Verónica Giménez, veronica.gimenez@nacionmedia.com

El 25 de mayo de 1995 nació el Diario La Nación de la mano de una democracia que daba sus primeros pasos en nuestro país. A lo largo de estos 28 años y con más de 10.000 ediciones, se convirtió en un medio multiplataforma que ofrece a sus lectores noticias en varios formatos, bajo el compromiso de un periodismo serio y riguroso.

“Una voz independiente para un nuevo Paraguay” fue el titular de la primera tapa que salió a las calles con la promesa de brindar infor­mación confiable, responsa­ble y de calidad, en tiempos en que los diarios se apilaban en los quioscos, se vendían en las esquinas, llegaban a las casas y acompañaban las conversaciones familiares. Desde entonces y hasta hoy, con más de un cuarto de siglo, La Nación continúa marcando un desafío editorial que se sostiene firme gracias al trabajo de sus colaboradores.

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El diario La Nación, instalado sobre la calle Zavala Cué de la ciudad de Fernando de la Mora, fue hogar de importantes referentes (varios ya jubilados), así como formador de numerosos profesionales, rol que hasta este día sigue dando frutos. “Estaba en radio Montecarlo FM en el 94, en el área de prensa, cuando el grupo se expandió y surgió la convocatoria del diario La Nación. Muchos de los que estudiábamos Comunicación en la UNA (Universidad Nacional de Asunción) nos anotamos y, de hecho, algunos excompañeros de facultad siguen siendo colegas de trabajo hasta hoy. Fue una gran oportunidad y también un gran desafío empezar un diario ‘de cero’”, recuerda Arturo Peña Villaalta, actual jefe de Redacción de la versión impresa de La Nación.

La nueva propuesta periodística contaba con una tecnología de punta, de la mano de jóvenes profesionales y figuras con experiencia, que daban inicio a un nuevo medio de comunicación en el país. “El diario contaba con equipos fotográficos de primer nivel, a tal punto que a cada reportero gráfico le fue entregado un bolsón con dos cámaras más, sus lentes y accesorios. Teníamos la tecnología que en ese momento utilizaban medios a nivel internacional, eso motivaba aún más”, relató Carlos Juri, editor en jefe del Departamento de Fotografía.

Para Pánfilo Leguizamón, uno de los colaboradores a quien mejor identifica el mote de pionero por su antigua vinculación laboral y quien hoy es el actual subeditor de Fotografía, La Nación construyó su profesión y motivó a descubrir su verdadera pasión: el fotoperiodismo. “Empecé en el diario desde la construcción del edificio, luego fui contratado como seguridad y después de 9 meses pasé a ser recepcionista. En mis tiempos libres practicaba en el laboratorio de fotografía, hasta que un día me trasladaron a esa sección como laboratorista para los revelados de las películas negativas, ya que en esa época no existían las fotos digitales. Luego de 7 años hubo una reestructuración que dio paso a la era digital y a mí me dieron la oportunidad de formar parte del equipo de reporteros gráficos”, comentó.

Equipo de Nación Media durante una megacobertura de jornada electoral. Foto: Archivo/Carlos Juri

Recuerdos que dejaron huellas

Carlos Juri complementa el relato de Pánfilo, recordando que en su inicio como jefe del departamento, en el 2004, propuso vender la máquina que revelaba los rollos para empezar la digitalización, propuesta que prosperó y dio paso a la modernización. “Pánfilo era el operador de dicha máquina y cuando esa mañana se presentó a trabajar y no la encontró se fue a mi oficina a reclamarme, a su manera, que habíamos vendido su fuente de trabajo. No sabía que teníamos preparado para él un bolsón con todos los elementos de fotografía para que fuera desde ese día un reportero gráfico y que comenzaría a crecer profesionalmente”, describe.

Por su parte, Arturo Peña recuerda que el equipo del diario estuvo conformado meses antes de su primera edición y tenían reuniones en la antigua quinta Los Aleros, adyacente a la sede del medio. Semanas antes de la salida del diario a las calles, el plantel de periodistas estuvo trabajando en los “números cero”, es decir, como si ya estuviera en circulación. “La gente salía de cobertura y se hacía todo el proceso hasta la impresión para ajustar los detalles. Recuerdo que nos quedábamos hasta después de la medianoche para ver cómo salían los diarios de la boca de impresión”, comenta.

