Para el economista Pablo Beltrán, presidente del Consejo de Educación Superior (CES) de Ecuador, quien estuvo en nuestro país para un debate sobre procesos regulatorios de habilitación de carreras universitarias, el mundo cambia a una velocidad mucho más rápida de la que había antes, más aún ahora, después de la pandemia, donde todo va cambiando muy rápidamente y cuando la educación no responda a estos cambios, se vuelve una educación obsoleta.
El experto en educación habló con La Nación/Nación Media acerca de la experiencia ecuatoriana y cómo el hecho de agilizar la aprobación de las carreras universitarias constituye un paso fundamental para seguir avanzando.
Empezó diciendo que la educación superior tiene dos objetivos en la sociedad. El primero es el de formar mejores seres humanos, que se involucren en la problemática de la sociedad y que propongan ideas para solucionarla, es el fin principal de la educación superior. El secundario es el de crear mejor talento humano, personas con mayores competencias y habilidades para aportar al crecimiento económico, a la competitividad del sector empresarial y así pretender el desarrollo de la sociedad.
“Para que la educación superior pueda cumplir con estos dos fines, se requiere que esté anclada a 3 principios: autonomía, pertenencia y oportunidad. Por lo tanto, si una universidad presenta una carrera que en uso de su autonomía responsable, ha considerado que es pertinente para el desarrollo, el organismo regulador debe responder oportunamente, aprobando esta carrera para poder dar vialidad a este sistema”, apuntó.
Indicó que esto lo han hecho en Ecuador revisando las normativas, todos los procesos regulatorios para poder no coartar la autonomía y que de manera oportuna, esa educación sea pertinente.
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Habilitación de carreras
Beltrán se refirió a la experiencia ecuatoriana, en la que tenían un consejo de educación superior que regulaba el sistema de manera exagerada y eso era causado por la desconfianza que había hacia un sistema que en las épocas anteriores fue ampliamente libre y eso llevó a que proliferen universidades de baja calidad o “universidades de garaje”, eso fue en el siglo pasado y actualmente, en Ecuador se llevó a cabo un proceso de depuración del sistema de la educación superior.
“Emitimos la regulación para que sea un sistema mucho más ágil, eficiente y oportuno. Nos hemos puesto autorregulación, el CES debe aprobar las carreras en máximo 45 días. Si eso no ocurre, el presidente del CES tiene la obligación de expedir una resolución en la cual se acepta esa carrera por silencio administrativo. Esto mejora el sistema y va en beneficio de los mismos estudiantes”, aseguró.
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Educación superior a nivel regional
Beltrán señaló que a nivel regional también se ha entendido esto y se sigue avanzando. Enfatizó en que hay un punto de quiebre que es la pandemia, que nos atacó a todos por igual pero no todos respondimos por igual. “Cada uno respondió con base en sus insumos, en sus recursos pero también en su propio sistema político y socio-económico. Es así que en países como Ecuador donde tenemos un sistema actualmente más liberal, hemos respondido de una manera apropiada, nos hemos metido a este cambio que da el mundo pospandemia y seguimos a ese mismo ritmo. Hay otros países que han tardado un poco más y hay otros que se niegan a realizar estos cambios que exige la sociedad actual”, acotó.
Situación de Paraguay
Dijo que si bien es la primera vez que visita nuestro país, lo que ha conversado con algunas personas de Paraguay es que aquí el Consejo de Educación Superior (Cones) está tardando mucho en la aprobación de carreras y eso iría a limitar el derecho de los estudiantes de tener una educación superior pertinente y estaría incumpliendo con la eficiencia de la administración.
“Como extranjero no podría opinar de la política paraguaya. Uno debe administrar de una manera oportuna porque se necesita de esta aprobación para seguir avanzando y si no se da respuesta, se le está impidiendo el que siga caminando con el ritmo que la sociedad le está exigiendo”, destacó.
El experto sostuvo que el mundo actual es globalizado y que los desafíos que tiene la región es generar cada vez más espacios para que los jóvenes puedan tener igualdad de oportunidades para seguir avanzando. “La educación ha sobrepasado las barreras de un país y con la sociedad digital, tenemos carreras en línea donde una persona puede estar en Paraguay, recibiendo clases en Ecuador con profesores de Estados Unidos, utilizando libros de Europa. Cuando a ese joven en Paraguay no se le da la oportunidad de tomar este tipo de clases, se le está limitando sus posibilidades de desarrollo. El desafío de la región es entender este principio y crear ciudadanos del mundo, carreras que respondan a estas necesidades”, puntualizó.