El doctor Manuel Fresco, director del Centro de Adicciones, habló de las adicciones y su incidencia en la delincuencia. Afirmó que solo 150 psiquiatras hay para todo el país y que uno de los problemas principales es la falta de presupuesto para dar respuesta a las necesidades en el ámbito de la salud mental.

Explicó que una de las drogas de mayor consumo es el chespi que consiste en una cocaína que se puede fumar. “Por eso se le llama cocaína fumable porque es una mezcla. No es como habitualmente se dice que es una basura que queda después de haber cocinado la cocaína”, señaló en entrevista con el canal GEN, durante la emisión del programa Duro de callar.

Dijo que los usuarios mezclan la cocaína con una serie de otros productos como el bicarbonato. “Cocinan eso y eso es lo que se denomina chespi o cocaína fumable. Le dicen también crack. Y es una cocaína de un alto efecto estimulante con una gran dependencia que genera que el usuario cada 30 minutos o una hora requiera una nueva dosis”, detalló.

Es por ello que las personas están siempre urgidas a conseguir dinero, a fin de adquirir la sustancia. “El problema que genera no es solamente un problema sanitario, sino que cuando se hablan de los chespiritos son en general chicos en situación de calle con extrema pobreza que necesitan robar o hacerse dinero de cualquier manera para poder seguir sosteniendo su consumo”, refirió.

Otros consumidores incluso entran en el negocio y se convierten también en microtraficantes o parte del dispositivo de ventas de estas sustancias, aseguró.

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En cuanto al proceso de recuperación, el doctor Fresco afirmó que las estadísticas refieren que de cada diez personas que consumen alcohol, dos van a tener problema en algún momento de su vida debido al consumo. “No se conocen exactamente las estadísticas en el caso de la cocaína y de otras sustancias. Pero normalmente se dice que en el tema de la cocaína es mucho más frecuente que la persona que comience a consumir se vuelva dependiente de esta sustancia”, puntualizó.

El profesional manifestó que hay personas que pueden consumir cocaína y no se vuelven dependientes. Otras, en cambio, consumen alcohol u otras sustancias como la morfina (opiáceos). “Se utiliza para la terapia del dolor y muchos pacientes reciben durante un tiempo, después se le hace una reducción gradual y la persona deja de consumir la medicación sin ningún problema”, remarcó.

Así también otros comienzan de manera terapéutica con una indicación médica y se enganchan y no pueden dejar de consumir, conforme expresó.

Por otro lado, Fresco exteriorizó su preocupación por la falta de presupuesto para hacer frente a la problemática de las drogas. “Estamos mal, hace años venimos arrastrando un déficit presupuestario en el tema salud mental y abuso de sustancias, no solamente el tema drogas”, se quejó.

Dijo que históricamente son rubros marginados tanto presupuestariamente como desde el punto de vista de recursos humanos. Por empleo solamente hay 150 psiquiatras para todo el país, por lo que consideró “un número hartamente insuficiente”.

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