Coronel Oviedo. Caaguazú. Omar Jara.
“Donar sangre da vida” es uno de los eslóganes utilizados para concienciar a la ciudadanía a unirse a este acto de solidaridad que es la donación de sangre y que ayuda a salvar vidas. Sin embargo, sorprendentemente en el banco de sangre del Hospital Regional de Coronel Oviedo rechazan a los donantes o le ponen muchas trabas para hacerles la extracción de este fluido vital.
A los pacientes del Hospital del Instituto de Previsión Social (IPS) que llevan resultados de pruebas hechas en el laboratorio del ente asegurador les dicen directamente que eso no sirve, que las pruebas en el IPS se hacen mal. La situación trascendió por donantes que se acercaron al servicio el sábado 3 de junio.
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Una mujer expresó que se fue con su hija joven con la intención de donar sangre y que finalmente logró su propósito luego de unas 9 horas de gestiones. “Yo vine con mi hija ya a la mañana y le dijeron que no puede donar porque estaba muy descolorida”.
La madre agregó: “Mi hija insistió que estaba en buenas condiciones de salud y la enfermera le dijo que no porque puede deshidratarse y le pidió que fuera a un laboratorio privado a hacer una prueba y que vuelva con el resultado”. Alrededor de las 17:00 de dicha jornada, luego de presentar los resultados de los análisis privados, se le hizo la extracción.
Otra mujer de alrededor de 60 años se acercó justo en ese horario con la intención de hacer la donación de su sangre y la misma funcionaria le dijo que “estaba muy descolorida” y que debía hacerse una prueba en un determinado laboratorio privado.
La frustrada donante le retrucó que solo 5 días atrás se hizo los análisis en el hospital del IPS de Coronel Oviedo y que su nivel de hemoglobina era de 14 gramos por decilitro (g/dl), pero la funcionaria le dijo que no le va hacer la extracción. “Esta mañana también vino un señor muy descolorido del IPS y que supuestamente tenía 18 de hemoglobina, pero solo tenía 14. No sé qué le pasa al IPS, hacen todo mal las pruebas”, le dijo la encargada del banco de sangre.
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Luego le hizo una prueba con un aparato electrónico portátil que le marcaba presuntamente solo 10.2 de hemoglobina y la funcionaria le reiteró que fuera a hacerse el análisis en el laboratorio privado. Según la encargada de captar a los donantes, el laboratorio del IPS no funciona y ese aparato portátil, sí.
Incluso, la funcionaria se dirigió a otra compañera suya que estaba con ella para decirle: “Mirána, demasiado descolorida nomásko ya es”, una aseveración que a la señora le pareció ya fuera de lugar y que podría considerarse como una especie de bullying. Ante estas trabas, las dos últimas personas se vieron obligadas a desistir de su intención de donar sangre.