A casi dos años del accidente aéreo en Luque, donde murieron siete personas y resultó como único sobreviviente José Zaván, el joven agradece a Dios y a Chiquitunga por su segunda oportunidad de vida, luchando diariamente por salir adelante en medio de terapias y cirugías. Su madre, doña Blanca Vaccari asegura que su hijo volvió a nacer y está dando pasos agigantados hacia su recuperación completa.
“Se van a cumplir dos años del accidente que sufrió mi hijo y nos sentimos realmente bendecidos. Es loable el trabajo de los profesionales que tenemos acá en nuestro país, sin ellos y sin el esfuerzo y empeño que pone José Daniel, no hubiera sido posible su recuperación”, dijo Vaccari, en comunicación con La Nación-Nación Media.
A través de un video viralizado en las redes, en donde se muestra el trabajo profesional y humano de los médicos, fisioterapeutas y enfermeros que trabajan por la rehabilitación de Zaván, este muestra su gratitud con las ganas y fuerza que pone en cada sesión para su recuperación.
En el audiovisual se ve a un José Zaván que prácticamente volvió a nacer, moviendo las manos y los dedos con cara de sorpresa, como un pequeño que ve su progreso y se sorprende, con el tacto detecta ciertos objetos entre ásperos y suaves, reaprendiendo a chutar una pelota, amasando una plastilina, entre otras cosas que forman parte de sus sesiones de fisioterapia.
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La oración tiene poder
La madre de Zaván, contenta y agradecida por los logros de su hijo en su recuperación, destacó que las personas ven y reconocen los avances que tiene José Daniel y que eso es bueno, pero que en el día a día ella, junto a su hijo vienen pasando varias situaciones difíciles, en donde la fe, la oración y, sobre todo la constancia y disciplina, dieron sus resultados
“La verdad que a veces solo se ve el resultado, eso es bueno, pero sin la fe y la esperanza puesta en Dios, yo creo que sería imposible superar el día a día. Creer que uno puede porque somos hijos de Dios hace posible que realmente José esté con estos logros en su recuperación y como mamá creo firmemente, confío con mucha fe que con nuestras oraciones y la de quienes nos siguen, personas que se han identificado con nuestro caso, tuvo resultados. La oración para nosotros tiene mucho poder”, dijo.
Destacó que felizmente pasarán -madre e hijo- una Navidad más juntos con la bendición de Dios padre, la Virgen María, esta segunda vez en la ciudad de Capiatá, departamento Central, en la vivienda de la familia que los acogió como suyos y en donde se encuentran hospedados tras salir de la internación.
“Las fiestas vamos a pasar una vez más juntos, festejando el nacimiento del niño Jesús, así como su nacimiento, él volvió a nacer con mucha confianza. Con la fe puesta en Ñandejara, Tupãsy y nuestra beata María Felicia de Jesús Sacramentado en que siempre nos acompañan en este caminar”, sostuvo.
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