El Instituto Nacional de Ablación y Trasplante (Inat) informó este jueves que en la noche del miércoles último se realizó un operativo de ablación de órganos de paciente con declaración de muerte cerebral, lo que permitirá salvar vidas y mejorar la calidad de vida de pacientes en lista de espera de trasplante.
De acuerdo al reporte, un riñón será trasplantado a paciente del Hospital de Clínicas, el otro riñón a un receptor pediátrico de Hospital Central del Instituto de Previsión Social (IPS), mientras que el corazón a paciente del Instituto Nacional de Cardiología J. A. Cattoni y las córneas irán a beneficiarios de la fundación Visión.
Puede interesarle: Ante nueva crecida, instan a familias a permanecer en refugios
Destacan la labor de los equipos de médicos comprometidos en todos los operativos de donación y trasplante y recuerdan que cada proceso de donación se rige a un estricto protocolo, teniendo en cuenta la situación epidemiológica por arbovirosis y COVID-19.
Igualmente se realiza un claro reconocimiento y gratitud al donante, cuyo familiar respetó su voluntad en vida respecto a la donación de órgano. Desde el Inat explican que la asignación de órganos y tejidos se realiza sobre la base de la lista de espera única y nacional, con cobertura 100 % por parte del Ministerio de Salud.
Según la “Ley Anita” 6170/18, toda persona mayor de 18 años es considerada donante de órganos posterior a su fallecimiento. Si alguien no desea donar, debe manifestarlo por escrito al Instituto Nacional de Ablación y Trasplante (INAT).
Dejanos tu comentario
La niña que murió esperando un donante de corazón que nunca llegó y motivó la Ley Anita
Existen acontecimientos que golpean a la sociedad y de alguna manera logran dejar un presidente en la vida de las personas. Eso ocurrió con la muerte de Ana Laura Almirón Riquelme, más conocida como Anita, una niña cuya historia de vida conmovió a todo un país y movilizó a miles, en una campaña para conseguir un donante de corazón compatible que le permita seguir viviendo.
Anita era una niña de 6 años de vida cuando el 10 de abril del 2013, cerró sus ojos claros y partió a la eternidad en un dulce sueño del que nunca más despertó, mientras esperaba un corazón compatible que nunca llegó.
Durante dos años, Anita sufrió las complicaciones de un corazón enfermo debido una miocarditis dilatada. Permaneció durante meses en la lista de espera de un donante, pero tras superar por un mes la expectativa de vida en su condición terminal (los médicos le dieron seis meses de vida), falleció a raíz de una falla cardiaca en el Instituto de Previsión Social (IPS).
En ese entonces, no se tenían los corazones artificiales, por lo que no podía ser conectada a uno de ellos. Al igual que ella, otras nueve personas, entre ellas pacientes pediátricos, estaban en la lista de espera para recibir un corazón y cientos más aguardaban la donación de otros órganos vitales.
Tanto familiares como amigos habían organizado varias actividades para la recaudación de fondos y la concienciación sobre la importancia de la donación de órganos y estos gestos crecieron, pero esta vez por parte de la ciudadanía en general.
La historia de Anita, el carisma de la niña y el amor profundo que habían demostrado sus padres y familiares, quienes lucharon con ella hasta el último suspiro, sirvieron como inspiración y motor para una iniciativa parlamentaria, la Ley 6170/2018 que reglamenta el trasplante de órganos y tejidos anatómicos humanos en Paraguay, más conocida como la Ley Anita, en su memoria.
Con esta normativa todos los individuos mayores de 18 años son donantes de órganos. Solo aquellas personas que hayan dejado expresa constancia de negación no serán donantes de órganos y tejidos. Esta constancia de negación es un trámite gratuito y exclusivamente personal.
Así se sentó el precedente que busca proporcionar facilidad a los donantes voluntarios y el respeto a la decisión manifestada en vida. En el marco de la ley, se establecieron medidas como, por ejemplo, que en la cédula de identidad cada ciudadano cuente con la denominación de si es o no donante de órganos, de manera a contar con un documento respalde y sea de fácil acceso.
La reglamentación
En conversación con La Nación / Nación Media el doctor Hugo Espinoza, director del Instituto Nacional de Ablación y Trasplante (Inat) comentó que este tipo de iniciativas ayudan al trabajo del sistema sanitario por la importancia de la regulación, y por sobre todo, por los parámetros claros a la hora de la donación de órganos.
En cuanto al hecho de contar con un registro más accesible de los ciudadanos que son donantes o no, el médico aseguró que sirve especialmente a la hora de determinar la voluntad del paciente, ya que si cuenta en su cédula con la indicación de que sí es donante, o que no lo es, esta decisión debe ser respetada por los familiares y el equipo médico.
“Existen varios niveles de trabajo a la hora de hablar de trasplantes de órgano en todo el país, con un sistema de donación, que implica al Ministerio de Salud Pública, las terapias intensivas y la compresión de lo que es la muerte encefálica, porque este también es un término relativamente nuevo. Se da a partir de 1960 este diagnóstico, no es algo de lo que se habla desde hace siglos”, expresó el doctor Espinoza.
