Varias instituciones educativas a nivel país ya se encuentran realizando los procesos de matriculación de sus nuevos estudiantes para el año lectivo 2023. En este sentido, el Ministerio de Educación y Ciencias (MEC), mediante un comunicado, recuerda la vigencia de la ley de educación inclusiva y garantiza la matriculación de todos los niños, niñas y adolescentes sin discriminación.
La cartera educativa exhorta a las instituciones educativas a evitar barreras para la accesibilidad a la educación de calidad a los estudiantes con discapacidad ya sea física o intelectual, auditiva, visual y psicosocial, trastornos específicos de aprendizaje, altas capacidades intelectuales, incorporación tardía al sistema educativo, condiciones personales o de historia escolar, pues todos tienen derecho a la educación.
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“Se promueve y garantiza la matriculación de todos los niños, niñas, adolescentes y jóvenes sin discriminación a los efectos de remover las barreras facilitando la accesibilidad para una educación de calidad a los alumnos con necesidades específicas de apoyo educativo en todas las instituciones educativas públicas, privadas y privadas subvencionadas en el país”, reza el comunicado del MEC.
La cartera educativa recordó también la vigencia de la Ley N° 5136/13 de educación inclusiva, que en su artículo N° 3 dispone, a los efectos de la ley: se entiende por “alumno con necesidad específica de apoyo educativo” aquel que tiene necesidades específicas de apoyo educativo derivadas de discapacidad u otras condiciones personales o de historia escolar.
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Se prohíbe negar la matriculación a ningún estudiante. En el caso de alumnos con necesidades específicas las instituciones deberán realizar ajustes para alcanzar el máximo desarrollo posible de las capacidades personales de su estudiante, y en caso de que alguna institución educativa haya incurrido en faltas a las normativas vigentes a la matriculación, se debe denunciar el hecho.
Los canales para realizar las denuncias correspondientes son: la Dirección General de Educación Inclusiva, Dirección General de Protección y Promoción de los Derechos de la Niñez y la Adolescencia, las Direcciones Departamentales de Educación o supervisiones educativas, todas ellas dependientes del MEC.
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IÓN reúne a los genios de la inclusión
Por: Adelaida Alcaraz
El encuentro tendrá lugar del 4 al 6 de julio en las instalaciones de la Memoria y Centro Cultural 1-A Ykua Bolaños.
Para transformar los centros educativos hacia culturas, políticas y prácticas inclusivas que garanticen que los menores accedan a una educación de calidad son necesarios los espacios de formación, encuentro, análisis y revisión de la práctica de inclusión.
En este contexto, en 2022 nace IÓN, el congreso de educación inclusiva que ofrece formación del más alto nivel, con profesionales de Inglaterra, España y Paraguay, así como también espacios para conocer las buenas prácticas locales, conversatorios, investigaciones, y talleres vivenciales reflexivos.
En su tercera edición, IÓN convoca a conocer más sobre este ecosistema, a participar del 4 al 6 de julio en las instalaciones de la Memoria y Centro Cultural 1-A Ykua Bolaños. El encuentro va dirigido a docentes, directivos y equipos técnicos, profesionales afines a abordajes terapéuticos en el área educativa, familiares de personas con discapacidad y, sobre todo, para desarrollar este segmento poco atendido de la población.
Disertantes. En esta edición se prevén temas como salud mental, bullying y estrategias de prevención e intervención; promover la autonomía y la independencia desde la familia; investigación, acción participativa en educación inclusiva; cómo preparar competencias para pasantías y el ámbito laboral; materiales para trabajar con niños, niñas y adolescentes con dificultades sensoriales; cómo generar condiciones desde los estudiantes para la inclusión, entre otros.
“Este año queremos fomentar más la participación juvenil. El congreso tiene una accesibilidad comunicacional total, pues cuenta con intérpretes en lengua de señas, audiodescripción para personas ciegas, pictogramas y lectura fácil para diferentes discapacidades”, explicaron desde IÓN y como novedad adelantaron que próximamente lanzarán su “Himno de la inclusión”, a cargo de Luis Szarán y Sonidos de la Tierra.
Del 7 al 13 de julio realizarán minicongresos gratuitos en varios puntos del interior como Concepción, Encarnación, Cnel. Oviedo, Villarrica y Ciudad del Este.
