El jefe de Inteligencia de Cordillera, Edgardo Acosta, explicó este jueves que el hombre hallado muerto en un matorral de la ciudad de Tobatí habría participado en un millonario asalto a una estación de servicio y no se descarta que haya sido asesinado por sus propios compañeros. La otra hipótesis es que fue herido por la Policía.
“Fue abandonado por sus propios compañeros, tiene una herida de bala en la cabeza. Según datos de inteligencia, sus propios compañeros lo abatieron en ese lugar el día del asalto porque los había abandonado cuando la Policía llegó”, explicó el subcomisario en comunicación con la radio 1020 AM.
Sostuvo que días pasados se produjo una persecución en la ciudad de Piribebuy, departamento de Cordillera, y mediante este operativo se pudo identificar al hallado muerto y a otra persona que habría participado del millonario asalto en Tobatí y ya cuenta con orden de captura en su contra.
Acosta indicó que el hallado muerto, identificado como Alfredo Lezcano Alcaraz, habría abandonado a sus compañeros al percatarse de la presencia de los uniformados, por lo que habría sido ejecutado por sus propios compañeros. Tampoco se descarta que haya sido herido en una persecución con los agentes de la Policía Nacional.
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“Hay dos hipótesis, fue abatido por sus propios compañeros o quedó herido en la persecución con la Policía Nacional, no tenemos nada con seguridad, pero estas dos hipótesis cobran fuerza. El grupo ya está desbaratado, nos falta aprehender a uno y en estos días los estaríamos capturando, ya está plenamente identificado”, agregó.
El fallecido no contaba con antecedentes penales, pero se había emanado una orden de captura en su contra luego de ser sindicado por las autoridades como uno de los implicados en el millonario asalto a la estación de servicio de la ciudad de Tobatí. El cuerpo fue hallado en avanzado estado de descomposición.
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Encerraron a empleados en cámara frigorífica y robaron G. 20 millones de carnicería
Este martes, dos delincuentes ingresaron a un local comercial de Lambaré y con arma de fuego en mano intimaron a los dueños y trabajadores para entregar el dinero, producto de la recaudación del día. Antes de cometer el acto delictivo, los malvivientes obligaron a los empleados a ingresar a la cámara frigorífica y los encerraron en el lugar.
Según el reporte policial, el hecho se registró hoy martes, en una carnicería ubicada sobre la avenida Cacique Lambaré. Todo quedó registrado en imágenes de cámara de seguridad donde se puede ver que los delincuentes ingresaron fuertemente armados, uno de ellos con el casco puesto y otro con la cara descubierta.
Tras dar la voz de asalto, estos se dirigieron a la caja donde estaba la dueña del local y la intimaron para que entregue todo el dinero, que rondaría los G. 20 millones. Un cliente que estaba siendo atendido fue obligado a tirarse al piso y también los trabajadores que estaban realizando sus labores.
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“Les entregué todo lo que tenía, porque temía por la vida de los trabajadores y mi hijo que estaba también en el local. Llegaron justo cuando estaba contando la recaudación hasta el mediodía y se llevaron más de 20 millones”, detalló Evangelista Aguilera, en entrevista con C9N.
Aseguró que estos hombres fueron muy violentos y que uno de ellos le tenía cara conocida e incluso pensó que se trataba de una broma. “Entraron y metieron a todos los trabajadores en la cámara frigorífica. Me dejaron sola con el cliente que se había tirado al piso. Creí que el primero que entró era un cliente, me tenía cara conocida”, puntualizó.
Se presume que estas personas manejaban los movimientos del local y que ya habrían llegado al lugar haciéndose pasar por clientes, para obtener datos relevantes. “Llegaron media hora antes de que haga mi cierre. Luego ya hacía los pagos y el depósito”, apuntó la mujer.
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Delincuentes fuertemente armados asaltaron boca de cobranzas en Asunción
Este martes, dos hombres fuertemente armados llegaron hasta un local de cobranzas ubicado en la ciudad de Asunción y asaltaron a los trabajadores, llevándose dinero en efectivo y otros artículos de valor. Estos delincuentes en todo momento actuaron de forma bastante violenta.
Según el reporte policial, el hecho se reportó luego del mediodía de hoy martes, en el barrio Campo Grande. Las víctimas del violento atraco fueron dos trabajadoras de un la boca de cobranzas ubicado sobre la avenida Salvador del Mundo a escasos metros de la avenida Madame Lynch.
“Una de las víctimas manifestó que dos personas ingresaron y se hicieron pasar por clientes. Una de ellas ingresó con casco y la otra con tapabocas, ambos desenfundaron sus armas de fuego para dar la voz de asalto y actuaron de forma bastante violenta”, afirmó el comisario Hugo Silva, en entrevista con C9N.
