Cada 7 y 8 de diciembre, en el segundo departamento de San Pedro, cientos de peregrinos visitan el santuario de la Virgen de Caacupé, que se encuentra en el puerto de San Roque, para pagar sus promesas y agradecer por los favores a la madre de todos los paraguayos. Este santuario es muy conocido y está en el lugar hace más de 50 años, recibiendo a los devotos de la virgen de los milagros.
El lugar es muy visitado especialmente por pobladores de esta zona del país, que no pueden llegar hasta la basílica de Caacupé en Cordillera para pagar sus promesas o dar las gracias a la Virgen, ya sea por la distancia o por el gasto que significa viajar hasta Cordillera. Este año, el santuario queda habilitado para recibir a los peregrinos luego de dos años de cierre, atendiendo a la pandemia del COVID-19 que también les obligó a cerrar las puertas.
“Vengo desde Pirí Pukú para pagar mi promesa ante la Virgen de Caacupé. Hace cuatro años que vengo sin falta y mi promesa fue de venir por 8 años seguidos. Desde hora de la tarde son varias las personas que van llegando especialmente de San Pedro”, relató don Isidro Gómez que llegó caminando desde su localidad.
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Resaltó que todos los años hay una importante cantidad de personas y que pese a que no se habilitó el santuario para las visitas, siempre fue, porque es muy importante cumplir con la promesa que hizo ante la Virgen. “De noche es cuando más visitas recibe en los días previos, pero en su día, el 8 de diciembre, las visitas son incesantes”, apuntó.
Por su parte, Luis Jara, coordinador del santuario, explicó que hace más de 20 años está brindado servicio en el lugar. “Según el coordinador anterior don Pablo Jara, hace más de 50 años se tiene esta tradición en el santuario, cientos de personas visitan este lugar que está rodeado del río Jejuí y este año esperamos recibir una importante cantidad de peregrinos”, puntualizó.
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