El Día de los Difuntos no es una mera celebración mundana para la Iglesia católica, sino que el Día de los Fieles Difuntos, como lo llaman, es una verdadera fiesta para la feligresía, atendiendo que este día es uno de los elementos más importantes de la fe católica, que cree en la muerte y resurrección de las personas. Por lo que visitar el cementerio y a los seres queridos ya muertos para rezarles es una acción de fe, de homenaje y cumplir la promesa de no olvidar a esa persona.

Miles de personas en todo el mundo celebran este día de manera diferente. En Paraguay, la gente aprovecha el Día de los Difuntos para visitar a sus seres queridos, prenderle una vela, cambiarle el paño de la cruz, y algunos, en homenaje a aquel ser querido, incluso llevan golosinas, globos y comidas para compartir con las personas. Esto, ya depende de la cultura o la tradición familiar.

“Para la Iglesia católica el Día de los Fieles Difuntos es una verdadera fiesta, es una fecha muy importante. Incluso, se celebra si cae un día domingo –día entregado al Señor, en el que no se celebra ninguna otra cosa–. Todos moriremos y con este día estamos celebrando el más allá, estamos celebrando esa vida en la que ponemos toda nuestra fe”, dijo el padre Víctor Luis Cabañas, director del programa “Ñandejára Ñe’ê”, en comunicación con La Nación/Nación Media.

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El hecho de que las personas, el día 2 de noviembre de cada año, se alisten y visiten a sus seres queridos al cementerio, llevándoles flores, velas, paños para sus cruces, hasta serenatas y que repartan comidas y golosinas en honor a aquel ser amado que ya partió a la eternidad es parte de una ¿tradición o religiosidad?

El padre Cabañas explicó que la palabra religión viene de una tradición que significa transmisión. Todo lo que aprendemos es porque se nos transmite, por lo que uno aprende y adquiere estas tradiciones o costumbres. En el caso de la celebración de los difuntos, que en cada país se celebra de manera diferente, las personas, familias y comunidades han aprendido a celebrarlo y es común que las personas recen por sus seres queridos para que estos alcancen la patria celestial.

“La religión también es una tradición o una transmisión de lo que el hombre va desarrollando en el aspecto espiritual y en el campo espiritual es lo que nosotros creemos. Entonces, el hombre desde que empezó a usar la razón se preguntó sobre el sentido de la vida, si hay algo más allá de lo vivido y allí surge el aspecto religioso que significa re-ligarse, que es buscar el sentido de la propia existencia, preguntarse de dónde venimos y hacia dónde vamos. Allí entra el aspecto de la vida y la muerte”, detalló desde el aspecto antropológico.

Cabañas destacó que prácticamente todas las religiones celebran a los seres queridos que han muerto, ya que uno se pregunta de dónde viene y de dónde va, más aún siendo una persona querida como la madre, el padre, el abuelo o la abuela la que ha partido al más allá. Entonces, desde el aspecto cristiano, tras la muerte de Cristo se cree en la resurrección, que hay algo más allá de la muerte y que allí están aguardándonos nuestros seres queridos, indicó el religioso.

“A eso nosotros le llamamos resurrección, incluso el cristianismo, a través de la Biblia, entiende cuál es el pensamiento que se nos va transmitiendo. Aparece lo fundamental que celebramos y que está muy unido a esta fiesta, el Día de Todos los Santos, porque la propuesta del cristianismo es la resurrección, no solo después de la muerte física, porque eso sería solo una reanimación del cuerpo, mientras que la resurrección tiene un sentido más profundo, es una vida nueva”, dijo.

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