Con el objetivo de garantizar el servicio educativo a niños, niñas y adolescentes internados en el Centro Nacional de Quemaduras y Cirugías Reconstructivas (Cenquer), el Ministerio de Educación y Ciencias (MEC), el Ministerio de Salud, con el apoyo de entidades privadas, amigos y colaboradores, habilitaron el aula hospitalaria “Nuevo Amanecer” dentro de las instalaciones del nosocomio.
Junto al aula hospitalaria también fue inaugurado un “Rincón de Juegos” para que los pequeños huéspedes del hospital puedan recrearse una vez terminadas las clases. Mediante esto, todos los pacientes en edad escolar continuarán sus clases regulares con la ayuda de docentes, teniendo en cuenta, que la misma está reconocida y habilitada por el MEC, motivo por el cual todas las actividades llevadas a cabo están legalmente reconocidas.
“Hoy se hace realidad un sueño, un sueño que se viene trabajando desde hace años gracias al apoyo y acompañamiento de varios amigos del Cenquer. El 60% de los pacientes son niños, razón por la cual la edificación es de suma importancia con un impacto positivo en esta población etaria”, refirió el Dr. Saúl Zaputovich, director general del Cenquer, al momento de la inauguración.
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Enfermedades catastróficas
Zaputovich señaló que las víctimas de quemaduras forman parte de las enfermedades catastróficas, teniendo en cuenta las hospitalizaciones prolongadas y múltiples cirugías a las que deben someterse, además del proceso traumático y la contención psicológica que requiere.
“En ese contexto y como parte de lo que preconizamos como atención integral, es de suma importancia que los niños, niñas y adolescentes continúen con sus estudios y puedan acceder a la actividad escolar, de tal manera a sobrellevar el duro camino de la recuperación”, remarcó.
El aula hospitalaria es un modelo de intervención en educación que otorga atención escolar a niños, niñas y adolescentes hospitalizados, que deben permanecer por periodos prolongados en los centros de salud, ausentándose de sus clases regulares y que genera la interrupción de su proceso educativo.
Su objetivo es reducir las consecuencias negativas de la hospitalización, entregando un acceso flexible a los planes de estudio correspondientes a su curso, garantizando el derecho del niño a recibir educación y de esa manera evitar el desfase y la deserción escolar.
Con el aula hospitalaria se garantiza el proceso educativo según el plan de estudio que se encuentre cursando. El docente del aula hospitalaria actúa como nexo entre la institución donde el niño, niña y/o adolescente desarrolla su escolarización. El beneficio que conlleva para las familias es muy alto, especialmente para los alumnos, que no se ven privados de acudir a clase y, dentro de la medida de sus posibilidades, pueden mantener y repasar los conocimientos ya adquiridos.
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