En el marco de la reinserción laboral y social, 12 mujeres privadas de su libertad del centro penitenciario del Buen Pastor fueron capacitadas en el oficio de floristas decoradoras. Este taller se realizó por alumnos de Marketing de la Universidad Católica de Asunción junto con Alhelí Flores y la fundación Corazón Libre, y las mujeres aprendieron sobre el follaje, la manera de armar arreglos, centros de mesa y ramos de novia.

El taller de capacitación denominado “Florezcamos de Nuevo” se realizó el pasado 7 de junio en la fábrica de la penitenciaría. Las mujeres recibieron capacitación de una florista profesional que se encargó de guiarlas, también participaron tres alumnos de la universidad y voluntarios de Corazón Libre.

“El proyecto nace en el marco de un trabajo final de grado de los alumnos de la universidad, dentro de este trabajo elegimos a Alhelí Flores y saltó la idea de la importancia de la reinserción laboral para las mujeres privadas de su libertad en este caso del Buen Pastor”, apuntó Gabriela Ortega, estudiante impulsora del proyecto, en entrevista con La Nación/Nación Media.

Te puede interesar: Policías se enfrentaron a tiros con piratas del asfalto en Caaguazú

Resaltó que este proyecto fue sumamente enriquecedor tanto para los que llevaron adelante el proyecto como para estas mujeres que pasaron un muy buen momento aprendiendo con profesionales altamente capacitados. “Fueron capacitadas como floristas decoradoras y sobre todo fueron certificadas para el día que ellas puedan reinsertarse a la sociedad”, manifestó.

Explicó que la idea de la florería es poder repetir este proyecto y seguir capacitando a más mujeres o abrir otro módulo para la que ya fueron capacitadas. “Lo ideal sería que todos los años sea parte de la responsabilidad social de la florería y que cada año más mujeres salgan capacitadas o volver a dar otro taller, para ampliar sus conocimientos”, confirmó.

Lea también: Aumentan los robos de vehículos para desarme y posterior venta como repuestos

Resaltó que durante el taller se trató sobre los diferentes tipos y significados de las flores. También aprendieron sobre el follaje, la manera de armar arreglos con base de cerámica y vidrio, ramos, centros de mesa y ramos de novia. Explicó que la fundación Corazón Libre es un proyecto impulsado y conformado por voluntarios que donan su tiempo y conocimientos a las mujeres en el centro penitenciario.

La capacitación estuvo a cargo de los estudiantes Gabriela Ortega Mezgolits, Montserrat Cáceres Jara y Arturo Rahi. Las mujeres fueron certificadas por María Oliva Filippini, propietaria de la florería y el florista Francisco Guerrero. Cada certificado fue acompañado por una rosa blanca, cuyo significado es la libertad. Al terminar la jornada se compartió una pequeña merienda.

Podés leer: IPS: madre denuncia precaria atención a niños con cáncer