No cabe dudas que la fe se vive de diferentes maneras y miles de almas se encuentran visitando para cumplir sus promesas a la Virgen de Caacupé. Así también lo hizo don Ramón Toledo de 70 años, devoto a la virgencita de los milagros, oriundo de Ybyrarobaná, departamento de Canindeyú, quien desde su localidad llegó hasta la Villa Serrana pedaleando más de 340 kilómetros.
Para él es un acto de fe y gratitud que lo lleva haciendo desde hace 10 años. Toledo pide siempre la intercesión de la Virgen por sus hijos y como dice el refrán “la fe mueve montañas”, para don Toledo no existe cansancio, asegura que en todo momento siente el acompañamiento de la Virgen durante todo su peregrinar y debido a su protección, pudo sortear obstáculos y llegar sano y salvo a visitarla.
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“Esto nació debido a la cantidad de hijos que tengo, le doy la creencia a la Virgen María, porque ella es nuestra mamá guasu y por eso le hice mi promesa para que ella me de la fuerza y la voluntad para decidir y venir. Hace 10 años que peregrino, tengo 70 años”, señaló en una entrevista con La Voz Digital.
El hombre devoto a la Virgen llegó ayer en horas de la tarde a la Villa Serrana. Afirma que su secreto para realizar este largo viaje, de dos días y medio, fue justamente la fe además de pedalear con tranquilidad, sin apuros, evitando cualquier traspié en las rutas. Así pudo llegar a su meta una vez más, para visitar y agradecer a la madre.
“Voy despacito por mi avanzada edad ya no puedo ir tan rápido. Pero la Virgen me da las fuerzas y Dios Todopoderoso, Jesucristo y el Espíritu Santo, y siempre vengo a encomendarle a mis hijos para que siempre tengan trabajo y puedan trabajar unidos. Le educo a mis hijos a lo ymaite, en Semana Santa ellos vienen y me piden perdón, yo les bendigo, les doy la bendición de la Virgen para que tengan felicidad”, destacó.
Don Ramón le dejó un mensaje a todas aquellas personas que ya son de la tercera edad y quiere aún peregrinar. “Vengo del departamento de Canindeyú, 320 kilómetros de recorrido, pero gracias a la Virgen llegué bien sin cansarme prácticamente. El mensaje que les dejo a las personas de mi edad es que se cuiden de las altas temperaturas y que tengan fe en la Virgen de Caacupé para que ellos puedan también llegar a la Basílica y para que tengan mucha fe y amor”.
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