenzo, pero éstos estarán esporádicamente cerrados, luego de que repunte la temperatura. Unas 22 personas ingresaron en la fría madrugada de este lunes, 18 hombres y cuatro mujeres, conforme indicó.
“Este albergue de la Costanera ofrece un servicio más complejo”, señaló al canal GEN/Nación Media; en el programa “Arriba Hoy” al indicar que se ofrece alimentación, elementos de higiene e inclusive asistencia médica.
Contó el caso de un adulto mayor que pudo operarse de una afección ocular, mediante la colaboración del Ministerio de Salud y de personas de buena voluntad. “Nosotros hemos articulado con una persona muy particular, que le ha hecho ese tratamiento y la operación de cataratas. Salió muy bien la cirugía. La ministra Zuny Borja también estuvo articulando muchas acciones para que esto pueda ser realidad”, destacó.
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Traslado a un hogar
Así también, este lunes una señora de la tercera edad fue trasladada al hogar Santa Lucía de Villarrica, donde recibirá atención permanente. “Gracias a Dios y a la generosidad de la gente, ella va a estar bien en ese lugar”, manifestó.
Cerca de 500 personas actualmente son atendidas en los refugios habilitados por la SEN como parte del plan de asistencia durante el invierno. En el albergue ubicado en la Costanera se mantiene la disciplina, ya que a las 7:00 los visitantes son invitados a levantarse e higienizarse y ya se alistan para desayunar.
También existe un servicio de lavandería que se ocupa de garantizar ropa limpia a las personas que a diario se cambian para volver a salir a la calle. Retornan al lugar para alimentarse durante el día y luego a la noche para descansar en aseadas camas.
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