En la noche de ayer miércoles, vecinos de Barrio Obrero de Asunción se llevaron un gran susto cuando un carro hidrante de la Fuerza de Operaciones Policiales Especiales (Fope) perdió los frenos y el conductor debió de maniobrar en medio de la alta velocidad hasta llegar al barranco de un arroyo que sirvió para detener el vehículo.

En imagen de circuito cerrado se puede observar como el carro realiza un largo trayecto a alta velocidad esquivando a vehículos que se encontraban estacionados en la zona, a la par que alertaba a los transeúntes para que puedan despejar el lugar de inmediato.

“Desde la calle Estados Unidos venía, vino por Tacuarí y le agarró a varios vehículos y después ya vino hacia acá y terminó cayendo al barranco. Venía bocinando ya para alertar a la gente. No le agarraron a nadie por suerte, pero siempre hay criaturas jugando acá”, relató uno de los vecinos de la zona en conversación con el programa “Así son las cosas” emitido por GEN y Universo 970 AM/Nación Media.

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Confirmó que en el interior del carro hidrante habrían estado dos oficiales y que fue quien se encontraba como acompañante el que se lanzó del mismo varios metros antes del impacto, mientras que el conductor permaneció en el interior, logrando maniobrar hasta el final, evitando así chocar a los peatones.

Según informaron posteriormente desde la institución, el carro, el cual regresaba de una intervención en el interior del país, habría sufrido un desperfecto mecánico que hizo que los frenos dejaran de funcionar de manera repentina.

Si bien no hay víctimas que lamentar, varios de los pobladores ya se encuentran realizando su reclamo a la Policía Nacional para que la misma se haga cargo de los daños causados durante el accidente a los vehículos que se encontraban estacionados en la calle y que fueron chocados.

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Este miércoles una doctora denunció que fue víctima de hurto mientras estaba atendiendo a una paciente en el Hospital de Barrio Obrero de la ciudad de Asunción. El acto quedó grabado en imágenes de cámaras de seguridad del consultorio y fue una paciente la que se llevó sus pertenencias.

El hecho se reportó ayer martes, mientras la doctora estaba atendiendo a una paciente en el área de laboratorio y otra paciente le indicó que debía atenderla, la médica le pidió que la espere unos minutos, tiempo que fue aprovechado por la mujer para alzarse con sus pertenencias. El consultorio cuenta con cámaras de seguridad y pudo identificar a la mujer.

En el video socializado se puede ver cuando la paciente ingresó al consultorio y recorrió el lugar, luego tomó el termo de agua del escritorio. Seguidamente ve que el celular estaba en la camilla de atención y también lo tomó. Tras cometer el atraco rápidamente salió del lugar.

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“Estaba tomando muestras a una paciente y le llamé mucho a esta persona, pero como no acudió le llamé a otra paciente, le tomé la muestra y ahí llega esta señora, la descuidista. Le dije que me esperase, que cuando saliera la paciente podía entrar para que le tome la muestra”, explicó la doctora Claudia Duarte, en entrevista con la 1330 AM.

Agregó que la descuidista pasó al otro salón, donde hace toma de muestras a niños. “En este salón estaba mi termo de agua y teléfono, agarró las dos cosas y se fue. Lo único que quiero es que me devuelva mi celular porque tiene muchos datos. Le estaba brindado un servicio, me dejó aérea e indocumentada. Dentro de la carcasa estaba mi cédula de identidad y mi tarjeta de débito”, aseguró.

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Una importante boca de expendio de drogas fue desarticulada mediante un operativo desplegado en Barrio Obrero, que arrojó como resultado la detención de dos personas. Se decomisaron dosis de “chespi” listas para su comercialización y billetes de baja denominación.

El allanamiento fue encabezado por el fiscal Christian Ortiz, quien junto con agentes especiales de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) llegaron hasta un inquilinato que operaba como punto de distribución del microtráfico.

Para llegar a la vivienda se tuvieron que sortear varios pasillos, donde se podía disimular el ingreso de potenciales compradores. Según los investigadores, la clientela mayoritaria estaba compuesta por menores de edad, quienes a su vez captaban a otros jóvenes para la venta o distribución de los estupefacientes tipo crack.

“La Dirección de Operaciones Urbanas de la Senad en coordinación con el fiscal Christian Ortiz procedió al allanamiento de esta vivienda aquí en el Barrio Obrero de Asunción, en el marco de una investigación por microtráfico de drogas”, informó Francisco Ayala, director de Comunicaciones de la Senad.

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Afirmó que, efectivamente, en el lugar se hallaron evidencias y, asimismo, se capturó a un hombre y una mujer como responsables del negocio ilícito. “Se incautó una cantidad considerable de dosis de drogas, específicamente crack o conocido comúnmente como chespi. Además de dinero en efectivo y otras evidencias que serían ya fruto de la venta”, dijo.

Las personas detenidas y las drogas incautadas fueron derivadas a la base de operaciones de la Senad en Asunción.

Paralelamente a las incursiones para desmantelar centros de acopio y distribución de drogas, a través del plan SUMAR (de acción contra el abuso de drogas), el Gobierno nacional fomenta una cultura de conciencia y rechazo hacia el consumo de drogas, centrándose en los niños, niñas, adolescentes, jóvenes, las familias, en las comunidades y grupos vulnerables.

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Este fin de semana pasado se desplegó un operativo en la localidad de Carlos Antonio López, departamento de Itapúa, para localizar a unos delincuentes que se alzaron con tres vehículos. En el procedimiento se reportó una persecución y la recuperación de los rodados, pero no hubo detenidos.

Según el reporte policial, el hecho se reportó durante la noche del sábado y el día de ayer domingo, cuando se logró recuperar los automóviles que habían sido robados y abandonados por los maleantes, que finalmente lograron fugarse. En dos días se reportó una persecución, balacera, pero no hubo personas heridas ni detenidas.

“En una tarea preventiva se visualizó un automóvil en una chacra. Se trataba de Volkswagen y al ingresar los números de placas no correspondían al rodado, por este motivo se solicitó refuerzos comenzó una persecución”, explicó el comisario Juan Agüero, director de la Policía de Itapúa, en entrevista con Nación Medial.

Señaló que en un momento dado bajaron la velocidad para abrir fuego contra la patrullera que los seguía y los agentes respondieron a los tiros, momento que fue aprovechado por los ocupantes para internarse en una zona boscosa. “La patrullera recibió cuatro tiros de armas de grueso calibre”, expresó.

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Detalló que estas personas portaban armas largas de calibre 5.56, esto se determinó por las vainillas que se encontraron en el sitio y también se encontró un cargador, además estaban vestidos de policía. “Posterior a ese hecho, otro grupo se enfrentó a una camioneta Kia de color negro con la misma cantidad de ocupantes, pero aparentemente cambiaron de vestimenta”, aseguró.

Agregó que esta camioneta también fue abandonada y se volvieron a internar a una zona boscosa, esto ocurrió cerca de las 3:00 del domingo. “Luego se reportó un asalto, en el que tomaron el automóvil de una persona, que sería de la marca Nissan y en él se dieron a la fuga. Este tercer vehículo se logró recuperar ayer domingo”, manifestó.

Agüero indicó que no encontraron explosivos en la zona y que estas personas estaban preparadas para algún gran asalto. “Se presume que estaban reuniéndose para perpetrar algún asalto grande, podría ser a algún cajero, pero son solo hipótesis que manejan los investigadores. Lo que sí tenían armas de grueso calibre y estaban vestidos de policías”, refirió.

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