Ciudad del Este. Agencia Regional.
De acuerdo a una denuncia ante la Comisaría 8ª de Minga Guazú, un joven fue raptado ayer de la vía pública por tres hombres que lo alzaron a un vehículo, lo ataron de pies y manos, siendo llevado hasta una zona boscosa donde le hicieron cortes en el cuerpo y luego lo liberaron, dejándole claro que se trata de una amenaza.
Ocurrió a las 13:30 en el km 20 Acaray, a 2.000 metros de la ruta PY02, de Minga Guazú, siendo víctima Oliver Matías Pintos Méndez, de 18 años, residente en el km 16 Acaray, barrio Kavure’i del mismo municipio. La víctima manifestó que a la hora indicada se encontraba dirigiéndose a pie a la casa de su tía, cuando fue interceptado por tres personas con pasamontañas, quienes se desplazaban a bordo de un automóvil de la marca Toyota, modelo Allion, plateado.
Siguió el relato diciendo que uno de ellos descendió del vehículo de la parte trasera y lo estiró del brazo, obligándole a subir a la fuerza al rodado y una vez en su interior fue maniatado con una piola por otro sujeto que estaba sentado en la parte trasera para luego ser llevado por un camino de tierra hasta el km 20 lado Acaray, detrás de la nueva Penitenciaría Regional de Alto Paraná, situada en Minga Guazú.
Una vez en el lugar, le bajaron atado de pies y manos e ingresaron a una zona boscosa en compañía de los tres desconocidos, donde pararon y los encapuchados le hicieron arrodillar, diciéndole que no le iban a matar, pero le estaban haciendo eso para asustarle. Acto seguido, uno de los supuestos autores sacó una navaja para ocasionarle heridas cortantes en el tórax, en la espalda, en brazos y piernas.
Minutos más tarde, abordaron el automóvil para llevarle nuevamente al lugar donde fue interceptado el joven, según el relato de la supuesta víctima, y los desconocidos se dieron a la fuga a bordo del mismo automóvil ya citado.
De acuerdo al relato, algunas características de los responsables del supuesto hecho son: estatura alta, contextura física robusta, dos de ellos de cutis moreno y otro rubio, todos vestían pantalón vaquero jean y con remera, uno gris, otro verde y el tercero negro.
El personal a cargo del suboficial principal Máximo Espínola, de la Comisaría 8ª, llegó hasta el lugar del supuesto rapto a fin de verificar si existen cámaras de circuito cerrado para lograr identificar a los supuestos autores. El hecho fue informado al Ministerio Público. Personal policial habla de que las primeras diligencias muestran sospechas sobre la veracidad de lo denunciado.