Con mucha alegría y paz una joven iba peregrinando hacia la basílica de Caacupé, para dar gracias a la Virgen de los Milagros por la salud de toda su familia, que en el último año decayó ante varias enfermedades. Pidió que todos los integrantes puedan superar sus enfermedades y en agradecimiento se vestiría como ella y llegaría hasta la Villa Serrana a pie.
Se trata de Lorena Méndez, quien vestida y peinada como la mismísima Virgen de Caacupé, emprendió su caminata desde Kurusu Pablito, para dar gracias por los milagros que obró en su familia que está sufriendo de varias enfermedades, pero que van mejorando con la ayuda de los tratamientos y mucha fe hacia la madre de todos los paraguayos.
“Mi promesa es porque tengo una sobrinita que tiene cáncer maligno y galopante, también tengo un tío que tiene un tumor y otro primo que tiene cáncer, por ellos me comprometí a la Virgen de Caacupé. Además, hace un mes que me operé de mi rodilla y ya estoy caminando, la fe es más grande que todo el resto”, dijo en entrevista con La Nación – Nación Media.
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Explicó que ella tiene mucha fe en que la Virgen de los Milagros y el Divino Niño Jesús ayudará a que su familia salga victoriosa de estas pruebas que les pone la vida. “Yo tengo un don que es la de orar por la gente, el Divino Niño es mi santo, él me dio el don, rezo por tanta gente que me pide y vengo por todos ellos también”, aseguró.
Resaltó que tras la promesa que hizo a la virgen su sobrina de un año presentó mucha mejoría en su salud y que el cáncer se redujo bastante, por lo que los médicos dieron muchas esperanzas a la familia de que podrá superar la enfermedad. “Todos están con tratamiento en los hospitales, pero presentan mucha mejoría, con la fe todos se puede”, confirmó.
Lorena destacó que decidió que llegaría a la Virgen vestida como ella para demostrar al mundo que es muy milagrosa y que todos deben tener fe. “Yo vengo así vestida para que el Paraguay y el mundo entienda que Dios tiene poder y que mediante la Virgen de Caacupé se puede llegar a él”, manifestó.
Agregó que su traje fue confeccionado hace un mes por su vecina que lo hizo con mucho cariño completamente a mano. “Vine con mi mamá y mi prima, pero toda mi familia está viniendo. Es el tercer año que vengo y voy a seguir, no voy a parar por toda mi gente, para que vean que Dios tiene poder. Yo pasé mal, pero me sané, la fe y la confianza en él es lo importante”, concluyó.