Hace poco más de 16 años, un docente catedrático de la Universidad Nacional de Itapúa (UNI) fue agredido por un estudiante, pero en este caso vivió para contarlo. El educador lamentó que la agresión a educadores se vuelva a repetir. El profesional resaltó que lo ocurrido el martes en Colonia Independencia demuestra el mal momento que están pasando la educación y las familias paraguayas.
Se trata del profesor e ingeniero Daniel Mlot, de 44 años, que el 26 de febrero del 2007, fue baleado por uno de sus estudiantes mientras estaba impartiendo clases en la UNI. En aquel entonces, el joven percutió cuatro disparos contra el docente y fue con la firme intención de acabar con su vida. Pero lo ocurrido ayer lo dejó perplejo, ya que, pese a la similitud del caso, son cada vez más jóvenes los alumnos que actúan de esta manera.
“Realmente es preocupante. La educación de los chicos hoy en día es bastante complicada y preocupante. El primer filtro de los chicos debe ser en la casa, porque de ahí arrancan los problemas y esto trasladan ellos mediante la violencia a las escuelas. El día a día de las familias es complicado, porque se tiene que trabajar y el tiempo que nos quedamos en casa lo dedicamos a nosotros y desatendemos a los hijos”, dijo en entrevista con La Nación/Nación Media.
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Cuatro disparos y vivió para contarlo
Expresó que, lamentablemente, los casos de violencia son una constante en las instituciones educativas y que el Ministerio de Educación debe prever medidas para ayudar a los estudiantes y docentes. “Ese día yo no tenía que estar en clases, hice un cambio de horario con una compañera, pero gracias a Dios estoy pudiendo contar. Estuve en terapia intensiva más de un mes e internado por siete meses”, resaltó.
Explicó que su proceso de recuperación fue bastante largo y que incluso los médicos ya pronosticaron lo peor. En ese momento su familia y amigos ya tenían todo listo para su funeral. “También tuve una etapa crítica, donde los médicos salieron a decir que hicieron todo lo que podían y no sabemos si mañana va a amanecer. Fue realmente un milagro, que al otro día de repente reaccioné”, manifestó.
Afirmó que recibió cuatro impactos de balas en ese trágico suceso, uno en el brazo derecho, uno en el abdomen, uno en el pecho y el cuarto que pasó de refilón en la cabeza. “La herida más grave fue la del abdomen, que afectó intestino, uréter y demás órganos, con algunas secuelas porque algunos nervios no se volvieron a completar, pero en general todo bien”.
Se reunió con el agresor
Indicó que tras el alta médica lo único que tenía en la cabeza era reunirse con el joven y fue acompañado de otra docente, a quien cubrió el fatídico día. “Todo el tiempo pensé en por qué lo hizo contra mí y por qué quiso acabar con mi vida, porque ese era su objetivo. Por suerte, dentro de todo era una situación bastante compleja y era un descontento contra el sistema educativo de la UNI, no era una cuestión particular o personal conmigo”, afirmó.
El profesional resaltó que el joven fue condenado por oficial de la Fiscalía a 12 años y actualmente está libre, luego de estar encerrado 9 años y medio. “Él fue decidido a matar a alguien ese día, pero no tengo rencor, ni odio, ni accioné contra él. Actualmente está libre y no tengo miedo de reencontrarme con él. Yo doy gracias a Dios de que estoy vivo y poder seguir disfrutando de la vida”, reiteró.
Por último, el docente indicó que un año después de lo ocurrido volvió a las aulas y que sigue impartiendo clases en la universidad y que también se sigue formando dentro de la institución. “Desde el año 1999 soy docente de la universidad, ya tengo 25 años de docencia e inclusive puedo acceder a la jubilación”, puntualizó.
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