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Resaltó que estos delincuentes en todo momento exigieron la entrega de dinero y otros objetos de valor. En ese momento solo estaban dos mujeres, ya que el encargado salió para realizar algunas gestiones, lo que fue aprovechado por los malvivientes para robar. Se presume que manejaban el movimiento del comercio.
“Lograron alzarse con dinero en efectivo, pero todavía no confirmamos el monto. El local cuenta con cámaras de seguridad en el exterior y también se recogerá la versión de los vecinos de la zona. Cada uno vino en su moto y se encontraron en el sitio y se presume que ya estaban estudiando el lugar”, indicó.
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Banda criminal asaltó un camión transportador en la localidad de Pirapó
El conductor de un camión trasportador de productos varios que había partido desde el Alto Paraná con destino a Encarnación vivió horas de terror tras ser emboscado por malvivientes, quienes lo obligaron a salir de la ruta para posteriormente controlarlo y poder alzarse con la carga que trasportaba. El hecho se registró en la madrugada de este lunes.
En conversación con la corresponsal de Nación Media / Rocío Gómez, el comisario Reinaldo Téllez, jefe del Departamento de Seguridad Ciudadana en Itapúa, explicó que el conductor habría sido primeramente detenido por cuatro hombres que se desplazaban a bordo de un automóvil y a punta de armas largas lo obligaron a abandonar la Ruta PY06 por la cual transitaba para ingresar a un camino vecinal aproximadamente 5 kilómetros.
Posterior a eso lo habrían maniatado y dejado algunos metros del camión, de manera que pudo observar el actuar de los hombres, quienes ejecutaron el golpe con la cara cubierta, pero con suma rapidez, abriendo el camión, empezando a bajar las cajas para luego cargarlas en un segundo vehículo, el cual sería una camioneta tipo furgón de donde descendieron otros sujetos.
“Según el relato del conductor, serían aproximadamente 10 a 12 personas las que actuaron, ya que actuaron primeramente en un automóvil y luego escaparon en un vehículo que sería como un furgón. En el lugar quedaron abandonados el camión, el automóvil utilizado para emboscarlo y el conductor, quien fue encontrado posteriormente”, remarcó el comisario Téllez.
Las autoridades policiales de Itapúa recomendaron además que las empresas trasportadoras soliciten el custodio policial cuando van a transitar por el territorio departamental, ya que si bien el camión contaba con custodia policial en el departamento de Alto Paraná, dicho seguimiento no fue confirmado para el departamento de Itapúa, momento en que el camión habría sido interceptado por esta banda criminal.
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Una comunidad pesquera que rema en busca de un mejor porvenir
- Por Paulo César López
- paulo.lopez@nacionmedia.com
- Fotos. Jorge Jara
La isla Banco’i está situada a 47 km del casco urbano del distrito de Arroyos y Esteros, en el departamento de Cordillera. Si bien está localizada a menos de 80 km de la capital, en la práctica se encuentra más aislada que muchos sitios más remotos del país. Un equipo de La Nación/Nación Media realizó una expedición a esta maravilla de la naturaleza que alberga a humildes familias campesinas, que con dignidad luchan por un mejor mañana en medio de austeras condiciones de vida.
A la altura del kilómetro 50 de la ruta PY03 torcemos el rumbo hacia la izquierda y atravesamos sucesivamente unos 10 portones hasta llegar a la estancia Olivares. Allí nos recibe Arturo Alvarado, propietario de la Estación Puerto Olivares, un complejo turístico medioambiental cuyas instalaciones tienen motivos vinculados a los ferrocarriles y que brinda distintos tipos de servicios recreativos a los visitantes.
Nos munimos de abundante agua fría y nos dirigimos al puerto, donde ya nos estaba aguardando Ever Martínez, un hombre de poco más de 30 años curtido por el sol, con su canoa amarrada al lado de la balsa en la que el sitio turístico ofrece paseos a los visitantes.
Si bien lacónico, Ever es de trato afable y por breves intervalos hasta algo conversador. Durante el lento avance nos cuenta que es originario del islote, donde también nacieron sus padres, además de otros pormenores de la vida diaria en medio del semiaislamiento. Esta recluida comunidad está compuesta de 21 familias, que totalizan unas 70 personas, cuya principal actividad es la pesca, la pequeña agricultura y la cría de ganado menor.
DELTA
Tras casi una hora de travesía, llegamos al extremo de esta isla de unas 600 hectáreas bañada por las aguas de los ríos Manduvirá, Yparaguaymi y Paraguay, donde estos dos últimos cursos se cruzan en el delta sin mezclarse manteniendo sus respectivas tonalidades, más oscuro el uno y más blanquecino el otro.