Los interesados en participar de este congreso pueden comunicarse al (0971) 996-672 o adquirir su entrada en la tienda Marketplace.
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En una escuela inclusiva participamos todos
- Por Fabio Franco
- Psicólogo Comunitario – Docente universitario
- Vicepresidente de la Federación Juntos por la Inclusión
- Director de Planificación y Desarrollo de la Fundación Teletón
En el año 2022, Unicef realizó consultas a niñas, niños y adolescentes con discapacidad de 11 países de Latinoamérica sobre la violencia y discriminación en la familia, escuela y comunidad. Entre los resultados de la consulta, se encuentra una serie de recomendaciones y propuesta de solución realizadas por las propias personas con discapacidad, en este caso, incluiremos aquellas que hacen referencia a la escuela.
• Visibilidad: lo que significa visibilizar a este sector poblacional y concientizar a toda la comunidad educativa sobre sus derechos.
• Accesibilidad para la participación: entendido como derecho (accesibilidad arquitectónica, comunicacional, metodológica, etc.) y que gracias a ella las personas con discapacidad pueden participar en la clase y otros espacios de la escuela, como el recreo, excursiones, etc.
• Compromiso de los Estados con la inclusión: lo que implica cumplimiento con las leyes, inversión en políticas públicas, capacitación a la comunidad educativa y asegurar que nadie quede atrás.
• Nada de nosotros sin nosotros: refiriéndose a que se deben escuchar las voces de las niñas, niños y adolescentes con discapacidad en las decisiones que afectan a sus vidas.
• Autonomía progresiva: comprendiendo que el acompañamiento a las familias es central para fortalecer sus pautas de crianza desde el enfoque de derechos y no violencia a fin de contribuir con el desarrollo de sus hijos e hijas.
• Datos y sistemas de información: comprender que se debe construir evidencia, robustecer los sistemas de información y planificar mejor los cambios y lograr una escuela verdaderamente inclusiva.
• Participación: hacer cumplir este principio fomentando espacios de participación para la comunidad educativa.
Estas recomendaciones fueron expuestas por los propios titulares de derechos, las niñas, niños y adolescentes con discapacidad, lo que demuestra la importancia de sus voces en los procesos de cambio.
Si tomáramos estás recomendaciones y las lleváramos al plano de las instituciones educativas, ¿se aplican?; ¿son visibles las niñas, niños y adolescentes con discapacidad en el sistema educativo o todavía permanecen invisibles?, ¿existe accesibilidad en todas las instalaciones de la escuela, en los materiales, en las metodologías de enseñanza, en la comunicación o todavía existen instituciones llenas de barreras para el acceso, desplazamiento, participación y aprendizaje?, ¿el Estado tiene un compromiso real con la inclusión que se traduce en inversión concreta para que las niñas, niños y adolescentes con discapacidad ingresen y concluyan sus estudios?
Al responder a estas preguntas tendremos un breve diagnóstico de lo que viven a diario muchos niños y sus familias, pero además del diagnóstico, podremos construir una hoja de ruta para identificar las principales acciones que una comunidad educativa debe realizar para fortalecer su proceso.
En la escuela inclusiva participamos todos, porque sin la colaboración de las familias, estudiantes, docentes y equipo técnico, un plan de inclusión puede limitarse a un trabajo de gabinete que no responda a las necesidades reales y sentidas de una población históricamente discriminada y segregada.
Es imperante y urgente hacer camino al andar, que ningún niño con discapacidad se quede en casa mientras el hermano o vecino va a la escuela, esto sería cruel e injusto para todos, ya que hay una dimensión que trasciende lo normativo y que tiene que ver con lo ético, con lo que se aspira como humanidad y horizonte político, ese mundo en el que todas las personas pueden desarrollar su mayor y mejor potencial.
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¿Hemos avanzado en una educación de calidad?
- Por Fabio Franco
- Psicólogo comunitario - Docente universitario
- Vicepresidente de la Federación Juntos por la Inclusión
El Estado paraguayo, en diciembre de 2013, promulgó la Ley 5136/13 de Educación Inclusiva, la que establece acciones para crear un modelo de educación inclusiva. En la misma, define a la educación inclusiva como un proceso sistémico de mejora e innovación educativa para promover la presencia, el rendimiento y la participación del alumnado en todas las instituciones del sistema educativo nacional.
