El jefe del Departamento de Homicidios de la Policía Nacional, Luis López, explicó que se realizaron más allanamientos durante la noche del lunes en el marco de la investigación sobre el militar asesinado por un uniformado. Destacó que se lograron incautar varias evidencias relacionadas al crimen.
“Hicimos un allanamiento que teníamos pendiente, recordemos que, según la hipótesis, el vehículo se llevó hasta la casa familiar para la limpieza. Entonces, procedimos a la verificación del lugar”, manifestó el comisario en comunicación con la radio 1080 AM.
Mencionó que en el procedimiento fueron incautados una bolsa de cal, una manguera, documentos, una hidrolavadora y supuesta cocaína. También se procedió a la búsqueda de rastros hemáticos quimioluminiscencia, un reactivo Blue Star, y se levantaron varias muestras que dieron positivo a sangre.
López indicó que con los elementos incautados durante la noche del lunes el caso quedó prácticamente cerrado, atendiendo a que hay más elementos contra el policía sospechoso del crimen, identificado como Oliver Daniel Lezcano Galeano, de 23 años, y su pareja, Ada Arasy Ruiz Díaz, de 25 años.
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“Encontramos fluidos biológicos en el lugar, cosa que presumíamos y buscábamos. También se pudo incautar bolsas de cal, parte de lo que probablemente se habría utilizado para cubrir el cuerpo. Encontramos cocaína en una cantidad mínima, que podría ser parte del consumo del autor del hecho”, agregó el comisario.
El militar asesinado fue identificado como Líder Javier Ríos Cañete, de 27 años, quien residía en la compañía Mora Cue de Luque. Su vehículo fue hallado en un barrio de Asunción y su cuerpo en la zona del banco San Miguel. El uniformado tenía rango de sargento primero y prestaba servicios en la Fuerza Aérea Ñu Guasu.
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