Ciudad del Este. Agencia regional.
La Operación Conjunta Ágata Sur de Brasil terminó el fin de semana tras quince días de ejecución en la frontera brasileña con Paraguay, especialmente con Alto Paraná y Canindeyú. La acción militar de combate al tráfico de drogas, armas y contrabando de mercaderías concluyó con el “perjuicio de 38 millones de reales (G. 57.494 millones) al crimen organizado y la sensación de seguridad en las fronteras”, según informó hoy el comando militar brasileño.
“A lo largo de 15 días de la operación integrada entre la Marina, el Ejército y la Fuerza Aérea con órganos de seguridad y de fiscalización federales y estaduales, fueron desarrolladas acciones de combate a ilícitos en toda la franja de frontera terrestre y marítima de la región sur del país”, refiere el comando militar.
La operación fue coordinada por el Ministerio de Defensa de Brasil y las principales aprehensiones fueron las siguientes: 8,6 toneladas de drogas; 68,3 toneladas de productos agropecuarios y de pesca ilegal; 12 vehículos y 8 embarcaciones. También fueron detenidas 24 personas durante estos quince días.
Unos cuatro mil militares, aproximadamente, intervinieron en las diferentes acciones de combate a crímenes transfronterizos y ambientales, reprimiendo el tráfico de drogas, armas, personas, descamino (contrabando) e ilícitos, según el comando sur.
Según el general del Ejército de Brasil, Hertz Pires do Nascimento, comandante de la Operación Ágata Sur, “la integración entre fuerzas armadas, policías y agencias fue fundamental para el éxito de la represión a las redes criminales, cuyas acciones repercutieron en la violencia de las ciudades de frontera, con repercusión directa en las grandes capitales del país”.
Agregó que, “lo importante fue la mezcla de uniformes en las acciones; en quince días de operación conjunta, combatimos ilícitos transfronterizos y ambientales en toda la franja de la frontera terrestre y marítima de la región sur”.
Comercio de CDE se alegra con término de acción militar
El término del copamiento militar de las calles de Foz de Iguazú, Brasil, genera tranquilidad en el comercio fronterizo, teniendo en cuenta que se tata de un periodo de buen flujo de visitantes y las acciones militares suelen hacer disminuir el interés de llegar a Foz de Iguazú. Apoyan el combate a los crímenes, pero una ciudad llena de operativos militares por aire, tierra y el río Paraná les genera incomodidad a los turistas, dijo a La Nación/Nación Media uno de los empresarios esteños.