El hecho de que la prevalencia de sobrepeso y obesidad en la población nacional se haya disparado en los últimos años ha generado un estado de alarma dentro del sector de salud pública, ya que se ha empezado a notar, además, el aumento de las múltiples afecciones que se ven desencadenadas por esta condición, en la cual se encuentra casi el 70 % de la población adulta paraguaya.
“En el año 2011 la prevalencia de sobrepeso y obesidad era del 58 % en la población adulta, y hoy en día, tenemos un 69 %, eso quiere decir que 7 de cada 10 personas adultas en nuestro país están con exceso de peso, y si nos vamos a la franja infantil y adolescente de 5 a 19 años, tenemos que el 34,6 % sufre de sobrepeso y obesidad, de los cuales, el 13 % de los casos son exclusivamente obesidad”, indicó la licenciada Catherine Turnes, encargada de la Unidad de Prevención de Obesidad del Ministerio de Salud a La Nación/Nación Media.
La profesional destacó que las personas deben de ser conscientes que al estar con sobrepeso es un estadio previo a la obesidad, y se deben de tomar medidas a tiempo para evitar llegar al estado nutricional de obesidad, porque luego aparecen todas las complicaciones. Esto explicó remarcando que, según las evidencias de los estudios al respecto, es muy probable que un niño con obesidad sea un adulto con obesidad y problemas de salud asociados por la misma.
Desde el Ministerio de Salud Pública lanzaron la campaña de prevención y control de la obesidad infantil 2023, y respecto a la misma, la licenciada Turnes manifestó que esta se encuentra mayormente enfocada en la población infantil y juvenil. “Es en esta etapa de la vida es donde tenemos que mejorar nuestros hábitos alimentarios y hay mayor probabilidad de tener éxito en esta intervención, ayudando que en la edad adulta esa persona cuente con un buen estado nutricional y prevenir todas las enfermedades que acarrea esta condición de salud”, comentó.
Catherine Turnes destacó que buscarán que dentro de los espacios cotidianos se dé importancia a los hábitos de alimentación saludable, destacando que para eso también es necesaria la ayuda de toda la comunidad, porque abarca desde la alimentación diaria en el hogar hasta las meriendas o almuerzos en las cantinas escolares. Para la profesional es clave que se pueda incentivar al niño/a no solo a alimentarse mejor, sino también a abandonar conductas sedentarias y realizar algún tipo de actividad física.
“En consultorio vemos que cada vez tienen presión alta a más temprana edad, o desarrollan intolerancia a la glucosa, o problemas cardiacos en edades tempranas, esto sin contar que las consecuencias de la obesidad no son solo físicas, sino también psicológicas”, indicó Turnes al tiempo de observar que la mayor cantidad de consultas nutricionales se dan en la edad adulta, mientras que aún los padres o encargados no tienen el hábito de acudir a los consultorios de nutrición infantil.
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