Desembarcamos en el banco de arena donde cazaban los mbiguá y las garzas mora para hacer unas tomas. A lo lejos se observa unas vacas pastando. Cuando le pregunto sobre la demanda más inmediata que tienen los habitantes, Martínez dice que “ko veda aja heta gente oikotevê peteî ayudita’i. Oî gente imboriahúva ha heta ifamilia ha oikotevêva porque ko veda-pe ndocobrái como pescador porque reimeva’erã asociado ha repagava’erã 100.000 por año. La mayoría ko ndaikatúi opaga umía. Ápeko tres o cuátronte ocobra kuri ha oî otros cuátro ocobráva por la tercera edad” (en esta veda mucha gente necesita un poco de ayuda. Hay personas muy pobres y que tienen muchos hijos, y necesitan, porque en esta veda no cobraron el subsidio como pescadores porque hay que estar asociado y pagar una cuota anual de 100.000 guaraníes. La mayoría no puede pagar eso. Acá cobraron solo tres o cuatro y otros cuatro cobran la pensión a la tercera edad).
De manera inmediata hace la salvedad de que “chéko gracias a Dios areko peteî almacen’i che tio ndive ha péicha aaguanta la 45 días ha aipytyvõ avei che rapichakuérape ha ambodeve chupekuéra. Ápe ko nde remaña ha ha’ete ku entero iporãmbáva, ndaha’éi ko péicha hyepýpe. Che añandu la che vecino pyapy mba’éicha hína” (yo gracias a Dios tengo un pequeño almacén con mi tío y así aguanto los 45 días y también les ayudo dándoles fiado. Acá vos mirás y parece todo muy lindo, pero no es así allá adentro. Yo siento cómo es la preocupación de mis vecinos).
Si ya de por sí la pesca encierra un fuerte componente de azar, con la veda y la bajante de los ríos la economía de subsistencia se hace aún más estrecha. A más de ello, el descenso de las aguas ha profundizado el aislamiento, pues en algunos tramos del río Manduvirá es preciso encharcarse los pies para bajar y empujar las canoas a través de las piedras. En ciertos trechos el curso se troca en una senda pedregosa que proyecta la imagen acabada de la isla rodeada de tierra de la que hablaba nuestro escritor supremo.
Actualmente el único punto desde el cual el trayecto a la isla es cien por ciento navegable, incluso para pequeñas embarcaciones, es la estancia Olivares. Esto convierte a este sitio en parada obligatoria para cualquier expedición, así como para los macateros que surten a la ínsula de los productos básicos necesarios.
LA ESCUELA
Luego retornamos aguas abajo para casi a mitad de camino hacer escala en la escuela, donde arribamos cerca del mediodía. Bajo el “sopor de la siesta calcinada” los niños jugaban a la pelota con los pies descalzos. Una límpida bandera paraguaya flamea aletargada en la cúspide del mástil.
En la Escuela 10260 Isla Banco’Yparaguaymi nos recibe su director, unidocente y licenciado en Guaraní, Agripino Acosta, quien vive en Arroyos y Esteros y llega los lunes a la comunidad para permanecer durante toda la semana en la más completa soledad luego de que los niños retornan a sus casas. El maestro nos explica que la institución a su cargo alberga a un total de 13 estudiantes del primero al sexto grado, siete en el primer ciclo y seis en el segundo, en los turnos tarde y mañana, respectivamente.
El rasgo más predominante de los escolares es la timidez y el sacrificio, pues además del poco hablar algunos deben caminar diariamente hasta siete kilómetros para ir y volver de la escuela bordeando el río.
El principal pedido del maestro es la ampliación de los rubros docentes para poder brindar hasta el noveno grado, es decir, la totalidad de la educación primaria obligatoria y gratuita que manda la Constitución Nacional.
“Acá los chicos llegan hasta el sexto y ya abandonan sus estudios porque no quieren salir de su hábitat. Para terminar la primaria deben ir 30 km por el río hasta Itá Pirú, que remando aguas arriba lleva unas cinco horas de viaje”, señala Acosta, quien asegura que la ampliación hasta el noveno grado atraería a estudiantes de comunidades circundantes y se podría llegar a los cuarenta alumnos aumentando el plantel docente.
UNA VOCACIÓN
El profesor Agripino no oculta su angustia ante la apremiante situación y admite que a veces se siente tentado a arrojar la toalla, aunque de súbito recobra la energía para seguir bregando merced al profundo amor que tiene a su vocación. El docente añade que otra de las necesidades más urgentes que tienen es la energía eléctrica y agua corriente, pues algunos deben desplazarse de dos a tres kilómetros hasta el río para recoger el agua en bidones. No obstante, no se queja de la potabilidad del vital líquido que proveen los ríos circundantes asegurando que cualquier malestar asociado a beber de ellos es solo “psicológico”.
Otro de los pedidos es la extensión del almuerzo escolar hasta el mes de noviembre, pues la provisión acabó el pasado octubre y no se pueden racionar los insumos por falta de medios para refrigerarlos.