¿Qué debemos tener en cuenta para saber si hemos avanzado?
Primero, el ingreso. Para ello, es importante acudir a los datos para dimensionar la magnitud del desafío. Según el Plan Nacional de Desarrollo del Paraguay, la tasa de analfabetismo en la población con discapacidad es del 43 %. “Se estima que solo el 36 % de las personas con discapacidad que tienen entre 6 y 18 años de edad asisten a algún establecimiento escolar. La condición de discapacidad constituye un importante factor de exclusión del sistema educativo, a saber: el 83 % de la población discapacitada no ha superado seis años de la educación escolar básica, y solo 8 % de la población ha realizado algunos años de estudios secundarios y una muy reducida cúspide del 2 % ha logrado estudios superiores”. (Plan Nacional de Desarrollo, 2014).
Es decir, como país, nos enfrentamos a un problema estructural que no se resuelve de manera aislada con la matriculación, se deben generar las condiciones materiales de accesibilidad (en los medios de transporte, en la comunicación, en la infraestructura, en la metodología de enseñanza-aprendizaje, el/las estrategias de participación, etc.) en las comunidades para que las niñas, niños y adolescentes con discapacidad puedan ejercer su derecho a la educación. Según Unicef (2023), la educación inclusiva para todas las personas con discapacidad aún no se cumple en su totalidad y las niñas, niños y adolescentes con discapacidad aún siguen invisibilizados.
Lo segundo, pensar en la calidad de la educación de los que “logran” ingresar a un sistema educativo formal. Es decir, la presencia. En este sentido, el documento de “Lineamientos para un sistema de educación inclusivo en el Paraguay” de 2018 plantea el Diseño Universal del Aprendizaje (DUA) como enfoque y metodología concreta para la participación, el aprendizaje y el éxito de alumnas y alumnos. Con el DUA, cuya base es la neurociencia, los profesionales de la educación pueden diseñar entornos accesibles para el grupo de estudiantes. Entre sus fundamentos, se plantea que:
• No existe un modelo único de estudiante, hay que pensar en las diferencias.
• Todos los niños y niñas pueden aprender juntos, hay que pensar en modelos colaborativos y de aprendizaje entre pares.
• Las prácticas de enseñanza deben reconocer los diversos tipos de estudiantes, hay que pensar en sus fortalezas, intereses, necesidades y habilidades.
• No hay una única manera de aprender, hay que ser creativos y flexibles.
• La educación es para todos, las instituciones educativas no deben ni pueden rechazar a las personas.
A estos fundamentos, se suman los principios, que son tres: los medios de representación, los de acción y expresión; y los de compromiso. Estos tres medios sirven para el desarrollo de las clases; ¿cómo?:
• Proporcionando múltiples medios de representación, como fotos, dibujos, objetos, palabras, audios, etc.
• Proporcionar múltiples medios de expresión, como las diferentes maneras en que los estudiantes pueden expresar lo que aprenden, con música, con redacción, con mapas conceptuales, etc.
• Proporcionar múltiples medios de compromiso, lo que implica la motivación y lo significativo de la experiencia y contenido del aprendizaje para los estudiantes, como temas de relevancia personal o grupal, objetivos, metas, etc.
Si bien existen estos delineamientos, es común observar en la práctica concreta de las escuelas y colegios que el DUA es una simple expresión de deseo, lo que supone que aún persiste la idea de que es el estudiante el que debe cambiar para adaptarse al aula y no el sistema educativo el que debe generar condiciones para que el estudiante aprenda y desarrolle su potencial.
La fórmula implementada es: niño, niña o adolescente con discapacidad es igual a docente de apoyo y ajustes razonables, esto último con “mucho viento a favor”, lo que significa una mala comprensión de la inclusión como concepto y la educación inclusiva como ley. La inclusión no supone de antemano que la persona con discapacidad necesite de algún apoyo o asistencia todo el tiempo y en todo momento. Esto es un error común en el que caen muchas instituciones, lo que no se plantea cambios profundos que se deben dar en toda la comunidad educativa, como dirían Echeita, Boot y Ainscow (2002; 2011; 2015), la inclusión es un proceso de cambio en la cultura, en la política y en la práctica.
