Un término muy ligado al actual mundo de los jóvenes es el ocultismo, ya que mismo la industria del entretenimiento está centrado en él, aparece en películas, programas de televisión, videojuegos y libros. Son muchos los que se sienten atraídos a temas esotéricos, de demonios, vampiros y brujas.
El ocultismo es el conjunto de conocimientos y prácticas relacionados con la magia, la alquimia, la astrología y materias semejantes, que no se basan en la experimentación científica. En los últimos tiempos, la mayoría de los estrenos tanto en cine como en plataformas de streaming orbitan alrededor de estos temas, provocando miedo, mundos paralelos, brujería y magia en la mente de aquellos que lo consumen.
“Los jóvenes tienen curiosidad sobre la metafísica y esto no es nueva en nuestra cultura, las personas durante su adolescencia, como parte de los procesos de consolidación de su identidad buscan respuestas mágicas o esotéricas para aquellos aspectos místicos que el sentido común no logra resolver o para los que la ciencia ofrece una respuesta parcial, aburrida o desinteresada”, manifestó la psicóloga Laura Cáceres en conversación con La Nación/Nación Media.
Agregó que en el periodo de la adolescencia ocurren constantes cambios de humor, la búsqueda de identidad y el proceso de independización de los padres, lo que hacen que esta etapa esté llena de desafíos. Así también, la adaptación social y la pertenencia a grupos de amigos cobran más importancia que nunca, esto podría conducir a situaciones de riesgo.
“En este mundo donde prima la competencia, adicciones a las drogas, narcotráfico, violencia, discriminación, abuso, consumismo, desigualdad económica, las instituciones educativas se convierten en una extensión de esta actualidad y, por tanto, son susceptibles a experimentar los efectos negativos de estos fenómenos”, puntualizó. Además, dijo que los jóvenes al estar expuestos a contenidos de entretenimiento con ocultismo, son vulnerables a que estos les induzcan a decisiones equivocadas.
Consecuencias del desapego afectivo
Otro fenómeno que cada vez más impacta en la vida de los jóvenes, es el desapego afectivo. El avance de la tecnología está generando efectos secundarios en la sociedad, niños y niñas están creciendo ante las pantallas de YouTube, como principal educador, otros desde muy pequeños experimentan total independencia por la vida ocupada de sus padres, mientras que entre los jóvenes el consumismo se apodera de ellos.
“El desapego emocional es la capacidad que tiene la persona de desengancharse, desvincularse y no aferrarse a algo que le genera cierta dependencia”, señaló la especialista en salud mental. Al respecto, dijo que a medida que se desarrolla la independencia durante la infancia suelen ser aún más conscientes de las separaciones y como consecuencia pueden presentar inseguridad, ansiedad, incertidumbre, baja autoestima y mala regulación de las emociones, poca capacidad de resiliencia y dificultad para solucionar conflictos personales, laborales o sociales.
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