Nahiara, la pequeña de 6 años que estuvo más de un año esperando un donante en el Hospital General Pediátrico Niños de Acosta Ñu para recibir un corazón, pudo iniciar las clases de forma presencial gracias al hermoso acto altruista de la donación de órganos.
En una institución de la ciudad de Mariano Roque Alonso, Nahiara se reintegró con sus compañeritos este lunes y lo hizo al primer grado. La pequeña se mostró muy feliz y emocionada de poder estar viviendo esta experiencia. Comentó además que cuando sea grande quiere ser bombera.
“Felices y contentos estamos, esto se pudo dar, ella vuelve a la escuela, pero ya de cerca, con los cuidados de siempre y estrictos. Siempre con tapabocas y lo menos posible de contacto físico muy cercano con los demás. Para mí la alegría es inmensa, estoy más emocionada que ella”, expresó Rocío García, mamá de Nahiara, a los medios de prensa.
La misma contó que dejó su trabajo para poder acompañar a la pequeña, ya que el cuidado es bastante complejo. Igualmente, indicó que cada una hora debe tomar su medicamento, por lo que es inevitable que ella se quede con Nahiara hasta el término del horario escolar.
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“Detrás de las rejas de la casa Nahiara ya estuvo interactuando con sus vecinos. Siempre mantenemos ese margen de distancia y ella desde la casa, siempre con su hermanita súper bien. Gracias a Dios y a nuestro ángel donante, pasaron ya 7 meses y 10 días del trasplante”, recordó García.
La madre aprovechó la ocasión para recalcar que donar órganos es salvar vidas. “El vivo y claro ejemplo está en mi hija. Hoy día en la vida de Anita también, no quiero olvidarme del pequeño Milan que está también en la espera, no esperemos que se agrave su situación para poder hablar siempre de esto”, resaltó.