Ayer jueves, pobladores del barrio Bernardino Caballero del departamento de Caaguazú encontraron el cuerpo sin vida de una persona que presentaba lesiones graves por todo el cuerpo y, además, habría sido abusada sexualmente. Hoy se confirmó que se trataba de una niña menor de edad y que existen varias denuncias de abuso sexual de la que habría sido víctima. De momento no se tienen señales del o los presuntos autores.

La noticia conmovió a toda la comunidad donde residía la pequeña, que lamentablemente acabó siendo víctima de abuso sexual en varias ocasiones y a quien nadie defendió durante todo este tiempo. La niña de solo 13 años, habría quedado huérfana de padre y madre hace unos años, desde ese momento prácticamente quedó a su suerte.

El fiscal Alfredo Mieres manifestó que el caso le sorprendió bastante, porque en una primera etapa incluso sospecharon que la víctima sería una persona mayor de edad, ya que no portaba documentos de identidad u objetos personales para identificarla. Hasta que, en horas de la noche de ayer jueves, una persona se acercó para reconocer el cuerpo.

Se trata de la señora Liz Paola Rojas, quien llegó desde Repatriación y explicó que bajo su cuidado estaba una niña cuyas descripciones coinciden con el cuerpo y que esta se encontraba desaparecida, por lo que quería reconocer el cuerpo. “Le pregunté si era la madre de la menor y me dijo que solo estaba bajo su cuidado por orden del Ministerio de la Niñez, mediante una orden provisoria”, dijo Mieres en contacto con La Nación/Nación Media.

Afirmó que desde el mes de octubre del 2022 quedó bajo el cuidado temporal de esta mujer que sería vecina de la abuela y que no pensó en lo peor, porque la niña solía pasar la noche en la casa de su abuela (que no tenía medios para mantenerla). Pasado el mediodía empezó a buscarla junto con su abuela, pero los vecinos le informaron sobre el hallazgo del cadáver a quien finalmente pudo reconocer.

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Así también, el fiscal Mieres resaltó que una vez confirmada la identidad del cuerpo se pudo constatar que había denuncias de que la menor ya había sido abusada en dos oportunidades en años anteriores. “Según los antecedentes que tenemos la menor fue abusada el año pasado, se tienen dos denuncias de abuso sexual en la cual ella fue víctima en abril y mayo del 2022”, refirió.

Aclaró que en las dos causas de abuso se sindica como autor a Simón Zárate, quien sería su vecino. Este hombre fue imputado, tiene orden de rebeldía y detención, pero hasta el momento se desconoce su paradero. “Simón era vecino de la menor y fue sindicado como el supuesto responsable del abuso en las dos oportunidades”, sentenció.

El fiscal indicó que según los datos con el que cuenta el Ministerio Público, la niña no estaba desaparecida y aseguró que durante el tiempo que estuvo con la señora Liz, no se reportó ninguna denuncia al respecto. “Lo que da la pauta de que la menor siempre estuvo bajo su responsabilidad”, señaló.

Manifestó que la mujer explicó ante la Fiscalía que la pequeña esa noche antes de su hallazgo no llegó a la vivienda y fue la primera vez que sucedía eso. “Al día siguiente, la señora Liz la buscó en la casa de su abuela, donde suele estar y tampoco estaba. Ya en horas de la tarde recibió la información y reconoció de la forma más cruel a la niña”, puntualizó.

Cabe destacar que hoy viernes, la Fiscalía que lleva el caso realizó una serie de allanamientos en la zona donde se presume que le menor se encontró la última vez y también estuvieron recogiendo imágenes de seguridad para intentar dar con el o los autores del hecho, de quienes no tienen pistas.

“Se pudo constatar dónde estuvo la menor horas antes de su fallecimiento, pero responsables directos en sí, no tenemos todavía, es muy incipiente todavía la investigación. Tenemos sospechas de que el ataque ocurrió en otro lugar, porque la zona donde fue encontrada es un baldío sin muralla y suele ser transitada. Además, la víctima podía haber gritado o pedido auxilio y hay vivienda en la cercanía, por lo que presumimos que fue abandonada en el lugar tras el ataque”, concluyó.

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