Ciudad del Este. Agencia regional.
La Pastoral de Prevención, Espiritualidad y Tratamiento (Papetra) de Ciudad del Este, sigue en su lucha para el funcionamiento de una granja de rehabilitación para personas con adicciones. Solo una clínica de atención diaria, sin internación, como el Centro de Desintoxicación Programa, que funciona en el barrio San José de Ciudad del Este, no es suficiente.
Es lo que viene reclamando hace muchos años, el coordinador de la organización, Fulgencio Ferreira, sacerdote de la parroquia Sagrado Corazón de Jesús, del barrio Ciudad Nueva. Tras mucha lucha y solidaridad de la gente, el sacerdote confía en que podrá hacer funcionar la granja San Miguel Arcángel, antes de finalizar el año. Recibió promesas del intendente Miguel Prieto para culminar la obra, que no se cumplieron, también recurrió a la gobernación y no consiguió respuestas.
El predio está a 7 kilómetros de la Ruta PY02 en el km 10 Monday y fue donado. La edificación se realizó con aprobación del Ministerio de Salud Pública. “El concepto es de una comunidad terapéutica para quienes requieren tratamiento más complejo”, sostuvo el párroco a La Nación/Nación Media. Agregó que la granja de rehabilitación pasará a ser un complemento del Centro de Desintoxicación.
Lo que se necesita para que esté operativo
La granja ya cuenta con dos estructuras de material cocido; una para habitaciones y otra para cocina comedor, pero sin sanitarios todavía, sin instalación eléctrica y provisión de agua, sin cañerías, además de la falta de terminación de las diferentes áreas. El religioso refiere que dispone de algunas cosas como puertas que, por la inseguridad, prefiere esperar para llevar en la última etapa de construcción e inversiones en el predio.
Equipar y amueblar el lugar es otra faltante, aunque también ya se han donado algunos electrodomésticos. El pozo que disponen es común, pero no descartan algún pozo artesiano. El párroco mencionó que existen unas 20 personas solidarias que se han comprometido a aportar en efectivo y de esa forma, lograrán habilitar finalmente esa granja. Inicialmente, recibirán a cinco personas e irá aumentando en la medida en que se doten de más comodidades y evalúen la experiencia.
Indicó que la recomendación es contar solamente con 15 personas por centro. El objetivo es desarrollar un programa de prevención y de reinserción con un tratamiento en aislamiento que puede durar de tres a nueve meses como máximo, según el sacerdote. Personas ya recuperadas de las adicciones están siendo capacitadas para la atención en el lugar. La granja San Miguel Arcángel será parte de la red del Centro Nacional de Control de Adicción a las Drogas, al igual que la Clínica de Desintoxicación.
En Alto Paraná se requieren 5 centros
Requerido sobre los números estimativos de personas con adicciones que requieren de tratamientos, Fulgencio Ferreira, indicó que entre el 2020 y el 2021, llegaron a atender a 900 y 1.000 personas por cada año en el Centro de Desintoxicación Programada, donde disponen de una médica, tres profesionales en sicología y una enfermera hasta las 15:00.
Para responder a la necesidad de internados para rehabilitación, requieren por lo menos de cinco locales entre Ciudad del Este, Presidente Franco, Hernandarias y Minga Guazú, por lo menos uno por municipio, según el sacerdote. La Clínica de Desintoxicación fue también creación del trabajo impulsado por el sacerdote Fulgencio Ferreira y de la Pastoral Papetra.
El local fue construido por la Gobernación de Alto Paraná y otra lucha fue conseguir que el Ministerio de Salud Pública se encargue del personal de salud. “Una vez funcionando la granja, mi sueño es trabajar en otro para mujeres, para lo cual se debe trabajar primero en la formación de profesionales que estén a cargo porque también debe ser todo a cargo de mujeres”, expresó Fulgencio Ferreira. La granja San Miguel será solo para hombres.