Víctor “Tito” Rodríguez fue diagnosticado con cáncer, por lo que implora ayuda para lograr costear su tratamiento mediante la venta de juegos de sábanas, cortinas, manteles bordados y edredones que ofrece de manera personalizada o por redes sociales, donde es conocido como Don Tito-El señor de las sábanas.
Don Tito relató que hace dos años ya superó un cáncer, pero luego de realizarse nuevos estudios, su médico le informó que la enfermedad regresó en su vida, lo que representó un golpe muy fuerte para él, ya que se encuentra solo, luego de separarse de su esposa.
“Me hicieron una colonoscopía y una tomografía computarizada desde el pelo hasta el pie. Salió absolutamente todo: 18 tumores tengo. Es un cáncer del tipo escamoso. Cuando el doctor me dio la noticia, le dije que no iba a salir corriendo, le dije que quiero curarme y estar bien porque estoy solo”, expresó Rodríguez.
El hombre de 57 años es conocido como Don Tito-El señor de las sábanas en Instagram, donde aguarda pedidos de trabajo ante los gastos del tratamiento y estudios que demanda la enfermedad. Así también, dispone de su número telefónico (0983) 800-314 para recibir ayuda económica de parte de personas de buen corazón.
Actualmente, Rodríguez está finalizando sus sesiones de radioterapia y quimioterapia entre el Instituto Nacional del Cáncer (Incan) y el Instituto Codas Thompson. Sus días trascienden entre los hospitales y las visitas a sus clientes, por lo que afirmó que precisa de G. 5 millones para asegurar el pago de estudios médicos de manera privada.
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“Con mi venta trato de subsistir y pagar mis cuentas”
“Ofrezco mis productos a través de Instagram, envío mensajes a mis clientes, les visito, trato de ofrecer promociones de Navidad. Es decir, trato de captar clientes mediante las redes sociales, donde estoy como Don Tito-El señor de las sábanas, se compra entre G. 100 y G. 600 mil, depende de lo que pida el cliente”, contó.
Rodríguez manifestó que no cuenta con seguro médico ni es asegurado del Instituto de Previsión Social (IPS), por lo que realizó préstamos, firmó pagarés y trabajó jornadas enteras en la confección de sábanas que vende para poder juntar dinero suficiente que le ayude a pagar los estudios médicos que en el Incan demoran mucho.
“En este momento estoy solo. Con mi venta trato de subsistir y pagar mis cuentas. Son 28 sesiones de radioterapia y 2 de quimioterapia. Dios mediante termino la radioterapia esta semana. Mientras tanto, trato de ver a mis clientes y vender para pagar mis gastos, pero no es suficiente”, declaró en contacto con La Nación-Nación Media.
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En diciembre, Rodríguez debe realizarse costosos estudios para conocer los resultados de su tratamiento, pero debe hacerlos en un hospital privado debido a que con los turnos en el Incan, se podría hacer recién en marzo del próximo año. Aseguró que ya pagó más de G. 19 millones tan solo en estudios médicos.
“En el Incan hay turnos recién para marzo, ese es el problema del Incan. Un médico me dijo que si iba a hacerme una colonoscopía o una tomografía, me iban a dar turno para dentro de más de un mes, mientras tanto uno puede entrar en metástasis porque ya tuve. Entonces tengo que saber rápido (los resultados), pero de forma privada”, dijo el paciente en comunicación con La Nación.