“La generación de periodistas que inició el diario fue la que vio extinguirse a las máquinas de escribir para pasar a las computadoras de escritorio. Años más tarde, la red de internet llegó a la redacción para generar toda una revolución en la comunicación. Aún recuerdo el sonido ensordecedor de los teléfonos de línea baja en la redacción, muy diferente a la actualidad donde ya casi nadie utiliza ese medio. Fue una gran experiencia vivir todo ese proceso”, agrega sobre esa conexión que se estableció a fines de 1997 para cambiar todo para siempre.

El diario La Nación está conformado por redactores, periodistas, editores, fotógra­fos, choferes, diseñadores, dia­gramadores, las áreas comer­cial, administrativa, operarios de máquinas, entre otros colaborado­res. Pero, más allá de los cargos, secciones y departamentos, hace 28 años se caracteriza por el mismo valor humano y profesional. Tanto Arturo, Carlos como Pánfilo coinciden que el compañerismo y la amistad son los pilares fundamentales de este lugar al que muchos lo llaman “segunda casa”, donde la solidaridad del compañero está siempre puesta al servicio del otro.

Pasos hacia la era digital

El diario La Nación fue evolucionando y hoy es una empresa periodística que, como parte de Nación Media, converge con diversas plataformas como: GEN, HEi, Montecarlo FM, radio Corazón, Tropicalia, 103.1 FM Popular, Universo 970 AM, In Out Music, y los diarios Crónica, Popular, Hoy y ADN, además de la página deportiva Versus y la revista de negocios Foco.

Celebración del equipo LN por su 27° aniversario. Foto: Archivo

Fue uno de los primeros medios en dar paso a la nueva transmisión de información, que trazaba el camino hacia la era digital, pero sin sustituir el diario impreso que hasta la actualidad cumple un rol esencial. En la última década, se comprometió a perfeccionar la sinergia entre las plataformas de distribución y el grupo de medios, bajo objetivos estratégicos comprometidos con la información veraz, y el entretenimiento con valores y calidad narrativa.

La Nación también brindó la posibilidad a profesionales de empezar desde cero y a crecer profesionalmente en lo que aman hacer. Tal es el caso de Lourdes Pintos, actual subjefa digital, que destaca al diario como el primer medio de prensa escrito en que le tocó trabajar. “Hace 7 años estoy aprendiendo, tanto de los colegas que llevan años de experiencia como de los compañeros que se inician en esta profesión. Todos los días es un nuevo aprendizaje. Desde el día que ingresé hasta hoy, hubo varios avances en distintos aspectos. Uno de ellos fue el cambio de imagen en la infraestructura, que se adaptó a los estándares para que los periodistas nos sintamos más a gusto”, expresa.

Con solo 18 meses de antigüedad y 24 años de edad, la creativa audiovisual Violeta Vigil es parte de los innovadores avances del diario en los últimos años. “El crecimiento se puede ver reflejado en el trabajo, en la calidad y en números. Al estar a cargo del área digital de reel, un área que está siendo explorada poco a poco, teniendo en cuenta que la especialidad del diario era la impresión y el papel, es muy satisfactorio notar los avances a pasos agigantados de LN”, resalta.

“La Nación logró crecer, se ubica actualmente como uno de los principales diarios del país. No se puede dudar que genera un gran efecto en la opinión pública a través de todas las informaciones que hace llegar a las personas. De hecho, su público se volvió bastante variado, desde jóvenes hasta adultos, siendo a mi consideración, el medio que más llegó al segmento joven”, comparte Paúl Fernández, un joven periodista de la sección de Negocios.

El talento joven suma al contenido diario y de calidad que llega a los lectores con informaciones nacionales e internacionales. “Es un medio que apuesta y valora el talento de los jóvenes, y brinda la posibilidad de crecimiento a quienes muestran las ganas y el interés de seguir creciendo profesionalmente”, manifiesta la subjefa digital.

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Paúl y Violeta son jóvenes promesas del periodismo actual, ambos desde sus diferentes áreas reconocen su crecimiento personal y profesional al pertenecer a un medio que confía en sus habilidades por un común denominador: informar con veracidad. “Me enseñó a ver la vida desde una perspectiva más amplia, a confiar que mi capacidad no tiene límites y que puedo ir aprendiendo todos los días, llegar a hacer grandes cosas que capaz, hace un tiempo, creía que no podía. La Nación te enseña que el trabajo en equipo es fundamental y que en esta hermosa profesión debe primar la solidaridad con los compañeros, con los que inician, y el respeto hacia los que tienen trayectoria”, reflexiona Paul Fernández.

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