Un hombre fue asesinado a balazos en la ciudad de Caraguatay, en el departamento de Cordillera, durante la tarde del martes. El sujeto fue atacado por un presunto sicario al bajar de una unidad del transporte público e incluso intentó rematarlo cuando era trasladado a un centro asistencial en un móvil de los bomberos voluntarios, pero terminó perdiendo la vida por el primer ataque.
La víctima fatal fue identificada como Braulio José Cano Vargas, de 37 años de edad, domiciliado en la ciudad de Caraguatay. La capitana de los bomberos, Alice Cabrera, explicó que pasaron momentos de terror cuando el supuesto sicario intentó rematar al ahora fallecido.
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“Recibimos la información de que había una persona herida y acudimos al auxilio, camino al Hospital de Caacupé, antes de llegar a la ciudad de Isla Pucú fuimos atacados por el sicario”, explicó este miércoles la bombera en comunicación con la radio 1080 AM.
Mencionó que el sujeto fue trasladado hasta el Hospital Distrital de Caraguatay, pero por la gravedad del caso tuvo que ser derivado hasta el Hospital Regional de Caacupé y en el trayecto el presunto sicario realizó varios disparos contra el móvil de los bomberos para intentar rematar a la víctima.
“Con mi camarada supimos que era una persona que iba a bordo de una motocicleta, no le dimos la oportunidad de que nos alcance, llegamos a la Comisaría de Isla Pucú a pedir ayuda. Cuando fue auxiliado, él estaba aún con vida, manifestaba mucho dolor”, agregó Cabrera.
En el móvil de los bomberos iban cinco personas, incluyendo a la víctima, y afortunadamente el segundo ataque no afectó a nadie. Sin embargo, Braulio José Cano Vargas terminó falleciendo en el Hospital Distrital de Eusebio Ayala, a causa de los disparos recibidos en el primer ataque.
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Repudian decisión de una multinacional de suspender la compra de carne del Mercosur
La Federación de Asociaciones Rurales del Mercosur (FARM), integrada por entidades de productores de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Uruguay y Paraguay, expresa su total desacuerdo y repudio a la decisión anunciada por el director general de la cadena multinacional de distribución de origen francés, Carrefour, Alexandre Bompard, de suspender la compra de carne del Mercosur.
“Esta actitud arbitraria, proteccionista y equivocada perjudica al bloque e ignora los estándares de sostenibilidad, calidad y cumplimiento que caracterizan la producción agrícola en sus países miembros”, expresa el documento. El gremio remarca que la carne en la región se produce bajo estrictos estándares socioambientales y sanitarios, en línea con los más exigentes estándares internacionales, demostrando ser líder mundial en prácticas de sostenibilidad en el sector agrícola.
Señalan que la decisión de Carrefour ataca injustamente la reputación de miles de productores rurales comprometidos con la seguridad alimentaria y la preservación del medioambiente, y, si bien las decisiones comerciales son competencia interna de las empresas, la postura pública del director general de Carrefour, va más allá de los límites aceptables.
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Ataque a la credibilidad
“Esta no es una decisión aislada, sino un ataque directo a la credibilidad y la contribución del sector agrícola del Mercosur a la seguridad alimentaria mundial”, sostiene la FARM de forma tajante. Solo en 2023, los países del Mercosur produjeron 38 millones de toneladas de carne vacuno, porcino y aves, de las cuales exportaron 11 millones.
Lo dicho evidencia que la región es el principal proveedor de proteína animal del mundo, y que la producción de alta calidad llega a más de 160 países, por lo que los productores rurales de la FARM y sus entidades representadas no aceptarán ataques injustificados. Se reservan el derecho de reaccionar con firmeza, ya sea por medios económicos o institucionales, para proteger la imagen y los intereses del sector agrícola en sus países.
Reafirman de esta manera el compromiso con la sostenibilidad y la producción responsable, pilares del agronegocio en la región, y esperan que la citada cadena mundial de supermercados revise su anuncio y adopte una postura coherente con los principios de diálogo y respeto, que deben guiar las relaciones comerciales globales.
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Piden reforzar seguridad tras atraco a banco en Naranjal
El gerente comercial del banco atacado con explosivos, Jorge Woitchack, confirmó que ningún personal se encontraba en el lugar al momento de la explosión que ocasionó severos daños materiales al local. El directivo pidió reforzar la seguridad en todo el distrito de Naranjal, departamento de Alto Paraná.
“Lamentablemente tenemos que estar pasando por esta situación. Es lo que nos toca hoy experimentar y por lo que tenemos como datos la sucursal fue dañada en términos edilicios de una forma bastante importante”, señaló a la 1020 AM. Expresó que la entidad no cuenta con mucha información aún sobre las pérdidas destacando que “lo más importante es daño a la gente no tuvimos”.
