Una mujer que trabajaba como cuidadora de un anciano denunció que fue víctima de abuso por parte de los hijos del hombre. La joven de 25 años relató su penosa historia y contó además que no le pagaron el salario que le habían prometido. Hastiada, decidió grabar el momento del acoso a fin de presentarlo como prueba ante la Fiscalía.
La denuncia fue formulada en la Comisaría 16ª del barrio San Pablo de Asunción y ya tomó intervención el Ministerio Público, pero hasta el momento no se dictó ninguna medida contra los acusados. La mujer proveyó la identidad de los denunciados: Juan Carlos Acosta junto con su hermano Aníbal habrían abusado de ella.
“Hace 8 años que trabajaba con ellos y hace tres años que empezaron a abusar de mí. Y el 3 de diciembre fue que grabé un vídeo para tener prueba, porque ellos me decían que nadie me iba a creer. Y entonces, yo grabé el video y me fui a hacer la denuncia el mes pasado”, señaló en entrevista con el SNT.
Pese a que formuló la acusación, hasta el momento no se tomaron medidas contra los supuestos abusadores. “Yo cuidaba de un señor discapacitado, hacía su comida y la comida para toda la familia y hacía también la limpieza y atendía la despensa”, señaló al hablar de su múltiple rol, aunque fue contratada como empleada doméstica.
Dijo que le prometieron un salario de G. 900.000 mensuales, pero sus jefes tampoco cumplieron con el compromiso, conforme expresó. “Ellos me dijeron que me iban a guardar 200.000 guaraníes mensuales por ocho años y eso tampoco me quieren pagar ahora. Ni tampoco me quieren hacer mi liquidación”, se quejó.
Contó que desde los 15 años trabajó con la familia a la que ahora decidió denunciar. Consultada sobre los responsables, la joven dio el nombre de su exjefe (Juan Carlos Acosta) y su hermano Aníbal.
“Mi exjefe me mostraba vídeos de cosas mayores y yo nunca le hacía caso, porque era menor todavía y tampoco sabía nada de eso”, refirió.
Manifestó que hasta hace un año ella dormía en la casa donde trabajaba, porque además estudiaba por la noche en un colegio del barrio. “Cuando llegaba de mi colegio ya él se iba a mi habitación”, acusó. Expresó que hace 22 días dejó de trabajar con la citada familia, luego de formalizar su denuncia. Pese a la gravedad del caso, la mujer aseguró que no recibió aún asistencia por parte de los organismos pertinentes.