El Día Mundial contra el Trabajo Infantil se conmemora el 12 de junio de cada año, con el objetivo de sensibilizar y denunciar la explotación infantil, que priva de todos sus derechos a los niños y tiene directa incidencia en su desarrollo como persona. En Paraguay hay programas para combatir este problema, pero la falta de presupuesto también es uno de los principales inconvenientes.
Los datos en Paraguay demuestran que en los últimos años hubo avances en la lucha contra el trabajo infantil mediante acciones tomadas por el Ministerio de la Niñez y la Adolescencia (Minna) y el Ministerio de Trabajo, pero todavía hay mucho por hacer, principalmente para que los mayores entiendan que los niños no deben cargar con ninguna responsabilidad laboral.
La ministra de la Niñez y la Adolescencia Teresa Martínez señaló en una entrevista con La Nación/Nación Media que se sigue trabajando fuertemente en la lucha contra el trabajo infantil a través de diferentes programas, pero que no se deben dejar de implementar políticas públicas para erradicarlo completamente. El criadazgo también es un problema que sigue vigente en el país.
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“El trabajo infantil es considerado de 5 a 13 años y luego sobresale la división entre adolescentes y niños. Los adolescentes pueden trabajar en ciertas actividades con un sistema de protección, el cual se activa y se encarga el Ministerio de Trabajo. Nosotros tratamos de evitar el trabajo infantil, que es nuestro objetivo y para eso tenemos varios programas”, manifestó a La Nación/Nación Media.
Sostuvo que el Ministerio de la Niñez no tiene una cobertura universal, a pesar de contar con programas que buscan erradicar el trabajo infantil en el país. En el departamento Central y en Asunción se centran los principales programas, además del interior del país, y en muchos casos los propios padres no quieren llevar a sus hijos a los programas. Otros siguen considerando que los niños deben tener responsabilidades laborales.
La ministra indicó que muchos padres siguen considerando que es “más productivo” tener a los niños con ellos en las calles, siendo Asunción la zona más complicada. De acuerdo a los datos del Ministerio de la Niñez y la Adolescencia, el 70 % de los niños llegan a la capital del país de las ciudades ubicadas en el departamento Central, dificultando la cobertura de los programas.
“Cuando se trata de trabajo forzoso, normalmente su desarrollo no puede producirse con normalidad. Cuando hacen trabajo pesado, el crecimiento mismo se ve truncado porque deforma el cuerpo y por sobre todas las cosas interrumpe su desarrollo como niño. El niño tiene que jugar y estudiar, esa es su naturaleza. La mejor manera para que un niño desarrolle sus capacidades es jugando”, agregó Martínez.
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El programa Abrazo para la erradicación del trabajo infantil peligroso y prevención en comunidades vulnerables surge como respuesta a la necesidad de enfrentar los riesgos y vulnerabilidades vinculados con la pobreza y el trabajo infantil peligroso. Empezó sus actividades en el año 2005 como una iniciativa de organismos no gubernamentales. En el año 2007 fue transferido al Ministerio de Desarrollo Social (MDS), para luego, a finales del año 2008, asentarse definitivamente en el Ministerio de la Niñez y la Adolescencia (Minna).