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“La sucursal no tenía ninguna presencia física de personal allí y solamente hubo daños materiales. Y se está haciendo el recuento, ya las autoridades están presentes y nosotros estamos llegando. Y más datos vamos a tener más tarde”, añadió.
No hay datos sobre el dinero
Se excusó de proporcionar información sobre el dinero de la bóveda al mencionar que “se está relevando datos y no tenemos datos precisos todavía”. Esta es la primera vez que la sede de Bancop es atacada por delincuentes, por lo que el gerente abogó el refuerzo policial en la zona.
“Todos sabemos que Naranjal es una zona muy productiva, de mucha gente que se dedica a la producción agrícola principalmente. Y básicamente es una de nuestras sucursales agrícolas”, subrayó el gerente comercial de la entidad bancaria.
Garantizó que el banco cuenta con el respaldo de una compañía de seguro, aunque en todo momento se negó a adelantar si la bóveda fue vaciada por los malvivientes. “Ya es cuestión de las autoridades correspondientes y creo que lo estarán haciendo”, significó sobre la necesidad de reforzar la dotación de la Policía en este distrito del país.
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Matan a tiros a agente de la Caminera durante control en Hernandarias
Este domingo, dos personas que circulaban en una moto mataron de varios disparos a un inspector de la Patrulla Caminera mientras estaba de servicio en Hernandarias (Alto Paraná). La víctima estaba realizando un control de rutina cuando recibió los impactos de balas.
Según el reporte policial, el hecho se reportó por la madrugada de hoy mientras el inspector Darío Alberto Delgado Ortiz, de 51 años, estaba realizando controles frente a la oficina de la Patrulla Caminera ubicada sobre la ruta PY07, a la altura del kilómetro 230, en la ciudad Hernandarias.
Los presuntos autores serían dos hombres que iban a bordo de una motocicleta. Hasta el momento se desconocen las circunstancias del hecho, por lo que fueron convocados agentes del Departamento de Investigaciones para iniciar los trabajos de recolección de datos y evidencias.
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El único testigo del hecho sería otro inspector que se encontraba en el interior de la oficina y quien, tras escuchar los disparos, rápidamente salió a ver qué ocurrió y encontró a su compañero mal herido. Lo trasladó hasta el Hospital Distrital de Hernandarias, pero falleció horas después.
El caso fue comunicado a la fiscal de turno Natalia Montana, personal de Criminalística y Medicina Forense para determinar las causas de muerte. Así también, se convocó a Personal del Departamento de Homicidios de Asunción y actualmente se realiza un rastrillaje para dar con los presuntos autores.
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Una comunidad pesquera que rema en busca de un mejor porvenir
- Por Paulo César López
- paulo.lopez@nacionmedia.com
- Fotos. Jorge Jara
La isla Banco’i está situada a 47 km del casco urbano del distrito de Arroyos y Esteros, en el departamento de Cordillera. Si bien está localizada a menos de 80 km de la capital, en la práctica se encuentra más aislada que muchos sitios más remotos del país. Un equipo de La Nación/Nación Media realizó una expedición a esta maravilla de la naturaleza que alberga a humildes familias campesinas, que con dignidad luchan por un mejor mañana en medio de austeras condiciones de vida.
A la altura del kilómetro 50 de la ruta PY03 torcemos el rumbo hacia la izquierda y atravesamos sucesivamente unos 10 portones hasta llegar a la estancia Olivares. Allí nos recibe Arturo Alvarado, propietario de la Estación Puerto Olivares, un complejo turístico medioambiental cuyas instalaciones tienen motivos vinculados a los ferrocarriles y que brinda distintos tipos de servicios recreativos a los visitantes.
Nos munimos de abundante agua fría y nos dirigimos al puerto, donde ya nos estaba aguardando Ever Martínez, un hombre de poco más de 30 años curtido por el sol, con su canoa amarrada al lado de la balsa en la que el sitio turístico ofrece paseos a los visitantes.
Si bien lacónico, Ever es de trato afable y por breves intervalos hasta algo conversador. Durante el lento avance nos cuenta que es originario del islote, donde también nacieron sus padres, además de otros pormenores de la vida diaria en medio del semiaislamiento. Esta recluida comunidad está compuesta de 21 familias, que totalizan unas 70 personas, cuya principal actividad es la pesca, la pequeña agricultura y la cría de ganado menor.
DELTA
Tras casi una hora de travesía, llegamos al extremo de esta isla de unas 600 hectáreas bañada por las aguas de los ríos Manduvirá, Yparaguaymi y Paraguay, donde estos dos últimos cursos se cruzan en el delta sin mezclarse manteniendo sus respectivas tonalidades, más oscuro el uno y más blanquecino el otro.
