El Touring y Automóvil Club Paraguayo (TACPy) lanzó la campaña “Lomadas sin sentido”, una iniciativa que busca sensibilizar sobre el peligro que representan las lomadas en rutas, que lejos de concienciar a reducir la velocidad y salvar vidas, generan situaciones de riesgo.
La campaña invita a la ciudadanía a identificar y reportar las lomadas innecesarias, e insta a las autoridades a adoptar nuevas medidas de seguridad vial. Si bien, los famosos “lomos de burro” o lomadas son uno de los reductores de velocidad más populares, su aplicación es cada vez más discutida en el mundo.
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“Hemos decidido iniciar una campaña porque no queremos más lomadas y esto no es un capricho porque existen un sin número de razones, una de ellas es la polución ambiental, todos saben que una frenada, sobre todo de camiones pesados en rutas nacionales o internacionales, generan mucho desgaste en los frenos, en los tambores y eso hace polución al ambiente”, dijo durante el lanzamiento Francisco Peroni, vocero oficial de la campaña.
Agregó que países de la región, como Argentina, Chile y Brasil, ya han implementado regulaciones, alternativas y restricciones en el uso de lomadas debido a las desventajas y los problemas que pueden causar. Cobran relevancia los accidentes automovilísticos, especialmente si los conductores no ven a tiempo los lomos de burro o no los atraviesan a la velocidad adecuada.
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Las lomadas también pueden causar daños mecánicos a los vehículos que pasan por encima, especialmente si aquellas se encuentran en mal estado o son demasiado altas, generando costos adicionales de mantenimiento y reparación. A la vez, provocan un mayor consumo de combustible, pues según un estudio de la Universidad de Leeds (Reino Unido) un vehículo gasta entre un 30% y un 35% más en una ruta con reductores de velocidad de este tipo que sin ellos.
La construcción de lomadas tiene, además, impactos ambientales negativos, especialmente si se utilizan materiales como concreto o asfalto. La emisión de gases contaminantes (las lomadas son responsables del aumento de un 60 % del dióxido de carbono en la atmósfera) también puede disminuir si dejan de utilizarse estos dispositivos.
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La campaña se difundirá a través de los medios de comunicación y las redes sociales del TACPy. Además, de los mensajes de sensibilización, invita a la ciudadanía a utilizar el hashtag: #LomadasSinSentido para identificar aquellos lomos de burro que están mal ubicados o construidos, o carecen de señalización, y registrarlos en la app Waze, donde se realizará un mapeo.
Para ello, es necesario incluir una fotografía de la lomada, su ubicación y un comentario sobre su estado. También se habilitará el número de WhatsApp (0981)320-744 para el reporte a través de fotos. En la oportunidad, recordaron que la altura reglamentaria de un lomo de burro es de 0.1 metros y el ancho establecido de 4 metros. Además, debe contar con pintura refractaria amarilla y señalización horizontal (sobre el pavimento) y vertical (carteles).
Alternativas para las lomadas
Entre las alternativas planteadas a las lomadas proponen la utilización de radares de velocidad, reductores de velocidad virtuales, es decir, la utilización de tecnología para crear una ilusión de un reductor de velocidad en las rutas, sin necesidad de construirlos físicamente o reductores solares que funcionan mediante paneles solares.
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