El doctor Cesareo Saldivar, director de Salud Sexual y Reproductiva, habló acerca de las arbovirosis y que está aquejando nuevamente todo el sistema de salud. Enfatizó en el riesgo que representa la enfermedad sobre todo en las embarazadas y el recién nacido.
“Recordemos que en el verano del 2019-2020 tuvimos una epidemia de dengue donde realmente fueron números impresionantes, luego tuvimos la pandemia del COVID-19 y ahora estamos con chikungunya, especialmente por la cantidad de casos que hay”, expresó.
Mencionó que hay 3 enfermedades transmitidas por el vector que es el mosquitos Aedes. “En este caso son chikungunya y dengue que están afectando en mayor número a la población y las embarazadas son un grupo muy sensible”, sostuvo.
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Resaltó que debemos apuntar siempre a la prevención, hacer un recorrido por nuestras casas y eliminar los criaderos. Enfatizó que cualquier objeto o recipiente que acumule agua puede ser un lugar de criadero de mosquitos y si cada uno se ocupa de eso, estaremos reduciendo los números.
“Las embarazadas, en el caso de chikungunya pueden adquirir y en general no le transmite al bebé, excepto que sea en los días cercanos al parto. Si adquieren la enfermedad en los días cercanos al parto, ahí sí puede el recién nacido adquirir la enfermedad y tener cuadros graves”, indicó.
Explicó que estamos hablando de 3 virus, transmitidos por mosquitos. “Sabemos que en cuanto al zika si es adquirido en el primer trimestre, cuando se forman los órganos, puede producir microcefalia y secuelas. En cuanto a chikungunya, no se vio esa transmisión (en el primer periodo) y la evidencia muestra hasta hoy que sí hay un riesgo periparto, o sea que si adquiere la enfermedad cercano al nacimiento”, señaló.
El profesional dijo además que tenemos ciertas variables y si no hay ninguna urgencia obstétrica, se puede esperar que el cuadro pase. “Si hay una urgencia fetal, se debe interrumpir esa gestación, sacarle al bebé si es que estaba en riesgo la vida de ese bebé”, aclaró.
Igualmente, explicó que se habla de gestación de término a partir de 37 semanas y si la mujer adquiere en ese momento la enfermedad pero no hay ninguna urgencia fetal ni indicaciones obstétricas para sacarle a ese bebé, entonces el embarazo puede continuar. Toda vez que se le controle a la mamá y al bebé, puntualizó.