Un automovilista atropelló y dejó abandonado a un perro en el estacionamiento de una estación de servicios. El animal fue socorrido por una veterinaria, quien reveló que su estado es delicado, puesto que no se descarta que sufra una hemorragia interna, además de las fracturas que le ocasionó el intencional arrollamiento.

Scooby es el nombre que le pusieron en la veterinaria al cachorro de raza mestiza de aproximadamente cuatro meses que sufrió la brutal embestida por parte de un cruel conductor. El hecho quedó registrado en cámaras de circuito cerrado y causó gran malestar entre los cibernautas, quienes cuestionaron la bestial actitud hacia el inofensivo can, que se encontraba acostado en un sector del amplio sitio de aparcamiento. El triste episodio ocurrió en una estación de servicios del barrio Maramburé de Luque.

El perrito fue rescatado por un tercero mientras el automovilista, tras la brutal maniobra, abandonó raudamente el lugar. La doctora Mabel Vega, quien asistió al perrito, dijo que sufrió un trauma y su pronóstico es reservado.

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“El diagnóstico es grave, el cachorro está bastante lastimado. Se le van a hacer los estudios correspondientes, una placa radiográfica para ver si hay golpes internos o si hay huesos expuestos”, comentó a CN9.

Explicó que la lesión se dio en los miembros inferiores (de la cintura para abajo). La Dirección Nacional de Defensa, Salud y Bienestar Animal se hará cargo de los estudios que determinarán con precisión si efectivamente hay una hemorragia interna. “Eso solamente se sabe con una placa o una ecografía. Después de eso recién se puede dar un diagnóstico definitivo”, afirmó.

Aparentemente, el perro no tenía dueño y se “hospedó” en la estación de servicios. “Es un animalito bastante bueno, muy mimoso. Supuestamente nos dijeron que el perro deambulaba hace dos días por ahí. Entonces, los playeros lo tomaron y ellos le cuidaron”, informó la veterinaria al señalar que es un mestizo de cuatro a cinco meses de edad.

Se apela a la ciudadanía para dar con el irresponsable automovilista, que una vez identificado deberá enfrentar todo el peso de la ley que protege a los animales, que prevé penas severas para casos de maltratos y ni qué hablar para quienes atenten contra su vida.

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