En la ciudad de Areguá, departamento Central, en estos momentos se desarrolla de forma tranquila y sin irregularidades el Censo Nacional de Población y Vivienda, según relató el censista Darío Gavilán en conversación con La Nación/Nación Media. El voluntario destacó que las personas están muy predispuestas a responder a las consultas de forma muy amable, situación que facilita el proceso censal.

“Superbién la jornada, la gente se está prestando, nos están recibiendo y atendiendo muy bien en sus casas, la mayoría muy amables por cierto y por suerte estamos trabajando muy bien. En mi caso y zona, no tuve ningún inconveniente, ya estoy culminando gracias a que la gente facilitó muy bien los datos requeridos”, resaltó Gavilán.

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Refirió que la zona que le tocó no le dificultó mucho la carga de datos, atendiendo a que le tocó una urbanización donde en cada vivienda solo reside una familia. En cambio, manifestó que otros censistas refirieron que en las zonas de asentamientos el trabajo se complejiza porque en cada vivienda viven varias familias y todas ellas deben ser censadas. En una vivienda donde habita una sola familia, el censo se desarrolla entre 20 y 30 minutos, mientras que en las que hay más familias se tarda aún más.

“A mis compañeros les tocó en otros lados, en asentamientos donde hay muchas familias, en un solo terreno pueden estar viviendo entre tres a cuatro familias completas. Ahí se complican las cosas, ahí es mucho más difícil recabar todos los datos y ser puntuales en las consultas para que las respuestas sean precisas, afortunadamente me tocó una zona urbana, menos compleja, digamos”, dijo el voluntario a La Nación/Nación Media, cuando se disponía a censar a una familia de la compañía Caacupemí de Areguá.

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A Gavilán le asignaron el censo a 10 viviendas, completando su zona fue a almorzar, cerca de las 13:00, posteriormente le tocará completar una planilla que cuenta cada censista, si le queda alguna duda deberá consultar con su supervisor Christian González y su coordinador Hugo González, si la respuesta de alguna de las familias estuvo errada, deberá volver a esas viviendas para completar el dato faltante.

Al término de cada censo, pegan una calcomanía por la vivienda, de esa manera el coordinador quien va monitoreando las visitas de los voluntarios puede verificar que el censista a su cargo ya cumplió con el censo en ese lugar, refirió Gavilán y se despidió de la familia censada.

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