El maestro hace notar con orgullo que la escuela se encuentra impecablemente limpia, algo que asegura es de todos los días y no fue algo montado en ocasión de nuestra visita. Acosta apunta que esta rutina de aseo es una cuestión de vida o muerte debido a la gran cantidad de víboras y la falta de un puesto de salud para atender una emergencia de este tipo. Esta es otra de las razones por las que les urge la energía eléctrica para poder iluminar sus hogares durante las noches a fin de estar prevenidos ante el acecho de reptiles venenosos y otras alimañas.
LA EDUCACIÓN Y SUS PORQUÉS
Luego lo acompañamos al aula para el desarrollo de la rutina escolar. “Ma’erã ñande ja estudia” (para qué estudiamos), pregunta como preludio de la lección de matemática en la pequeña aula multigrado ornamentada con un retrato del papa Francisco, carteles del abecedario, fechas y algunas operaciones matemáticas elementales.
“Anive hagua ñanembotavy avavéa” (para que nadie nos engañe), responde uno de los más grandes con el sudor brotándole desde la frente y moviendo inquietamente sus polvorientos pies descalzos luego del partido de fútbol que rutinariamente precede a las clases. De hecho, esta es una de las principales razones que atrae a los chicos a la escuela, pues allí se guarda la única pelota que hay en toda la comunidad.
Acto seguido, alternando el guaraní y el español, empieza a impartir las lecciones de suma, resta, división y multiplicación aplicándolas al contexto real de las operaciones de venta y trueque de pescado y miel.
La temperatura máxima pronosticada para la jornada fue de 38 grados con una sensación térmica que holgadamente superaba los 40 grados. La ventana oeste escupe fuego al interior, mientras que la abertura este refresca levemente la salita transportando el microclima de los árboles sembrados hacia la fachada que da al río.
MENSAJE
Mientras nos vamos retirando para que pueda continuar con su clase, le pregunto si desea dar un mensaje final. Entonces Acosta desenfunda una carpeta en la que escribió un mensaje que tenía preparado y procedió a leerlo:
“Una mirada a la vida. Enseñar a ver y mirar es el gran desafío y el futuro de la educación. Queridos educadores, hemos anclado el barco de la escuela. Es hora de que nuestros niños y niñas naveguen sobre todo y ante todo en el mismísimo mar de la vida, no solo para estudiarla, sino sobre todo y ante todo para vivirla y gozarla, y después no olvidarse de nosotros los docentes.
Si nuestros niños y niñas desean conocer algo, no les demos la espalda ni los dejemos sin respuesta, y cuando llegue el fin de curso, que el año no sea un puerto aburrido de aguas estancadas y no olvidemos nunca cómo seremos en mares agitados.
Hay que enseñarles que el alcohol y las drogas son semillas de la muerte. La vida es el mayor don que Dios nos ha dado y por ser don de Dios está vinculado ineludiblemente al amor. Nuestra vida es fruto del amor, enseñemos con amor y seriedad, pero sobre todo con vocación, no por ocasión.
Rememos siempre hacia el bien y luchemos contra la corriente. Vendamos al mercado de la vida nuestra imagen de felicidad y lancemos en ella nuestros mejores frutos. De nosotros depende”.
A lo paraguayo porte, nos despedimos una y otra vez, pero seguimos charlando. El profesor Agripino insiste en que espera que esta no sea nuestra primera y última visita, tal como las promesas vacuas de cada lustro, por lo que me veo obligado a comprometerme a regresar.
Además de la humildad y la timidez, la escuela Banco’Yparaguaymi se caracteriza por su profunda devoción católica. Amén de las primeras letras y las operaciones matemáticas básicas, el profesor Agripino instruye en la fe, pues la misma precariedad de recursos hace que en muchas ocasiones no quede más opción que delegar algunas tareas a la buena de Dios.
CARIDAD
Antes de cerrar estas líneas, googleo sobre el significado de la caridad cristiana, que según la página oficial del Vaticano es la “virtud teologal por la cual amamos a Dios sobre todas las cosas por Él mismo y a nuestro prójimo como a nosotros mismos por amor de Dios”.
Pienso entonces que –aunque no creo en Dios, amo a mi patria (¿y cuál es la expresión viva de esa entidad abstracta a la que llamamos patria si no quienes viven en ella?). Esto me hace concebir que sería un bello acto de humanidad y patriotismo ir el venidero Día de los Reyes Magos a obsequiar pelotas, útiles escolares, algo de vestimenta y calzados a estos pequeños compatriotas.
Después de todo quizás no todo está perdido o, en todo caso, como afirma Julio Cortázar, “nada está perdido si se tiene por fin el valor de proclamar que todo está perdido y que hay que empezar de nuevo”.