Una de las medidas más importantes para controlar la dispersión de la leishmaniasis es a través del control vectorial en las viviendas, eliminando la basura orgánica (restos de frutas, verduras, hojas en descomposición, entre otros) para evitar que el vector -flebótomo o karachã- se reproduzca.
En este sentido, para prevenir la picadura del flebótomo, es primordial utilizar repelentes de insectos, prendas de vestir que cubran todo el cuerpo, colocar tela metálica en puertas y ventanas y usar mosquiteros en las habitaciones de descanso.
Al respecto habló el doctor Fernando Núñez, jefe del Programa Nacional de Control de las Leishmaniasis del Servicio Nacional de Erradicación del Paludismo (Senepa), quien dio a conocer que en el 2022, se registraron 131 casos de la enfermedad en el territorio nacional.
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“Es una enfermedad vectorial que se transmite a través de flebótomos (karachã), no son mosquitos”, enfatizó debido a la confusión existente sobre el vector transmisor de las leishmaniasis, relacionado a veces, con los mosquitos transmisores de las arbovirosis.
Recordó a la ciudadanía que las leishmaniasis se presentan en dos variantes; la visceral, que es potencialmente mortal si el paciente no se diagnostica y trata oportunamente, y la tegumentaria, caracterizada por causar heridas con bordes redondeados en la zona de la picadura, pudiendo manifestarse también en la nariz y en la boca, generando congestión y sangrado, con consecuencias irreversibles si no se acude a tiempo a consulta.
Hay que mencionar que el Programa Nacional de Control de las Leishmaniasis, con el acompañamiento de otras dependencias del Senepa, prosigue con la misión permanente de articular estrategias con los servicios de salud de todo el país, para la detección temprana y el tratamiento, así como actividades de concienciación y control comunitario.
Más acerca de la enfermedad
En humanos se pueden presentar clínicamente de dos formas: tegumentaria y visceral, siendo esta última su forma más grave que, de no ser tratada a tiempo, puede ocasionar la muerte.
Mientras que en la forma tegumentaria, se generan lesiones ulceradas en la piel y/o mucosas y, en la visceral, se produce fiebre prolongada, desgano, anemia, pérdida de peso y agrandamiento de órganos internos. En lo que va del 2023, se registran 13 casos confirmados, nueve del tipo visceral y cuatro tegumentaria. Las personas afectadas proceden de Central, Concepción, Itapúa, Paraguarí, Amambay, Caaguazú y San Pedro.
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