En Paraguay la deformidad congénita ortopédica más frecuente es el pie bot. “Nosotros ahora mismo a nivel país tenemos una incidencia de 1,02 por cada 1.000 nacidos vivos”, comentó la traumatóloga Liza Valdez, quien a través de la Fundación Solidaridad tiene a su cargo el seguimiento y control de unos 1.300 niños que desde 2016 reciben asistencia médica gratuita mediante esta entidad de beneficencia.
En entrevista con La Nación/Nación Media, la médica habló de las implicancias de esta deformidad en el pie, que según afirmó es fácilmente diagnosticada a simple vista. “No se necesitan estudios complejos para hacer el diagnóstico y lo más importante es la detección, la derivación y el tratamiento temprano”, refirió.
Explicó que el tratamiento del pie bot, tiene dos fases: la del enyesado y la del mantenimiento. Dijo que la causa más frecuente de abandono del tratamiento es la distancia, porque usualmente los pacientes viven en el interior del país. Aclaró que desde la fundación siempre se trata de localizar nuevamente al niño a fin de que pueda llegar exitosamente al final de la terapéutica aplicada para posibilitar que desarrolle una vida normal.
“La primera fase es la de la intervención y enyesados en la que el paciente acude a la consulta. Luego una pequeña cirugía que es el corte del tendón (tenotomía), eso se hace dependiendo de la edad del paciente con anestesia local o con una pequeña sedación”, detalló.
Se trata de una cirugía muy pequeña, en la que el paciente ingresa y va de alta el mismo día. “Es una cirugía muy poco invasiva, toleran bastante bien el dolor”, precisó. En la segunda etapa del tratamiento, el médico tratante se ocupa del mantenimiento del paciente. En esta fase se le provee al paciente de un zapatito especial que debe utilizar hasta los cinco años.
La atención del recién nacido con pie bot debe comenzar preferentemente en el primer trimestre de vida, antes de que el niño empiece a caminar. Pero los que padecen pie bot pueden recibir tratamiento a cualquier edad, incluso siendo adolescente, según la doctora Liza.
“No existen motivos para que actualmente un niño tenga un pie bot sin corregir a nivel país”, enfatizó al mencionar que desde la Fundación Solidaridad y con el apoyo de una entidad internacional todos los elementos requeridos para el tratamiento son suministrados gratuitamente a los pacientes.
“Todo le pone la fundación, le da el yeso, le da el algodón, le da férula, etc. Esa férula tiene un costo de entre G. 1.000.000 y G. 1.800.000 dependiendo del tamaño. Todo es costo cero. La férula la recibimos en donación de Estados Unidos a través de nuestra fundación y se le entrega al paciente así como cualquier otro zapato. O sea, no hay forma que los niños dejen de ser tratados”, ratificó.
Descentralización de la atención
Actualmente la fundación ayuda a ocho hospitales del país en la atención a los niños con pie bot y la idea es lograr la descentralización en la atención. En julio se habilitará el consultorio número nueve en el Hospital Regional de San Pedro.
Existen clínicas o consultorios habilitados en los siguientes centros dependientes del Ministerio de Salud Pública: Hospital Pediátrico Niños de Acosta Ñu, Hospital Regional de Villarrica, Hospital Regional de Encarnación, Hospital Distrital de Caazapá (San Juan Nepomuceno), Hospital Regional de Ciudad del Este y en el Hospital Regional de Concepción. Así también, en el Hospital Regional de Villa Hayes y el Hospital Regional de Pilar.
“Generalmente la distancia es el motivo por el cual abandonan el tratamiento. Con la fundación tratamos de abrir más clínicas. Realmente nuestro sueño es tener una clínica en cada departamento”, finalizó.
El Día Mundial del Pie Bot fue introducido en 2013 por la Ponseti International Association y se celebra el 3 de junio de cada año, con el objetivo de crear conciencia sobre la discapacidad causada por el pie bot y la prevención de la misma mediante el método Ponseti.