Un sorpresivo recorrido realizado por fiscalías zonales, el titular del Ministerio Público constató que no todos los lugares tenía gente. En algunos casos no estaba ni el personal de seguridad, y las oficinas estaban totalmente cerradas.

“Las oficinas estaban cerradas con llave, sin personal de guardia ni siquiera, sin ninguna forma de acceder a ningún personal en todas las unidades que visité”, comentó el doctor Emiliano Rolón Fernández en comunicación con La Nación/Nación Media.

Anunció que las medidas correctivas serán tomadas, puesto que los servidores públicos no se encontraban en su lugar de trabajo, conforme al turno establecido para la guardia de domingo.

“No es posible que en una Unidad Fiscal por lo menos las personas que están de turno no establezcan un orden para que la gente pueda formular sus denuncias. O puedan requerir atenciones que corresponden, según la atribución del Ministerio Público”, cuestionó.

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Afirmó que lo normal es que sea asignada una persona que de alguna forma administre los casos. Dijo que en cierta manera el agente fiscal de turno debe estar atento al llamado para acudir cuando la situación lo amerite.

“Yo puedo entender que a lo mejor no hace falta que el agente fiscal físicamente esté presente porque al tiro de llamada puede estar. Pero no obstante, debe haber alguien para que le convoque al médico forense, al agente fiscal, a otras personas. Los hechos punibles no tienen horas ni días”, significó.

El doctor Rolón insistió en que debe haber “una reacción inmediata”. “Es una cuestión de sentido común, por eso que empiezo por lo básico”, destacó.

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Manifestó que se dio intervención al inspector general que debe dar seguimiento para acceder a la nómina del personal de turno. “Siempre hay que estar atentos, porque nuestro mayor problema fue la falta de control y de liderazgo. Y creo que estas son medidas que de alguna forma dejan mensajes de conducta a todo funcionario del Ministerio Público”, remarcó.

Por ello, expresó que en adelante la Inspectoría General hará su trabajo de recabar información de las personas afectadas. “Y eventualmente decidir si hay que hacer algún sumario o no, etc. Son aspectos esenciales que en la división de las tareas le corresponde a esta sección”, indicó.

Rolón Fernández ratificó su intención de garantizar el funcionamiento de las instituciones. “Yo quiero que las instituciones funcionen. No quiero tampoco que sea simplemente una decisión arbitraria”, concluyó.

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