Desembarcamos en el banco de arena donde cazaban los mbiguá y las garzas mora para hacer unas tomas. A lo lejos se observa unas vacas pastando. Cuando le pregunto sobre la demanda más inmediata que tienen los habitantes, Martínez dice que “ko veda aja heta gente oikotevê peteî ayudita’i. Oî gente imboriahúva ha heta ifamilia ha oikotevêva porque ko veda-pe ndocobrái como pescador porque reimeva’erã asociado ha repagava’erã 100.000 por año. La mayoría ko ndaikatúi opaga umía. Ápeko tres o cuátronte ocobra kuri ha oî otros cuátro ocobráva por la tercera edad” (en esta veda mucha gente necesita un poco de ayuda. Hay personas muy pobres y que tienen muchos hijos, y necesitan, porque en esta veda no cobraron el subsidio como pescadores porque hay que estar asociado y pagar una cuota anual de 100.000 guaraníes. La mayoría no puede pagar eso. Acá cobraron solo tres o cuatro y otros cuatro cobran la pensión a la tercera edad).
De manera inmediata hace la salvedad de que “chéko gracias a Dios areko peteî almacen’i che tio ndive ha péicha aaguanta la 45 días ha aipytyvõ avei che rapichakuérape ha ambodeve chupekuéra. Ápe ko nde remaña ha ha’ete ku entero iporãmbáva, ndaha’éi ko péicha hyepýpe. Che añandu la che vecino pyapy mba’éicha hína” (yo gracias a Dios tengo un pequeño almacén con mi tío y así aguanto los 45 días y también les ayudo dándoles fiado. Acá vos mirás y parece todo muy lindo, pero no es así allá adentro. Yo siento cómo es la preocupación de mis vecinos).
Si ya de por sí la pesca encierra un fuerte componente de azar, con la veda y la bajante de los ríos la economía de subsistencia se hace aún más estrecha. A más de ello, el descenso de las aguas ha profundizado el aislamiento, pues en algunos tramos del río Manduvirá es preciso encharcarse los pies para bajar y empujar las canoas a través de las piedras. En ciertos trechos el curso se troca en una senda pedregosa que proyecta la imagen acabada de la isla rodeada de tierra de la que hablaba nuestro escritor supremo.
Actualmente el único punto desde el cual el trayecto a la isla es cien por ciento navegable, incluso para pequeñas embarcaciones, es la estancia Olivares. Esto convierte a este sitio en parada obligatoria para cualquier expedición, así como para los macateros que surten a la ínsula de los productos básicos necesarios.
LA ESCUELA
Luego retornamos aguas abajo para casi a mitad de camino hacer escala en la escuela, donde arribamos cerca del mediodía. Bajo el “sopor de la siesta calcinada” los niños jugaban a la pelota con los pies descalzos. Una límpida bandera paraguaya flamea aletargada en la cúspide del mástil.
En la Escuela 10260 Isla Banco’Yparaguaymi nos recibe su director, unidocente y licenciado en Guaraní, Agripino Acosta, quien vive en Arroyos y Esteros y llega los lunes a la comunidad para permanecer durante toda la semana en la más completa soledad luego de que los niños retornan a sus casas. El maestro nos explica que la institución a su cargo alberga a un total de 13 estudiantes del primero al sexto grado, siete en el primer ciclo y seis en el segundo, en los turnos tarde y mañana, respectivamente.
El rasgo más predominante de los escolares es la timidez y el sacrificio, pues además del poco hablar algunos deben caminar diariamente hasta siete kilómetros para ir y volver de la escuela bordeando el río.
El principal pedido del maestro es la ampliación de los rubros docentes para poder brindar hasta el noveno grado, es decir, la totalidad de la educación primaria obligatoria y gratuita que manda la Constitución Nacional.
“Acá los chicos llegan hasta el sexto y ya abandonan sus estudios porque no quieren salir de su hábitat. Para terminar la primaria deben ir 30 km por el río hasta Itá Pirú, que remando aguas arriba lleva unas cinco horas de viaje”, señala Acosta, quien asegura que la ampliación hasta el noveno grado atraería a estudiantes de comunidades circundantes y se podría llegar a los cuarenta alumnos aumentando el plantel docente.
UNA VOCACIÓN
El profesor Agripino no oculta su angustia ante la apremiante situación y admite que a veces se siente tentado a arrojar la toalla, aunque de súbito recobra la energía para seguir bregando merced al profundo amor que tiene a su vocación. El docente añade que otra de las necesidades más urgentes que tienen es la energía eléctrica y agua corriente, pues algunos deben desplazarse de dos a tres kilómetros hasta el río para recoger el agua en bidones. No obstante, no se queja de la potabilidad del vital líquido que proveen los ríos circundantes asegurando que cualquier malestar asociado a beber de ellos es solo “psicológico”.
Otro de los pedidos es la extensión del almuerzo escolar hasta el mes de noviembre, pues la provisión acabó el pasado octubre y no se pueden racionar los insumos por falta de medios para refrigerarlos.