El proceso
Enfatizó en que la mayoría de los casos cuando se habla de pacientes con muerte cerebral, los familiares no comprenden inmediatamente que este diagnóstico implica que ya no existe respuesta activa del cerebro y que de manera gradual, todas las funciones del cuerpo del paciente irán fallando, a pesar de que en el momento cuenten con asistencia mecánica.
“Algo maravilloso que se ha logrado con los avances médicos y es el hecho de poder prolongar la vida de los demás órganos del cuerpo cuando se diagnostica una muerte cerebral, haciendo que estos órganos sean viables para un trasplante. Pero hay que tener en cuenta que de igual manera existe un tiempo determinado para esta acción”, remarcó el titular del Inat.
El profesional médico remarcó el hecho de que la donación de órganos se realiza solo cuando se determinó la muerte encefálica; o sea, cuando la persona está fallecida, lo cual debe ser constatado por dos médicos, uno de ellos un neurólogo, neurocirujano o intensivista, a través de procesos específicos de diagnóstico. En cuanto a personas que son diagnosticadas en coma o con un estado vegetativo, no se puede proceder bajo ningún caso, ya que continúan vivas.
“Cuando hablamos de donantes de corazón o pulmones o de una donación de varios órganos a la vez, estamos hablando de un donante cadavérico, aunque en Paraguay también contamos con la modalidad de trasplante vivo que se realiza de algunos órganos entre familiares compatibles con el paciente”, destacó el doctor Espinoza.
La donación de órganos es un acto de amor y solidaridad que puede ayudar a salvar y cambiar la vida de muchas personas, generando un impacto positivo en medio de un momento triste y de pérdida, elevando de esta manera el legado de amor de un ser querido.
Observación: Desde La Nación intentamos conversar con los padres de Anita, para recordarla en esta nota, pero no tuvimos éxito.
Lea También: Autismo, una condición donde la comunicación y la percepción se redefine
Según los datos del Inat, hasta febrero de este año en total 267 pacientes se encuentran en la lista de espera para un trasplante. Los que aguardan por un trasplantes cardíaco son 8, de los cuales 3, se encuentran en prioridad.
En cuanto a los trasplante de hígado son 5 los pacientes en lista de espera y 82 están a la espera de un trasplante de riñón, mientras que los que están registrados para un trasplante de córneas son 172 personas.
Dejanos tu comentario
Dos pacientes con trasplante de corazón recibieron el alta en el Hospital San Jorge
Este viernes, con mucha alegría y satisfacción dieron de alta a dos pacientes que fueron trasplantados del corazón en el Instituto Nacional de Cardiología. Ambos pacientes sufrían de cardiopatías terminales y recibieron una nueva oportunidad de vida gracias a la donación de órganos, que fueron consentidas por las familias de los donantes.
Hoy, los pacientes José Ferreira, de 40 años, oriundo de la ciudad de San Antonio y Hugo Zalazar, de 41 años, recibieron el alta médica por parte de los profesionales del instituto que funciona dentro del Hospital San Jorge. De esta forma pasaron a ser los pacientes 22 y 23 en recibir el trasplante de corazón dentro del centro asistencial.
“Esto es algo que nos llena de satisfacción y orgullo al Instituto Nacional de Cardiología. Hasta la fecha hemos realizado 23 trasplantes cardiacos, algo que hace unos años resultaba totalmente impensado que pueda realizarse en un hospital público. Es una noticia muy buena para todos”, detalló el doctor Marcos Melgarejo, director del hospital, en conferencia de prensa.
Resaltó que ambas personas sufrían cardiopatías terminales y que requerían de un trasplante para poder continuar con sus vidas. “Se trata de dos trasplantes cardíacos en un mes y eso es muy raro. Ellos volverán a sus casas para reintegrarse a su vida social de a poco y tener contacto con sus familiares”, aseguró.
Indicó que la primera cirugía se realizó el 3 de marzo y el 17 del mismo mes se realizó el segundo trasplante. Uno de los pacientes estuvo más de un año en lista de espera, porque no había compatibilidad con los donantes que aparecían. “Es fundamental la donación de órganos, porque podremos tener la tecnología y los profesionales, pero sin la donación no sería posible”, detalló.
Agradecidos
Los receptores se mostraron muy agradecidos a las familias de los donantes y los profesionales que hicieron posible que puedan tener una nueva oportunidad. “Volví a nacer. Tengo una nueva vida y agradezco a las personas que hicieron posible esto. Gracias a Dios y a la Virgen”, dijo José.
En tanto que, en medio de lágrimas Hugo ratificó el agradecimiento al plantel médico y a los donantes. “Fue una buenísima atención la que me brindaron en el instituto. Hoy puedo volver a mi casa, gracias a la donación y a la familia que dijo sí al procedimiento”, manifestó. Aclaró que su padre falleció en la espera de un donante de riñón.
