La mayoría en la intemperie y unos pocos debajo de improvisadas carpas. De esta manera están afrontando el impacto de la crecida del río Paraguay al menos 20 familias que abandonaron sus precarias viviendas para reubicarse en la zona de la Costanera Norte de Asunción.

Algunas mujeres pudieron sacar sus muebles hacia la parte alta para salvarlos del agua y claman ayuda de las autoridades, preferentemente en materiales de protección (carpas, hules, paraguas) que les cobije tanto en los días de lluvia como de calor y humedad.

El panorama es crítico y todo aporte es bienvenido, puesto que en el grupo hay embarazadas y niños, que precisan ser resguardados. Ellos se vieron obligados a dejar sus casas que se encuentran bajo agua. Los damnificados contaron sus historias y entre ellas aguardan ansiosos la presencia de las autoridades.

Funcionarios del Ministerio de Urbanismo fueron los primeros en recabar información en el lugar, contó Jennifer a un periodista de CN9. Ella es una de las mujeres que quedó sin techo por causa de las inundaciones.

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Abandonados a su suerte

“Se mojaron todas las cosas. Necesitamos carpas. En mi caso, el agua ya entró a mi pieza y ahora estoy tratando de sacar mi cama. Por eso, por lo menos carpas necesitamos”, dijo. Mencionó que recibió la orden de evacuar el lugar desde la Municipalidad de Asunción.

“Estoy embarazada y necesitamos carpa y todo tipo de ayuda. Nos dijeron que nos iban a ayudar, pero al final nos dejaron solos”, señaló Brisa Paranderi. Al igual que sus ocasionales vecinos, tiene todos sus enseres domésticos mojados.

La historia de los damnificados por la crecida del río es una situación que se repite cada año. Las familias salen de sus viviendas en la temporada de inundación y ni bien se normaliza el nivel del agua vuelven a ocupar sus respectivas propiedades y a recomenzar una nueva vida, tras las pérdidas materiales.

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Las mujeres piden la provisión de carpas para montar un refugio y cobijarse. Foto: Christian Meza.


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