La Semana Santa es una de las actividades religiosas más esperadas y respetadas por la feligresía católica, y es así que en los próximos días las familias se reúnen para preparar la tradicional chipa, sopa paraguaya y chipa guasú como una variedad de cortes de carnes, pollo y pescado, además, de pasar unos días de mucha reflexión. Pero también es importante moderar las porciones para evitar problemas estomacales por exceso de comida.

Según la nutricionista Mariela Ayala, se puede disfrutar de todos los alimentos que se van a preparar durante los días santos, pero se debe cuidar las porciones y los horarios en que uno consume. Recomendó que se elijan productos frescos y que sean cocinados para el día del consumo y evitar ingerir productos en mal estado, y no llegar a las salas de urgencias.

“Se aconseja consumir los alimentos sin exagerar y cuidar las porciones durante estos días. Preparar solo la cantidad de alimentos que se va a ingerir cada día y consumirlos con moderación. Evitar el uso excesivo de aderezos como cuidar la hidratación con agua”, detalló Ayala en entrevista con La Nación/Nación Media.

Explicó que como es costumbre se prepara la carne al horno o a la parrilla y que lo aconsejable sería elegir carnes magras, que pueda ser acompañada por una ensalada fresca. “En la noche del Jueves Santo elegir como cena alimentos frescos y mantenerlos refrigerados. Lo importante comer hasta las 20:00″, confirmó.

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La profesional indicó que la chipa paraguaya es consumida en diversos tipos de comida, su preparación y consumo se difunden de generación en generación, pero se debe evitar la grasa de origen animal. “Evitar en la preparación de las comidas tradicionales, el uso de grasa animal ya sea de cerdo o vaca ya que aportan colesterol al organismo. Se puede reemplazarla por aceites vegetales, como por ejemplo los de canola, maíz, girasol”, señaló.

Agregó que también es importante disminuir o evitar en lo posible el agregado de sal a las comidas, porque ayuda a prevenir y controlar la hipertensión arterial. “Se debe cuidar que el aporte de la sal durante todo el día no sobrepase los 5 gramos por persona, se debe tener y contabilizar también la sal contenida en los alimentos envasados”, manifestó.

En cuanto a las carnes ya sean de vaca, pollo o pescado, es importante adquirir productos frescos y en buen estado. “Elegir siempre aquellas sin grasa visible o retirarla antes de ser cocinadas. En caso de los pescados, mirar que tengan ojos brillantes y transparentes, que posean una carne firme y de color característico. Evitar consumos de embutidos en estos días”, indicó la especialista.

Así también, Ayala dio algunos consejos extras como masticar 20 a 30 veces cada bocado, para lograr una buena digestión; verificar las etiquetas nutricionales de los envasados y que deben aportar sólo 5 % de sodio, y también sumó a la lista dormir las horas necesarias (alrededor de 8 horas diarias). “Es muy importante controlar el consumo de bebidas alcohólicas, por otro lado”, puntualizó.

Jueves Santo: Cerdo, oveja o pollo, cocinados al horno o a la parrilla (preferir cortes de lomo por su menor contenido de grasa). Las carnes pueden ir acompañadas con una ensalada de verduras u hortalizas frescas, chipa o sopa paraguaya y como postre una fruta con cáscara.

Viernes Santo: como primera opción tarta de acelga con ensalada de verduras u hortalizas frescas. Como segunda opción arroz quesú con pescado (sardina, atún, etc.). El tercer menú sopa o guiso de legumbres (garbanzo, lenteja, porotos en general, con verduras y arroz o fideo) y la cuarta opción un chupín de pescado o caldo de mandi’i. Como postre: manzanas, peras o ciruelas.

Sábado Santo: Se puede almorzar pollo al horno o a la parrilla acompañada de una colorida ensalada de vegetales crudos, siempre elegir una opción fresca. Como postre una gelatina con frutas. Para el Domingo de Pascua: el almuerzo puede ser un rico asado vacuno magro con variedad de ensaladas crudas y cocidas, de postre un helado de yogur.

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