El reumatólogo Ernesto Paredes habló del esquema de tratamiento aplicado en la fase subaguda de la infección por chikungunya, caracterizada por las inflamaciones articulares. Se está experimentando un “tsunami de pacientes” en la especialidad de Reumatología, que son tratados preferentemente con corticoides.
“Nosotros en la especialidad estamos experimentando lo que se llama una especie de tsunami de pacientes, que lastimosamente son afectados por esta epidemia de chikungunya”, señaló a la 1080 AM.
Se mostró optimista al asegurar que “esto va a pasar” al aludir a las secuelas de la enfermedad localizadas en las articulaciones. “Quiero dar esperanza a los pacientes. Tiene su tiempo, tiene su esquema de tratamiento, su esquema de seguimiento”, indicó.
Explicó las etapas de la enfermedad, una de ellas es la fase aguda en la cual el paciente “florece con síntomas dolorosos” y fiebre. Estos síntomas se experimentan aproximadamente durante dos semanas. “En esos pacientes casi siempre se aplica toda la sapiencia de un clínico, un terapista. Se agudiza principalmente para detectar pacientes con alto riesgo”, comentó.
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Etapa subaguda puede durar tres meses
Luego viene la segunda etapa, subaguda, que requiere de la participación de los reumatólogos, clínicos, médicos de familia y traumatólogos, quienes se encargan del cuidado médico clínico. “Esta etapa subaguda puede durar entre dos semanas y tres meses. Hay que ser sinceros que en esta etapa los síntomas más dramáticos son el dolor y la hinchazón de las articulaciones”, refirió.
Dijo que casi siempre el dolor se centra en las articulaciones de las extremidades a ambos lados del cuerpo, las manos, los dedos, pies y tobillos. Raramente el dolor se localiza en el hombro y la rodilla, conforme señaló.
“Lo sorprendente es que se comporta como una artritis reactiva. Es una artritis que reacciona a una infección y que a lo largo de las semanas empieza a tener unos síntomas que en la mayor parte de los pacientes responde a los medicamentos clásicos, los analgésicos como el paracetamol”, detalló.
En este punto, el médico manifestó que hay un grupo de pacientes que tiene algún problema articular de base como la artrosis, artritis o tendinitis. Estas personas presentan hinchazones más graves de las articulaciones y precisan el uso de corticoides.
Dosis bajas, con retiro gradual
“Necesitamos usar corticoides en esta etapa. Los corticoides son muy útiles y en manos de gente que maneja el uso son fundamentales. Usamos dosis bajas, dosis gradualmente en reducción a lo largo de la evolución de este período subagudo”, aclaró.
El doctor Paredes precisó que se usan corticoides de corta duración, pensando que se irá retirando la medicación durante los días siguientes. “Ese es el esquema básico y por el cual los pacientes acuden al reumatólogo. Porque nosotros somos los clínicos especialistas en el aparato locomotor: hueso, articulaciones, tendones”, significó.
En ningún caso las secuelas son permanentes, puntualizó y alentó a los pacientes a cumplir con la medicación calendarizada y a no abandonar el tratamiento. “Hay un pequeño grupo de entre 5% y 10% de pacientes que va a pasar ese tercer mes como una artritis reumatoide clásica que solemos ver. Pero que también es autolimitada. Puede durar seis meses, un año”, expresó.
En este pequeño grupo de pacientes –mayores de 60 años- no se usa solo los analgésicos, antiinflamatorios, corticoides, sino además se incorpora una medicación antirreumática específica.
El especialista también habló sobre la necesidad de incorporar la actividad física gradual, sin forzar al paciente. “La etapa subaguda la manejamos los reumatólogos que en un 95% va a pasar a los dos meses y medio con un tratamiento bien calendarizado. Debe haber comunicación médico-paciente constante y sobre todo estar alerta a los signos de alarma”, finalizó.