Lo tercero, el éxito académico. No sirve de nada ingresar al sistema educativo regular y que el sistema no contemple el proyecto de vida de los estudiantes, sus contextos y la realidad social. La escuela no solo debe servir para sumar y restar. Debe contribuir a construir ese horizonte llamado convivencia democrática, libertad y dignidad.
En el año 2012, la entonces Dirección General de Estadísticas y Censo (hoy Instituto Nacional de Estadística) ha referido que el promedio de años de estudio de la población en general es de 9,3. Mientras que el de la población con discapacidad es de 5,6 años. Lo que supone una brecha que retrata la exclusión en el sistema educativo. En este contexto, ¿es posible pensar en la formación universitaria y la inclusión laboral para las personas con discapacidad? La respuesta pareciera ser acotada a un privilegio y no a un derecho.
Velázquez Moreira (2020) indica sobre los retos de la educación inclusiva en el Paraguay que: mientras se sostiene un discurso holístico y de integralidad, suceden –en la práctica– estrategias fragmentadas (conversión de escuelas especiales a centros de apoyo), acciones puntuales (capacitación de docentes), medidas reduccionistas (la educación como una acción que se restringe al aula) y una simplificación de la complejidad: las personas con discapacidad aluden a aspectos comunes, pero también a una heterogeneidad de situaciones que requieren estrategias diferenciadas a nivel de políticas, currículum y metodología, directivos y docentes, escuelas y participación de las comunidades.
En suma, aparentemente hemos avanzado en materia legislativa, en formación y algo de experiencia; sin embargo, la ansiada educación inclusiva plantea mucha más que un baladí cosmético de “cumplimiento”. Significa contar con comunidades educativas que no discriminan y que están dispuestas a aprender de manera colectiva, asumiendo que, si una escuela incorpora metodología a un alumno o alumna con discapacidad, además de garantizar un derecho, está proporcionando la posibilidad de desarrollar innovación pedagógica, convivencia basada en valores, contribuyendo con el desarrollo integral de las personas y promoviendo la calidad de vida familiar.
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San Lorenzo: llevarán servicios básicos y buscarán matricular a niños no escolarizados
En el barrio Fátima de la ciudad de San Lorenzo se realizará la primera jornada de “La Muni en tu barrio” mañana viernes 12 de abril, el encuentro nació con la idea de que la ciudadanía tenga acceso a servicios básicos. También estará presente la campaña ¡Vamos a la Escuela! para matricular a niños, niñas y adolescentes no escolarizados.
La primera jornada del proyecto se realizará de 8:00 a 12:00 en la plaza Virgen de Fátima y además de los servicios básicos se habilitará la matriculación de personas en edad escolar que están fuera de las instituciones educativas. Dando cumplimento al compromiso que tienen con la educación y apoyando la campaña impulsada por el Ministerio de Educación y Unicef.
“En esta ocasión se suma un gran valor social al incorporar la matriculación escolar; fundamental para el pleno desarrollo y realización de niños, niñas y adolescentes, en el marco de la campaña lanzada por el Ministerio de Educación y Ciencias (MEC)”, confirmaron los organizadores.
Durante el encuentro se tendrá cuentacuentos, atención médica, farmacia, vacunación, becas para estudios de grado en universidades privadas, inscripciones de adultos mayores para el programa Tekoporã y para discapacidad. Así también, servicios de podología, fisioterapia, comisiones vecinales, vacancias para empleos, atención y vacunación para mascotas, aseo urbano, fumigación, entrega de plantines y Codeni – servicio de denuncia.
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¡Vamos a la Escuela!
Se trata de una campaña del MEC en alianza con Unicef Paraguay y la Fundación Education Above All (EAA) de Qatar, que busca apoyar la identificación, matriculación y permanencia de 30.000 niños y niñas no escolarizados en Central, Alto Paraná, Itapúa, San Pedro, Caaguazú y Concepción. Abordando factores de demanda, oferta y calidad, priorizando niños y niñas de 6 a 14 años, correspondiente a la educación escolar básica del país.
Buscan que 28 distritos participen del proyecto que incluye foros de movilización y sensibilización comunitaria, como también, campañas de regreso a clases, participación de las familias y capacitación a docente en estrategias pedagógicas. Todo será coordinado con otras instituciones del Estado para la derivación a servicios de salud, protección social, de prevención y respuesta a situaciones de violencia.
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