Rebeca Vázquez y Eduardo Velázquez, enviados especiales de Nación Media.
El matrimonio que estaba compuesto por Sofía Concepción Rodríguez de Cristaldo, la finada directora del Colegio Nacional San Gervasio, y Arnaldo Cristaldo, quien se encargaba del mantenimiento de la institución educativa, solía ser uno abocado a la escuela, entregado a su comunidad educativa, su vivienda está ubicada frente a la institución, por lo que no eran ajenos a sus necesidades.
Cristaldo, en medio de lágrimas de dolor, impotencia y cierta rabia, pide a la comunidad llorar con él por su querida esposa, quien en vida fue cabeza de la comunidad educativa, a quien él acompañaba en su deber al frente de la institución, siendo el encargado del mantenimiento y la limpieza del colegio.
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“Para qué mataron a mi esposa, una mujer excelente, lloren conmigo”, manifestó Cristaldo en entrevista con La Nación y clama desesperadamente justicia para Sofía a las autoridades del Ministerio de Educación y del gobierno. Cristaldo queda viudo con dos hijos: una niña de 13 y un adolescente de 16 años, este último con la imagen traumática en la cabeza, tras haber presenciado el ataque y posterior muerte de su madre, en plena sala de clases.
El hombre pidió que los colegas docentes de su finada esposa lo acompañen en este dolor profundo, a las autoridades del MEC pidió que brinde mayor protección a los docentes: “Somos un matrimonio abocado a la educación”, dijo a LN y pidió un acompañamiento eficaz para la protección de los mismos, mientras que a los padres de los estudiantes, pidió mayor atención a sus hijos, para que no lleguen a situaciones como las que llegó su esposa a quien llora desconsoladamente.
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