Por: Viviana Orrego (viviana.orrego@nacionmedia.com)
La Semana Santa es un tiempo de meditación y reflexión cargada de mucha tradición, costumbres y creencias, sobre todo para las personas y familias que profesan la religión católica. En este sentido, los promotores culturales Andrés Caballero y Clemente Cáceres nos traen a colación las costumbres y acciones que se desarrollaban antes en este tiempo, sobre todo ¿qué hacían o jugaban antes los niños en estos días?
Según Caballero, anteriormente en Semana Santa las muñecas, pelotas y otros juguetes se juntaban todos en un canasto y se alzaban en un lugar alto donde los pequeños de la casa no tenían acceso a ello. También, estaba prohibido correr, saltar, gritar porque estaba totalmente prohibido jugar, ya que según las costumbres y creencias, que eran respetadas en tiempos atrás, esta semana era tiempo de oración, reflexión y silencio, al que debían participar los niños.
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“En Semana Santa no había juego, pero la diversión para los niños era prácticamente el Miércoles o Jueves Santo donde toda la familia se reunía en torno a la mesa y el tatakua para hacer la chipa. Aquí los niños participaban activamente dándole forma a las chipas, especialmente el lopi o la paloma, que no es fácil de hacer, era un desafío hacerlo bien y esa es la diversión”, indicó Caballero, en comunicación con La Nación-Nación Media.
Posteriormente, el Jueves Santo la actividad central es en torno al Karu guasú o comilona en familia, los niños junto a sus padres se levantaban temprano a preparar o calentar el tatakua, para preparar una gran cantidad de alimentos frutos de sus chacras y faenas de sus animales. Se cocinaba en gran cantidad carne de cerdo, vaca, pescado, sopa paraguaya, chipa guasú, para luego compartir en familia y que los niños disfruten de la comida de sus padres o abuelos, en la casa familiar.
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El Viernes Santo, los niños acompañaban toda la celebración, que es un día de silencio, quietud. No se corría, no se saltaba, incluso las escobas se guardaban, porque estaba prohibido barrer o limpiar el Viernes y Sábado Santo. Generalmente, algún integrante de la familia, sea abuelo o abuela, madres o padres, juntaban a sus niños bajo un árbol y les dedicaba tiempo contándoles las historias bíblicas o pasajes de la Semana Santa.
“La otra diversión de los niños, por así decirlo, en Semana Santa, era el Sábado Santo,porque es el día de cambio de paño de cruces como símbolo de la resurrección. Las familias que tienen difuntos preparaban los famosos portiju o bolsitas con golosinas, e incluso dinero para repartir a los niños en los cementerios, luego de haber preparado el calvario el día Viernes Santo”, relató Caballero.
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Por lo que el día Sábado Santo o de Gloria, los niños acudían al cementerio con sus padres a visitar a familiares difuntos, pero iban contentos porque sí o sí había recompensa, juntaban todo tipo de golosinas, jugos e incluso billetes de dinero. Esta tradición, sigue vigente hasta el día de hoy en el interior del país, pero en Asunción se perdió, ya que se observa que muy pocas familias ya hacen esta acción.
El día Domingo de Pascua, o de resurrección, ya se bajaban los juguetes, había juegos, los niños ya se pueden juntar a jugar con las muñecas o los partidos, pero antes, bien temprano debían acudir a visitar a sus padrinos de bautizo, llevarle algún obsequio y recibir la palmada de pascua como señal de bendición y buen augurio.
Semana Santa de antes
Por su parte, Cáceres habla que anteriormente según la costumbre paraguaya la Semana Santa ya iniciaba a partir del miércoles de ceniza, ya que de ahí son 40 días de vigilia o seis semanas de penitencia antes de la Pascua. Se trata también de la última semana de la cuaresma, desde el Domingo de Ramos hasta el Domingo de Resurrección, que se dedica a recordar la pasión, muerte y resurrección de Jesús.
“En tiempos de cuaresma, ya ni siquiera se podía bailar más, estaba totalmente prohibido escuchar música fuerte y por supuesto que todo baile se suspendía. Esto, debido al peso que ejercía la Iglesia católica que impedía este tipo de actividades, porque el mismo sacerdote se acercaba a la comisaría a dar su queja, por eso los carnavales terminaban antes de la cuaresma”, indicó Cáceres en comunicación con La Nación-Nación Media.
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