Dejanos tu comentario
Aguardan por un donante pediátrico para la pequeña Bianca
La pequeña Bianca Sofía es una bebé de solo 2 años, oriunda de Misiones, que fue diagnosticada con una miocardiopatía hipertrófica en fase dilatada, lo que deteriora rápidamente el funcionamiento de su corazón. Ahora sus familiares y amigos realizan una masiva campaña de concientización sobre la importancia de la donación de órganos, en especial de pacientes pediátricos.
“Desde el sábado, Bianca está en terapia intensiva, siendo medicada y con soporte para que su corazón continúe aguantando. Según los médicos, el funcionamiento del órgano es de un 20 %, por lo que el trasplante se necesita de manera urgente”, comentó Diana Roldán, madre de la pequeña Bianca, en conversación con La Nación/Nación Media.
Destacó que hace seis meses tuvieron la posibilidad de recibir un órgano, pero la familia del paciente posible donante se negó, por lo que apelan a la solidaridad de las familias que atraviesan por el duro proceso de despedida de sus seres queridos para que también puedan pensar en el bien y el maravilloso legado que quienes más aman pueden dejar en la tierra.
Ahora no solo la familia de Bianca, sino que todos aquellos que conocen su historia, se encuentran enfocados en que más personas conozcan sobre su lucha, ya que de esta manera hay mayor posibilidad de dar con un donante pediátrico, quien se convertirá en el ángel donador de la pequeña.
El donante debe reunir ciertas características, como el peso, que puede ser de 10 a 35 kilos, además de contar con el mismo tipo de sangre. Actualmente, Bianca está siendo asistida por un equipo multidisciplinario en el Hospital Pediátrico Niños de Acosta Ñu.
Bianca se encuentra en compañía de sus padres, Diana Y William, quienes aguardan por el milagro de la vida y apelan a la concienciación y buena voluntad de posibles donantes, ya que en el caso de pequeños como su hija, la única esperanza es dar con un donador pediátrico.
Lea También: Registro subterráneo de la Ande exploto y casi lesiona a un niño y su niñera
Dejanos tu comentario
Neuróloga resalta importancia de la concienciación sobre la epilepsia
Del 24 al 28 de marzo se conmemora la semana mundial de concienciación sobre la epilepsia, también conocida como Semana Púrpura, con el objetivo de educar sobre esta enfermedad neurológica y derribar los estigmas que rodean.
En ese contexto, el departamento de Neurología de Adultos de la Facultad de Ciencias Médicas UNA - Hospital de Clínicas, lleva adelante charlas educativas para pacientes y familiares de modo a informar sobre los síntomas, tratamientos y cuidados de la epilepsia. La actividad se extenderá hasta mañana 28 de marzo.
La Prof. Dra. Marta Galeano, jefa de Neurología, explicó que la epilepsia es una enfermedad crónica provocada por una lesión en el cerebro, donde ciertas neuronas comienzan a generar descargas eléctricas anormales. Sus manifestaciones varían desde sacudidas musculares, pérdida de conocimiento y alteración de esfínteres, hasta episodios menos evidentes como parpadeo intenso, movimientos involuntarios o sensaciones de hormigueo.
Lea más: Cardiopatía isquémica: la principal causa de muerte en Paraguay
La epilepsia puede afectar a personas de todas las edades y géneros, siendo más frecuente en países en vías de desarrollo, debido a menores cuidados en salud y educación. Existen diferentes tipos de epilepsia y puede tener origen genético, siendo la más frecuente la idiopáticas (de origen desconocido) y secundarias (causadas por traumatismos, infecciones). En Paraguay, una de las principales causas es el traumatismo de cráneo, común en accidentes de tránsito, especialmente de motociclistas. También puede surgir tras infecciones graves como sinusitis no tratadas, que derivan en abscesos cerebrales.
Diagnóstico y tratamiento
El diagnóstico de la epilepsia se basa en estudios como el electroencefalograma, tomografías y resonancias. El tratamiento consiste en medicación anticonvulsivante, donde el 70 % de los pacientes logran llevar una vida normal, sin embargo, un 10 % presenta epilepsia refractaria, es decir, resistente a los fármacos, requiriendo opciones más avanzadas como la cirugía. “El éxito del tratamiento depende de un diagnóstico precoz y de la adherencia del paciente a la medicación”, enfatizó la Prof. Dra. Galeano. Además, destacó que la epilepsia no impide estudiar, trabajar o formar una familia, siempre que se sigan las indicaciones médicas.
Recomendaciones
Las personas con epilepsia deben evitar trasnochar, el consumo de alcohol y la suspensión repentina de su medicación. También se recomienda precaución en actividades como conducir o nadar sin supervisión.
En caso de presenciar una crisis epiléptica, se aconseja colocar al paciente de costado para evitar broncoaspiración, retirar objetos peligrosos del entorno, no introducir objetos en la boca, ya que la lengua no se traga. La especialista instó a buscar asistencia médica si la convulsión dura más de cinco minutos.
Te puede interesar: Dan de alta a una de las dos niñas intoxicadas con gomitas de marihuana