El maestro hace notar con orgullo que la escuela se encuentra impecablemente limpia, algo que asegura es de todos los días y no fue algo montado en ocasión de nuestra visita. Acosta apunta que esta rutina de aseo es una cuestión de vida o muerte debido a la gran cantidad de víboras y la falta de un puesto de salud para atender una emergencia de este tipo. Esta es otra de las razones por las que les urge la energía eléctrica para poder iluminar sus hogares durante las noches a fin de estar prevenidos ante el acecho de reptiles venenosos y otras alimañas.
LA EDUCACIÓN Y SUS PORQUÉS
Luego lo acompañamos al aula para el desarrollo de la rutina escolar. “Ma’erã ñande ja estudia” (para qué estudiamos), pregunta como preludio de la lección de matemática en la pequeña aula multigrado ornamentada con un retrato del papa Francisco, carteles del abecedario, fechas y algunas operaciones matemáticas elementales.
“Anive hagua ñanembotavy avavéa” (para que nadie nos engañe), responde uno de los más grandes con el sudor brotándole desde la frente y moviendo inquietamente sus polvorientos pies descalzos luego del partido de fútbol que rutinariamente precede a las clases. De hecho, esta es una de las principales razones que atrae a los chicos a la escuela, pues allí se guarda la única pelota que hay en toda la comunidad.
Acto seguido, alternando el guaraní y el español, empieza a impartir las lecciones de suma, resta, división y multiplicación aplicándolas al contexto real de las operaciones de venta y trueque de pescado y miel.
La temperatura máxima pronosticada para la jornada fue de 38 grados con una sensación térmica que holgadamente superaba los 40 grados. La ventana oeste escupe fuego al interior, mientras que la abertura este refresca levemente la salita transportando el microclima de los árboles sembrados hacia la fachada que da al río.
MENSAJE
Mientras nos vamos retirando para que pueda continuar con su clase, le pregunto si desea dar un mensaje final. Entonces Acosta desenfunda una carpeta en la que escribió un mensaje que tenía preparado y procedió a leerlo:
“Una mirada a la vida. Enseñar a ver y mirar es el gran desafío y el futuro de la educación. Queridos educadores, hemos anclado el barco de la escuela. Es hora de que nuestros niños y niñas naveguen sobre todo y ante todo en el mismísimo mar de la vida, no solo para estudiarla, sino sobre todo y ante todo para vivirla y gozarla, y después no olvidarse de nosotros los docentes.
Si nuestros niños y niñas desean conocer algo, no les demos la espalda ni los dejemos sin respuesta, y cuando llegue el fin de curso, que el año no sea un puerto aburrido de aguas estancadas y no olvidemos nunca cómo seremos en mares agitados.
Hay que enseñarles que el alcohol y las drogas son semillas de la muerte. La vida es el mayor don que Dios nos ha dado y por ser don de Dios está vinculado ineludiblemente al amor. Nuestra vida es fruto del amor, enseñemos con amor y seriedad, pero sobre todo con vocación, no por ocasión.
Rememos siempre hacia el bien y luchemos contra la corriente. Vendamos al mercado de la vida nuestra imagen de felicidad y lancemos en ella nuestros mejores frutos. De nosotros depende”.
A lo paraguayo porte, nos despedimos una y otra vez, pero seguimos charlando. El profesor Agripino insiste en que espera que esta no sea nuestra primera y última visita, tal como las promesas vacuas de cada lustro, por lo que me veo obligado a comprometerme a regresar.
Además de la humildad y la timidez, la escuela Banco’Yparaguaymi se caracteriza por su profunda devoción católica. Amén de las primeras letras y las operaciones matemáticas básicas, el profesor Agripino instruye en la fe, pues la misma precariedad de recursos hace que en muchas ocasiones no quede más opción que delegar algunas tareas a la buena de Dios.
CARIDAD
Antes de cerrar estas líneas, googleo sobre el significado de la caridad cristiana, que según la página oficial del Vaticano es la “virtud teologal por la cual amamos a Dios sobre todas las cosas por Él mismo y a nuestro prójimo como a nosotros mismos por amor de Dios”.
Pienso entonces que –aunque no creo en Dios, amo a mi patria (¿y cuál es la expresión viva de esa entidad abstracta a la que llamamos patria si no quienes viven en ella?). Esto me hace concebir que sería un bello acto de humanidad y patriotismo ir el venidero Día de los Reyes Magos a obsequiar pelotas, útiles escolares, algo de vestimenta y calzados a estos pequeños compatriotas.
Después de todo quizás no todo está perdido o, en todo caso, como afirma Julio Cortázar, “nada está perdido si se tiene por fin el valor de proclamar que todo está perdido y que hay que empezar de nuevo”.